sábado, 31 de enero de 2015

Sobre política, ideología y subjetividad (Apuntes sobre el Populismo, 23)


Creo que no es un mal día hoy al anochecer, tras la manifestación de esta mañana y tras el texto que publiqué ayer,  para publicar estas reflexiones sobre la ética militante en el siglo XXI, la estrategia política, y las esperanzas a las que estamos autorizados los demócratas radicales en este presente y en esta Europa que decae. Veo desánimo y decepción en los más combativos y críticos, como lo he visto otra veces, y comprendiéndolo y co-sintiéndolo creo que no debemos con-sentirlo. La aceptación de lo imposible, la consanguinidad con lo contingente (no otra cosa es pensar la política como lucha por la hegemonía) deben ser el mejor antídoto contra la impotencia. Desear y atreverse a no ceder en el deseo es antagónico de quererlo todo. Porque quererlo todo es muy loco. Y nos priva del entusiasmo por temor a la certeza del desengaño. Como la mayoría de las entradas de esta serie, Apuntes sobre el populismo, la forma es más bien aforística y fragmentaria. Es reflexión cotidiana, una especie de cuaderno de bitácora que no excluye la duda ni los sentimientos encontrados. Ni tampoco la mise en abyme autofónica, como propensión a una congruencia inalcanzada: vínculos a textos y estados previos, que funcionan como constatación de algunos leitmotivs, de algunas obsesiones, que hacen sospechar, anhelar, implorar, una subyacente compacidad del pensamiento. No hay eso todavía.
  •  Las ideologías son visiones del mundo. No hay acción concreta que no proceda de una forma de ver el mundo sobre la que se sustenta como horizonte de expectativas. Hacemos "a" porque según nuestra ideología, nuestro modo de ver el mundo y de encarar los problemas en función de él, ello causará el efecto "b". Dicho esto, una cosa es la ideología, el horizonte hacia el que pensamos que se dirigen y en el que adquieren sentido nuestros actos, y otra es la doctrina, que es un compendio de conceptos y recetas que impiden pensar cada acto, que intentan fosilizar una ideología e impedir que funcione en ella tanto la inteligencia particular como la colectiva. Pues bien, Podemos, en mi modesta opinión tiene ideología (democracia radical, economía tendencialmente socializante, un modo de vivir basado en la alegría de lo común y no en la competitividad y la explotación como únicos vínculos sociales reconocibles...) pero aún no tiene doctrina. En este momento, es cuando la ideología de Podemos es potencialmente más subversiva, precisamente por ello. Si se cierra en una doctrina, si huye de un movimiento colectivo, dialéctico y dialógico, si deja de ser un instrumento para convertirse en un tótem, dejará por el camino mucho de ese potencial de subversión. Hoy por hoy, juzgar a Podemos como si fuera la encarnación de una doctrina y no una nueva estructura de pensamiento es vil, injusto y torticero. En ello coinciden todos los doctrinarios, esto es, todos los enemigos de que la realidad pueda ser de nuevo pensada y, por tanto, transformada. En ello coinciden, con toda naturalidad, paleocomunistas, socialiberales y neoconservadores. Son todas facetas del pensamiento hegemónico, si lo pensamos no como un compendio de contenidos doctrinarios, sino como una antigua manera (modo, modalidad) de pensar.
  • Toda conciencia es esencialmente falsa. Cuando la teoría del discurso conceptualizó que no había teoría que no fuera ficción (un modelo que se proyecta sobre el mundo y no una comunicación metafísica entre la materia y la conciencia) pues ello fue formulado de diversas maneras: no hay discurso que no sea del semblante (Lacan), la genealogía y arqueología foucaltianas (las modalidades del discurso), la semiótica como teoría de la mentira (Eco), etc. El pensamiento Lacauiano de la hegemonía (que es una antidoctrina que algunos quieren convertir en doctrina a toda costa, esto es, en un recetario algorítmico) es lógicamente heredera de todo ello. Para mí la mejor formulación, la que a mí al menos me ha sido más útil es la de Heidegger en "La época de la imagen del mundo":
    • "El fenómeno fundamental de la Edad Moderna es la conquista del mundo como imagen. La palabra  imagen significa ahora la configuración de la producción representadora. En ella, el hombre lucha por  alcanzar la posición en que puede llegar a ser aquel ente que da la medida a todo ente y pone todas las  normas. Como esa posición se asegura, estructura y  expresa como visión del mundo, la moderna relación  con lo ente se convierte, en su despliegue decisivo , en una confrontación de diferentes visiones del mundo  muy concretas, esto es, sólo de aquellas que ya han ocupado las posiciones fundamentales extremas del  hombre con la suprema decisión. Para esta lucha entre visiones del mundo y conforme al sentido de la  lucha, el hombre pone en juego el poder ilimitado del cálculo, la planificación y la corrección de todas las  cosas. La ciencia como investigación es una forma imprescindible de este instalarse a sí mismo en el  mundo, es una de las vías por las que la Edad Moderna corre en dirección al cumplimiento de su esencia a  una velocidad insospechada por los implicados en el la. Es con esta lucha entre las visiones del mundo  con  la que la Edad Moderna se introduce en la fase más  decisiva y, presumiblemente, más duradera de toda s u  historia".  
  •  La crítica de las ideologías como crítica de un corpus doctrinal es siempre aporética porque cuando se habla de literalidad se habla sobre todo de semántica, es decir, de letra cargada con un imaginario inconsistente. Por eso, la hermenéutica que quiere concluir en una dogmática (sea el catolicismo, en el islamismo, sea el paleomarxismoleninismo) se las ve y se las desea para conseguir un consenso de lectura estable y la herejía y el anatema son las opciones inminentes. La prueba ontológica definitva de que una exégesis de este tipo es la universalmente válida suele ser la eliminación del sustento físico de las interpretaciones rivales. En toda doctrina, la muerte escapa como horizonte hermenéutico (como huella de la finitud subjetiva, de la inconsistencia ineludible que habita en todo pensamiento y que le permite avanzar) y vuelve como pulsión.
  • A mí el trabajar la imagen (pictórica, fotográfica, fílmica, interfacial) -el arte, en cuanto que en él siempre hay una tendencia iconizante- creo me ha protegido bastante en ese sentido. Antes de que alguien lo entienda mal: no estoy diciendo, lógicamente que la imagen sea menos imaginaria que la palabra, sino que el trabajar con imágenes, el revelarlas en su opacidad significante, en cierto modo te acaba preservando de las añagazas de lo imaginario. Cuando se trabaja con la imagen con una propensión radical aquello que Platón nombró como el 'ετερον, siempre acecha, siempre salva. El fracaso del significado siempre tiene una vertiente redentora, emancipadora.
  • El populismo, como lo define Laclau, en cuanto articulación del 'ετερον, puede ser un más allá de esta dialéctica en bucle entre visiones del mundo. Se trataría no de verlo como una visión más, porque si es una "ideología" más en el mercado de las ideologías es un producto muy defectuoso. Desde una mirada capitalista, que lo juzga todo como mercancía, esto es, como producto transido metafísicamente de un brillo agalmático, fálico. En el mercado político, el valor de cambio por excelencia es la fiabilidad y el material plástico de su envoltorio es la seriedad institucional que suele pasar por sucedáneo de la coherencia ideológica.En ese sentido, creer que la movilización popular y la ruptura subjetiva puede ser parangonable al concepto capitalista (numérico, mayoritario, electoral, mercantil) de éxito puede ser un error estratégico, político y ético grave. Las victorias del populismo no pueden ser éxitos mensurables por los patrones tipo de las democracias emplazadas. Un triunfo popular es, ese sentido, irrepresentable o lo que es lo mismo, carece de valor cambiario estándar.
  •  Cuando leo algunas críticas a Podemos de militantes convencidísimos de los partidos de izquierdas (voy a utilizar una expresión pre-setentayocheica) "con representación parlamentaria" veo el mal que ha causado el régimen en la militancia de izquierdas. Lo normal en el Psoe y en el PCE, que son dos partidos muy sistémicos, es que hubieran hecho lo que Garzón o Sánchez Melero: acercarse estratégicamente a Podemos para organizar un frente común. Sin embargo, los esforzados compenetrados con las direcciones de estos partidos esgrimen: ¡Nooo, que son populistas, que dicen no son de derechas ni de izquierdas, que nuestra identidad es sagrada! A ver. Voy a dejar fuera a Carrillo y al PCE, con su bandera rojigualda aquel año 77, pero el Psoe ha estado traicionando todo tipo de principios de izquierda sistemáticamente durante 35 años. ¿De qué identidad hablamos, si no es socialista ni es obrero, sino español solamente y tampoco cien por cien si americano también, que gringo ser muy absorbente? ¿De unas siglas, un puñito y una rosa?
    Lo curioso de esto es ver cómo fijados a ciertas esencias de escaparate -y yo no estoy libre de pecado aunque esté tirando esta piedra- lo que se han olvidado completamente es de hacer política, en tanto que militantes fieles. Tienen censurado por sus direcciones pensar estratégicamente, orientar su pensamiento a la acción: lo que haga Susana, bien, lo que haga Pedro, bien. Nosotros estamos guardando la pureza ideológica, luego ya que los jefes hagan política y enseñen símbolos. Y acusan de descerebrados y de no tener formación política a los que están intentando sumarse a algo nuevo, es decir, a los que intentamos salir de ese círculo vicioso de acciones traicioneras y principios vacíos.... Obviamente, una militancia pensante es una militancia contradictoria, a veces enconada, heterogénea. Ellos no: lo que digan los jefes y nosotros a defenderlo como una sola voz.
    Esta mañana he oído a una tertuliana de derechas muy preocupada porque en Madrid IU iba a perder su identidad en la operación Podemos / Ganemos. Ahora, me empieza a cuadrar todo....
  •  Veo a muchos compañeros valiosos y a mucha gente honestamente progresista desengañadísima con muchas actitudes y acciones de la cúpula de Podemos que han cercenado en buena medida muchas aspiraciones de horizontalidad y de arraigo popular. Creo que debemos reflexionar. Y mucho. Hoy por hoy, y pese a que pueda parecer lo contrario, dejar Podemos no es abandonar la figura de un líder y de una camarilla que nos puede resultar antipática o de poco fiar. Es dejar muchas más cosas. Sinceramente, creo que no es tiempo de abandonar. Mucho poder conlleva mucha responsabilidad. Quien haya querido acapararlo, tendrá que responder cuando haya problemas y reveses. Y los habrá. Lo trágico sería que no hubiese entonces nadie en Podemos para pedir cuentas y hacer las preguntas. No caigamos en el eticismo fantasmático. La ética pasa por el valor de encarar la incoherencia, la contradicción, no por huir a la mínima constatación de la división subjetiva. Eso que en psicoanálisis se llama pasaje al acto... 
  • Los desengañados se engañan (y los nombres del padre vagan/yerran... cosas del francés y las homofonías: la verdad siempre está más allá del significante...) Ya advertí hace tiempo, que es es algo muy típico de la izquierda española en los últimos tiempos: la certeza del desengaño. No es lícito ni está éticamente a la altura de nuestra época dejar este proyecto político porque no nos sentimos íntegramente representados en él. La apacibilidad moral -que es invocada por la cúpula dirigente bajo el nombre de decencia, y ésa es una parte del problema, no lo niego- no es el ethos para estos tiempos, sino la capacidad de arrostrar la indeterminación, incluso la ambigüedad o la contradicción sin desfallecer. Ya no se trata de ser de los nuestros, sino de construir un nosotros que no tiene ninguna existencia ontológica previa: no hay leyes de la historia, no hay clase obrera como un ente material objetivo, sino como un agente político histórico y cambiante. Y ello sólo se puede hacer desde la aceptación de la radical singularidad, de la radical diferencia que nos constituye. Si no fuera por lo desgastado del término, hablaría incluso de cierto principio de realidad, al menos en tanto antídoto de la prepotencia narcisista (que es como lo usaba Freud). El Otro está en falta, el Otro nunca será íntegro. La ética actual es una ética incómoda, exige estar en el desacuerdo, exige estar sin ser cabalmente representado. Quedarse en casa, no militar, no sumar porque los otros no responden íntegramente a mis ideales es muy cómodo. Es mortalmente cómodo. Son tiempos para otra cosa.
  •  No sólo hay dos espacios. Hay dos tiempos. Dos carreras: una de velocidad y otra de fondo. Si uno lo ve así, la contradicción entre los usos de Podemos es más manejable.
  •   Resumiendo:
 

viernes, 30 de enero de 2015

La marcha del cambio

Yo no voy a poder ir por cuestiones de trabajo. Varios plazos que cumplir, textos que entregar, notas que poner. La prosa de la vida. Pero estaré allí de corazón y con un ojo al streaming. Sé que hay muchas voces críticas -amigas y con las que suelo coincidir la mayoría de las veces- dentro del mismo Podemos que no ven bien esta convocatoria, por considerarla plebisicitaria, excesivamente populista, etc. Lo siento, pero aquí discrepo de mis buenos amigos y compañeros.

Para seguir leyendo....

miércoles, 28 de enero de 2015

"Los de" Podemos (Apuntes sobre el populismo, 22)

(Recopilación de algunos estados de Facebook)

  •  Evidentemente, Iglesias y Errejón no son tontos y saben que el futuro será un futuro de pactos contra el PP. Dado el ínfimo nivel intelectual y el bajísimo perfil político del Psoe actual se han ido a dos antiguos pesos pesados que, al menos, no tienen las manos manchadas con demasiada corrupción ni consejos de administración muy vergonzosos. Durante cuatro años, Zapatero nos hizo llegar a creer que este país era de otra manera y fue el gran activo de la izquierda. Luego, cayó en el gran defecto de la socialdemocracia institucionalizada europea: la cobardía. Pero eso no quita que fuera un activo de la izquierda de este país y que, a la larga y después de haber sido el blanco de todas las iras de la derecha durante ocho años -los mismos medios cavernícolas que ahora atacan a Podemos y no le dan ni bola a Pedro Sánchez, y que tantos simpatizantes del Psoe citan como si fueran palabra de Dios- no tenga una faz reivindicable. Un compañero, por ahí arriba, dice que si el encuentro hubiera sido con Cospedal dejaba Podemos ya. Yo añado que haría lo mismo si se hubieran reunido con Felipe González.. Como decía el artículo de Diagonal que también se citaba más arriba, ahora la gran descalificación del Psoe a sus adversarios es "eres de los nuestros" Probablemente, Zapatero represente la época menos indecente del Psoe, con diferencia. Le voté un par de veces. No me arrepiento porque eran votos contra el PP, pero vamos, al Psoe actual ni harto de vino. Muchos amigos que han sido hasta hace poco y durante décadas militantes del Psoe se están dando de baja y viniéndose a Podemos. El Psoe actual me parece tremendamente vergonzoso y patético. Iglesias y Errejón se han tenido que ir a representantes de su pasado menos indigno para poder reunirse con alguien. Eso es todo. No me emociona, pero tampoco me indigna. (Respuesta que di a alguien que preguntaba qué pensábamos "los de" Podemos de la reunión de Iglesias y Monedero con Zapatero y Bono (22 de enero)
  •  A mí lo que me ha puesto la piel de gallina es oír a los griegos, el pueblo ejemplar de Europa, gritar "Syriza / Podemos, venceremos" en español. Es bueno emocionarse, hacía tanto tiempo que la política no conseguía eso. Ay burócratas de la "verdadera izquierda" que no habéis estado nunca vivos y cual zombies ahora atacáis lo que no entendéis. Hemos tenido que dejar de decir alto y claro somos de izquierdas para que la buena gente no crea que somos como vosotros, que lleváis años años usurpando el término y la idea. A mí y a muchos nos ha dolido, nos ha costado mucho entenderlo. Pero si se levanta el puño sin temor no hay muchas más dudas. Si se moviliza al pueblo, no hay muchas más dudas, burócratas de despachito. La mejor tradición de la izquierda estaba ayer en Atenas, no en llenarse la boca con la palabra y juzgar lo que se ve por la tele con parámetros que valen para vuestros partidos, pero no para Podemos, que está haciendo otra cosa, que está dejando que suceda algo nuevo.
    (23 de enero)
  •  N'estic una miqueta fart de que cada vegada que compartisc alguna cosa sobre Podemos des d'instàncies sobiranistes del Principat Oriental em traguen la qüestió del dret a decidir i em pregunten sobre les CUP. Fer-li eixa pregunta a un valencià d'esquerres és absolutamente insultant. A mi em molesten tots els jacobinismes. Tant el botiflerisme blaver valencià com el pujolisme excloent que ha fet que el habitants del Principat es dediquen a mirar-se el melic i ens hagen fet fora a illencs i valencians. Si la gent que comparteix llengua i cultura no vos importem como us ha d'importar gent tant llunyana como els grecs? M'importen les CUP i m'importa Siryza. Sincerament, a vosaltres vos importa una merda el País Valencià? Té barra la pregunteta, però sou els soberanistes orientals (el pujolistes) els que ens heu fet fora i ens considereu fem espanyol. A mi em preocupa, personalment, vitalment, com a ciutadà, com a valencià i com docent que els joves del meu país no puguen estudiar i que, si han pogut, hagen d'anar-se'n fora (a Madrid, a Barcelona o a altres estats) per tal de tinde un treball. Em preocupa que tinguem una sanitat infame, un índex d'atur dels més alts d'Europa, que la gent del meu barri i els treballadors de la meua terra no tinguen els mínims serveis i drets per a viure en dignitat. I que la identitat valenciana i la llengua catalana estiga absolutamente persguida desde les instàncies de poder de la pròpia autonomia. Senyors sobiranistes (a no confondre amb nacionalistes o independentistes, que eixos són companys) del Principat de Catalunya, a vosaltres els valencians (i els balears) vos interessem una merda, vos heu preocupat alguna vegada per com està sent perseguida la nostra cultura comuna per la dreta espanyola a terres valencianes? Ja està bé, home. Una miqueta de vergonya, si us plau.
    (23 de enero)
  •  Creo no sólo que es bueno crear contrapesos dentro de Podemos y que el poder esté distribuido, sino que Pablo Echenique es una de las personas que mejor puede hacer este papel y uno de nuestros grandes activos. Para alejar a la casta de cualquier tentación. (25 de enero)
  •  Ayer un amigo publicaba en facebook una amarga queja sobre alguna jugarreta que desde las altas instancias de Podemos se estaba haciendo contra Echenique y encabezaba su post con la siguiente frase. “Hay mucho miserable también en las filas de Podemos, x desgracia.” Yo le contesté:
    “Yo es lo primero que vi en Podemos y lo sigo viendo. Luego vi otras cosas. Fíjate si son importantes esas segundas cosas que vi, que me quedé. Primero vi la primera fila y la segunda, los trepas, los chulos, los palmeros y los secuaces. Luego vi a la gente. Sí, me quedo. Los primeros no tienen tanta importancia.”
    Podría haber añadido que también vi a los paracaidistas y los oportunistas que han entrado en la listas directamente. Pero es que todo eso ya lo he dicho en público. Lo he repetido muchas veces: Yo no voy de Podemos ni estoy en Podemos de una forma acrítica, sino con la idea de participar desde la disidencia y la discrepancia.
    Podemos no es mi religión, como parecen ser otros partidos para sus militantes. Me parece en este momento, el instrumento más adecuado para crear poder popular en el Estado Español en confluencia con fuerzas democráticas radicales y de tendencia socialista de toda Europa. Si deja de serlo o acaba por traicionar sus objetivos, pues fuera. A mí lo que me ha puesto la piel de gallina es oír a los griegos, el pueblo ejemplar de Europa, gritar "Syriza / Podemos, venceremos" en español. Es bueno emocionarse, ¡hacía tanto tiempo que la política no conseguía eso!.
    Me voy a La Fonteta. Sí, estarán Pablo Iglesias y Errejón. Pero no voy tanto para verlos a ellos como para estar con mi gente. Lo que me guste, lo diré. Lo que no, también. Dudar de ello sería una ofensa.

    (25 de enero)
  •  Comentario a acompañando a las fotos que hice en el acto de Podemos en La Fonteta (salieron fatal, por eso no las subo).
    -Iba con Eva, mi chica, que aunque simpatiza no milita activamente en Podemos. Se asombraba de ver gente de lo más variopinta, que jamás hubieran asistido a un mitin de la izquierda tradicional. Le he dicho que eso era Podemos y que me parecía muy bien. Una ruptura subjetiva que ha trascendido ciertas filias y fobias puramente estéticas. En Podemos hay un mogollón de rojos. Pero ya no nos sentimos tan solos ante esas "masas que no se dejan concienciar". El pueblo es eso, más allá de eticismos fenomenológicos y elitismos miilitantes inoperantes. No es tiempo de cogérsela con papel de fumar.
    -Ni Pablo Iglesias ni Errejón me han sorprendido especialmente. Era un mitin y su discurso, el de siempre. "Tic-tac, Tic-tac", eso da para que lo analice en un artículo: las remitencias entre su discurso televisivo y su puesta en escena en mítines. Estoy en ello.
    -La megafonía de La Fonteta era horrible. Una señora delante de mí ha dicho: "Se les oye mejor en La Sexta" Léase comentario anterior.
    -Ni Pablo Iglesias ni su discurso político y teórico me han seducido nunca. Otra cosa es que como fenómeno me parezca muy relevante. Gracias a él he descubierto en Podemos gente de una altura intelectual muy superior a la suya. Alguno (no cito nombres para no crearles un conflicto) está en el Consejo Ciudadano estatal. Otros no. Pero todos siguen en Podemos y yo con ellos, pese a la disidencia y la discrepancia.
    -Hacía probablemente 30 años que no cantaba "Al vent" a pleno pulmón y con el puño en alto. Cuando a aquello de "buscant a Déu" me he sentido extraño. Mi puño también. Hemos decidido los dos tomárnoslo como una licencia poética.
    -He hecho una foto más, pero merece un comentario aparte.
    (25 de enero)

 
  •  Esta es la foto que faltaba en el álbum de antes (https://www.facebook.com/joseantonio.palaoerrando/media_set…). La hubiera publicado como una más, si no fuera porque al cabo de un rato y ya con los oradores interviniendo, el muchacho ha sido expulsado, tras recibir algunos abucheos. Tanto me ha indignado el hecho que me he dirigido a una de las personas de Podemos, que es amigo, y que estaba ayudando en labores de seguridad a preguntarle qué había pasado. Él me ha dicho que había sido la seguridad del pabellón la que lo había expulsado y que había unos cuantos skins montando follón. El follón ha sido oído por todo los asistentes, pero ha pasado bastante lejos de donde yo estaba, con lo cual no tengo una opinión cabal sobre el asunto. La primera cosa que pido, pues, es que si el chico o alguien lo reconoce en la foto -tan horrible como las de antes, lo siento- es que se ponga en contacto conmigo y me explique su versión, porque me gustaría mucho conocerla. Ruego, pues, que se comparta la foto, pero que si se hace, se haga con mi comentario también.
    El hecho, no sólo a mí, sino a todos los que estaban a mi alrededor, ha sentado fatal. El chaval iba por todo el pabellón con el cartelito y se ha parado a mi lado porque unas abueletas le han preguntado qué era eso de “cuervo ingenuo” y él se lo ha explicado, con la ayuda de los que estábamos por allí y habíamos entendido el mensaje. Era una presencia curiosa, pero a mí no me ha parecido especialmente provocativa. El chaval decía (cito de memoria, claro): “Quiero enseñar el cartel pero sobre todo quiero enseñárselo a él. Me estoy jugando mucho delante de mi familia y de mis amigos apostando por Podemos y como luego nos traicione…”
    Ahí, me ha tocao. Mucho. En Podemos, no está todo claro, como quiere la línea triunfante. Lo que pasa es que a muchos nos parece que está menos oscuro que en otros partidos. El entorno cotidiano, la familia –núcleo esencial y primigenio de todas las estructuras represivas en cualquier sociedad, no lo olvidemos-, los amigos, los conocidos, los compañeros de trabajo, no paran de interrogarnos cuando apostamos públicamente por Podemos. Desde la izquierda convencional partidocrática el ataque es vehemente: ¿Qué es eso de que no sois de izquierdas ni de derechas?? Copio aquí lo que dije el otro día:
    “!!!! Ay burócratas de la "verdadera izquierda" que no habéis estado nunca vivos y cual zombies ahora atacáis lo que no entendéis. Hemos tenido que dejar de decir alto y claro somos de izquierdas para que la buena gente no crea que somos como vosotros, que lleváis años años usurpando el término y la idea. A mí y a muchos nos ha dolido, nos ha costado mucho entenderlo. Pero si se levanta el puño sin temor no hay muchas más dudas. Si se moviliza al pueblo, no hay muchas más dudas, burócratas de despachito. La mejor tradición de la izquierda estaba ayer en Atenas, no en llenarse la boca con la palabra y juzgar lo que se ve por la tele con parámetros que valen para vuestros partidos, pero no para Podemos, que está haciendo otra cosa, que está dejando que suceda algo nuevo.!!!”
    ¿Cómo puede hablar de pureza de esencias y de izquierdismo un partido que nos metió en la OTAN, que aceptó para mi país el espurio nombre de “Comunidad” valenciana (hoy Errejón ha dicho País Valencià alto y claro, que quede claro y alto, por favor)

    Esta idea de la "gente decente", opuesta a la "casta" son significantes que irán desapareciendo en cuanto Podemos toque poder. Y no porque se corrompa o algo por el estilo, sino porque es una retórica para buscar un común para oponerse al poder. Cuando el “locus enuntiationis” cambie, está retórica dejará de tener función y sentido. Habrá otras. Siento la mucha gente que desde la militancia en los partidos de la izquierda tradicional están resentidos y atacando a Podemos, como les he dicho más de una vez, si hubierais hecho vuestro trabajo, Podemos no hubiera tenido siquiera la oportunidad de nacer. He criticado muchas veces ese término que me parece un arma arrojadiza y de doble filo, que además puede tener un efecto boomerang importante. Pero también es cierto que jamás he visto que desde Podemos se llame casta a la militancia de esos partidos, sino solamente a la cúpula del Psoe. Ahora, hay militantes del Psoe encantados con eso, gritando a los cuatro vientos, ¡Llamadme casta a mí también, que adoro a Susana y a Pedro!. Y van por muros de Podemos troleando e insultando. Yo no he visto lo contrario.
    Luego vienen los quejumbrosos que desde dentro de Podemos sienten que han derrotado sus opciones de forma fraudulenta y se encastillan en la protesta o abandonan. Creo que todos hemos hecho ese recorrido de apostar por un Podemos más horizontal. Pero una vez ha ganado la opción CQP, encastillarse en la queja (la crítica es otra cosa) me parece estratégicamente una pérdida de tiempo y energías que son muy valiosas. Si el anda está ahí, ahí hay que arrimar el hombro y no quejarse de que no canonizaron a mi santo.
    En fin, algunas actitudes de la dirección, algunas de sus incondicionales más fanáticos y menos reflexivos que van llamando a casta a todo el mundo, algunas peleas barriobajeras, la inexperiencia y falta de formación de mucha gente -que ahora está en Podemos y nunca antes estuvo en política- más todas las campañas infames desde la derecha y la “izquierda” sistémica, que reivindica su agenda como agenda única (el soberanismo catalán es un claro ejemplo, y el otro día se me escapó un buen exabrupto harto ya, vid. más arriba) hacen que a veces estar en Podemos sea muy difícil. Por eso entendía tan bien a este chaval y me ha sentado como un tiro que lo tiraran y que lo trataran como a un simple trol revienta-mítines. Joder que salir por la tele es muy fácil. Que enfrentarse a tu mundo cotidiano, a tu familia, correligionarios y amigos es a ratos durísimo.
    Y estamos en ello.Hay una tentación constante que ya estoy viendo estos últimos días y que, por supuesto, yo he sentido. Algo así como un “moralismo fenomenológico extremo” Poner la propia moral por delante, como garantía de coherencia y no ver que precisamente la ética consiste en manejarse con la imposibilidad de la coherencia absoluta. Como no me gustan ciertas actitudes, como no me gustan ciertos sistemas (el ágora voting y su facilidad para propiciar el voto en plancha con patrocinio televisivo, por ejemplo) y mi moral liberal burguesa me exige que mi actitud de cara a la galería sea escrupulosamente kantiana, es decir, pueda ser considerada como ley natural, me piro. No, hay mucho más en juego que una imagen, hay una ruptura simbólica colectiva hacia la emancipación que hace décadas que no se veía ni siquiera como una remota posibilidad. ¿Quién soy yo para poner mi imagen por delante de semejante fuerza colectiva del deseo?
    Ecce homo. Chaval, me he sentido muy identificado contigo. Me gustaría que me contaras tu versión de los hechos. ¡Vivan los frikis! (ha sido el grito desde el público más aplaudido esta mañana en La Fonteta. Muchos nos hemos sentido confortados, identificados, y reconocidos.)
  •  Alguien del Psoe se viene a un muro de un grupo de Podemos y dice esto:
    "A los que pretendan extrapolar los datos de Grecia a España y los de Syriza a Podemos, un toque de atención: No seáis tan ilusos: aunque gobierne Syriza nada sustancial cambiará pues la famosa troika seguirá mandando igual, acaso con otras modulaciones más tolerables y digeribles para la opinión pública pues hoy por hoy hasta los cambios aparentemente más radicales en Europa están controlados y tolerados por el auténtico poder; y este poder necesita ahora a gente nueva, a nuevas caras a las que quemar; es la necesaria renovación del sistema: que todo cambie para que no cambie nada."
    Yo le contesto:
    "Viniendo del Psoe, grandes palabras, gran experiencia en el asunto. En serio. ¿Cómo te puedes alegrar de eso? ¿No te das cuenta de que estás tirando piedras a tu propio tejado? ¿O es que ya no tienes ninguno? ¿Y sobre todo, porque vienes a decir esto aquí, por qué esas ganas de provocar? Yo no voy a grupos del Psoe a decirles que han vendido a mi país, que no hay nadie menos de fiar que ellos, que han hecho que la palabra izquierda, usurpándola y pisoteándola no tenga sentido alguno para la mayoría de la población. No quiero broncas. Tengo amigos del Psoe que opinan en sus muros como yo opino en el mío y punto. ¿Pero venir a un muro de Podemos a denostar a Syriza y a intentar robarnos una legítima alegría? En serio, me preocupas."
    Es que ya no sé qué más decir. El gran insulto es sois como nosotros. ¿Los resultados del Pasok tampoco son extrapolables? Por favor, ¿qué ha tenido que ver el Psoe con la izquierda en los últimos 40 años? Mucha, mucha grima. (25 de enero)
  •  El juicio crítico precedido de la escucha suele funcionar si es que no hay mucha prisa o algún miedo. Esto lo dije antes de las europeas y lo sigo pensando. http://www.facebook.com/l.php… Nada de lo "malo" o de lo criticable que está pasando en Podemos, me sorprende, porque lo vi venir desde el principio. Lo que me ha sorprendido y mucho es lo bueno. Porque atendí y me quedé a escuchar me ha llegado. Respecto a los egos, me parece lógico su concurso en un proceso político (también lo dije aquí: http://vlcnoticias.com/yo-podemos-en-pleno-proceso-de-eleccion-de-los-consejos-municipales/ ). Evidentemente, como todo el mundo, yo tengo el mío. Pero no lo veo especialmente desatendido. El problema de la dificultad de distinguir viene precisamente del "confinamiento enunciativo". Estoy leyendo estos días a Bernard Stiegler y su razonamiento sobre cómo la "télécratie" lo primero que se carga es la "filia" como base de la política, viene al pelo. Los efectos estructurales existen. Y la telecracia sumada a schmittianismo, pues puede haber parecido muy útil para asaltar algunos cielos pero efectos secundarios tiene, y sin duda, más va a tener. Si se sabe ya desde siempre qué va a decir el otro, la sorpresa, esto es, la verdad como emergencia ectópica, se nos va a perder siempre, Entiendo las prisas por movilizar a las masas -bajo su forma de electorado- pero si se nos olvida escuchar, observar, creer que seguimos teniendo la posibilidad de aprender, lo que estamos es silenciando al pueblo. O lo lo que es lo mismo, a cada uno de nosotros. "Wo Es war, soll Ich werden" es la mejor vacuna antitractatus que conozco. "Es lo imposible de decir lo que nos impide enmudecer". (27 de enero)
  • Desde algunas instancias de Claro Que Podemos se dice que las voces críticas somos un obstáculo para las metas electorales, que parecemos aves de mal agüero. No, miren, yo pienso que lo que somos los que ponemos algún pero a los procedimientos es la mínima garantía para que lo que vayamos conquistando no se pierda al primer revés –y ya avisamos que habrá y muchos, porque nos enfrentamos a una máquina de poder gigantesca. Es bueno que en Podemos haya algunos cuervos. Pero lo mejor es que estos cuervos ya no somos ingenuos. Los cuervos avezados somos la gran diferencia entre Pablo Iglesias y Zapatero o Felipe González. Entre Podemos y el fiasco que fue el Psoe de los 80. Seguiremos revoloteando. Yo estoy seguro de que Podemos va a conseguir grandes cosas. Y estaré aquí para evitar que se pierdan a las primeras de cambio. Y como yo muchos. (28 de enero)
  • Resumiendo: 

sábado, 24 de enero de 2015

Flores sin nombre, XXIV. DEL TIEMPO.


75

La presencia de lo posible escandaliza con su calma.
El cinismo criminal de las rutinas.
La fuga no es más apetecible que la espera.
No hay culpa. Ni redención.
Ni la posibilidad vívida del pecado.
Los tuétanos vociferan y cantan,
como un alambre de espino dragando el esqueleto.
 

76

Recogido al calor de la inexpugnable cárcel
de mi inmortalidad desdicha.
El flujo de una paz oleaginosa
arrulla mi pecho en calma.
Los deberes, cumplidos y los imposibles,
tranquilos ante la llama del hogar
como un cachorro agotado por sus juegos.
Cómo refrescan las lágrimas
colapsadas en el cuello
y los sudores densos
macerándose en las sienes.
Nadie compartirá conmigo
mi desdicha inmortal.
Nadie sentirá el suspiro
sedoso del enigma
en el que lo real me envuelve,
como una bruma de otoño
que alguien dejó olvidada,
en el paisaje de mi invierno.

77

Era pequeño, rubio, barbudo. Su presencia juguetona y prodigiosa se nos había hecho amable y necesaria. Estábamos sinceramente preocupados por su bienestar, así que nos decidimos a hacer una visita a su morada. Encontramos un humildísimo predio, a orillas de la corriente fluvial, y supimos que nos había mentido. Conseguimos localizarlo e interpelar su mirada infantil, del color de un crepúsculo pacífico y del firmamento barroco. Le dijimos que era imposible que escondiera todas las riquezas que se había ufanado de poseer en aquella humilde parcelilla, llena de hierbajos agrestes, y con un sencillo cobertizo de lona como único cobijo. Nos respondió: “pues las tengo a muy buen recaudo. Vosotros habéis buscado en esta pobre fracción del espacio, pero –aquí, su rostro de querubín refulgió pleno de gloria, envuelto entre dorados, como el pubis inmaculado que soñara un trovador atrapado en la maraña de sus metáforas banales- todo mi tesoro está inexpugnablemente guardado en el tiempo”. Nos ofreció una explicación convincente de en qué consistía la arquitectura de su guarida invisible, alzada con el único material de los instantes inasibles. Pero por más que lo intento, en esta vigilia tridimensional y achatada, no consigo recordar la urdimbre de su argumentación. Sólo recuerdo que era una explicación lógica, bien protegida de cualquier posible refutación, una elegante trama de conceptos brillantemente concatenados, y no una vulgar parábola edificante, henchida de fatua sabiduría.


Tempus Fugit I, Narciso Echeverría

Tempus Fugit II, Narciso Echeverría

Tempus Fugit III, Narciso Echeverría

martes, 20 de enero de 2015

¿Qué psicoanálisis para el populismo? (Apuntes sobre el populismo, 21)



Bien, entonces es totalmente admisible que en un cierto nivel el psicoanalista haga semblante, como si el estuviera ahí para que las cosas marchen en el plano de lo sexual. La dificultad es que él termina por creerlo, y entonces esto lo fija, completamente.
Es decir, para llamar a las cosas por su nombre, deviene imbécil.
(Jacques Lacan)
Un discurso es siempre adormecedor, salvo cuando uno no lo comprende — entonces despierta.
(Jacques Lacan
Es posible prescindir del padre, a condición de servirse de él.
 (Jacques Lacan)


Adán separado de Dios por Freud (Jaime Marqués).



¿Qué puede aprender el político del psicoanalista? ¿Qué relación se podría establecer entre la posición del analista como semblante del objeto causa del deseo y la posición del líder popular? ¿Entender la posibilidad de que el discurso analítico incida en la praxis política no es entender, entre otras muchas cosas, que el líder (y por extensión el político y el militante) sepa que su destino es acabar siendo un desecho? ¿Que, al igual que en el proceso de la cura, en la travesía del fantasma, la rectificación subjetiva y la caída de las identificaciones el analista debe estar siempre al tanto de que su destino es caer, el político populista, el líder, ha de estar siempre en esa posición para posibilitar una ruptura  subjetiva con el ideal (con el significante "despótico", como dicen los anglosajones) que tenga una incidencia en lo real del goce, en la posibilidad de un pacto con el superyó que autorice la vida? ¿Qué papel en la política para la transferencia, para el manejo del amor que no acabe en las redes de la pulsión de muerte, de la identificación al yo del analista, de la contratransferencia? ¿Cómo manejar los afectos en relación a la interpretación? ¿Cómo manejarse entre el deseo y la demanda, si en el circuito electoral el político está impelido a profesionalizarse -a ofrecerse, como el profesional postfordista y "virtuoso" (en el sentido de Paolo Virno), como el que satisface las demandas- y ello ha sido lo que ha atrapado al sujeto en el Discurso Capitalista en el bucle de la servidumbre voluntaria? ¿Cómo manejarse cabe el Inconsciente en lo colectivo? ¿Cómo manejarse en el ámbito de la hermenéutica política y en la dinamización de los afectos, si trabajamos en un ámbito donde es posible el cálculo pero no la exactitud, donde se puede arriesgar una interpretación pero no una garantía de certeza en el sentido? ¿Cómo templar la posición del sujeto supuesto al saber sin la poderorísima arma del silencio?¿Qué posición para "el político" en la lógica de la emancipación que no acabe enmarañada en este iluminismo -"claro que", cuando no hay garantías- y que no le lleve a reprimir el entusiasmo bajo la forma escénica de un narcisismo primordial que lo atrape en las redes de la pulsión de muerte, esto es, de la repetición? ¿Qué activista para esta tarea, qué líder, que pueda orientar una práctica que no cercene el deseo al coagularlo en la demanda, es decir, que no agote su praxis en el intercambio imaginario que supone la telecracia, el espectáculo de las masas reaccionando al estímulo, que cambie la filia "societaria" por la respuesta espectacular de la reacción masiva, estadística, mayoritaria, numérica que sepulte el proceso en la evidencia imaginaria? ¿Qué activista sino uno que sepa negociar con el narcisismo, sí pero también con la compulsión superyoica al éxito convocante entendido como espectáculo, a la reiteración de la demanda? ¿Qué sujeto para la ciudadanía que no acabe en la guillotina o en la concienciación, dos formas de perder la cabeza por la acción del poder, dos formas de la muerte del deseo por cierre del discurso? ¿Qué hacer con la razón que no sea lo de siempre, es decir, acabar por tener que dársela al político o al activista, renunciar a su valor de uso por su valor de cambio?¿Cuál es el valor del silencio del líder, cómo puede aprender a dar la voz y la vez, la palabra y el tiempo, sin usurparlos, cómo aprender a callar a tiempo, a distinguir la acción del acto, el desvelamiento del espectáculo, la revelación de la conversión, el deseo del parloteo?¿Qué forma tomaría en la política la brevedad de las sesiones, el final como intervención, el hiato entre la palabra y la presencia como praxis de la verdad sobre lo real, como orientación a la causa del deseo más allá de los logros puntuales de cada verdad?¿Cómo vérselas con la verdad una por una, sin la garantía de la universalidad objetiva, cómo ser un líder sin ser ejercer de disfraz, de pantalla, de prot-agonista?

Esto, creo que cifra, muchas cosas que a los que llevamos años en el entorno del lacanismo nos hacen dificultad, enigma, en el discurso de Podemos en particular y del populismo como modo de ejercer la radicalidad democrática  en general, y que vemos como la estructura de un peligro: pensamos que no se puede tener una concepción de la libido y de la emancipación que no cuente con el deseo como esencialmente im-pre-decible, la verdad como no toda, la palabra (la parole) como camino a la invención de lo nuevo, como sustracción a la evidencia ontológica. Cómo construir un diálogo del que el sujeto no queda fuera, aunque "malesté", un pensamiento por fuera de los imperativos de la comunicación, del espectáculo, de la euforia mortífera y del éxito escénico. Si no hay un afuera del sentido y del éxito, de la euforia y la claridad como requisito para la acción, nos tememos que el capitalismo se hará con ello. Como, hasta ahora, siempre.

(El fin de la duda no es la confirmación de la existencia, sino posibilidad de topar con una pregunta verdadera. No es pues un final, sino -como ya lo fue para Descartes, pese a sus divulgadores- la posibilidad de un principio. Después de mucho tiempo dudando, he tenido la sensación subjetiva de topar con preguntas que se me antojan, por el momento, adecuadas. Cosas de la lógica del tiempo. Este texto es eso. Ya se me pasará)

domingo, 18 de enero de 2015

Del laicismo, de las pasiones, de la estulticia comunicativa.... (Apuntes sobre el Populismo, 20)

 "Teoría de la literatura: son los clérigos los que apetecen nuestro bien, Dios se limita a amarnos."

  • Occidentales

    • "¿Por qué no reivindicar el orgullo vital de ser occidentales? ¿Por la simple razón de que no tenemos paz de espíritu, de que sufrimos de no ver los sueños encarnados en la evidencia?¿Porque tenemos fiel noticia del mal y nos permitimos reírnos de los dioses? ¿Porque nos sabemos eternamente castigados, y sufrimos y morimos buscando una respuesta del destino, al que hemos elevado a la dignidad de voz del mundo? ¿Porque podemos suicidarnos sin necesidad de matar a nadie? Sí, es cierto, nuestras clases dominantes nos han utilizado como fuerza de choque, o peor aún, como coartada para sojuzgar otros mundos. Pero hemos hecho del deseo una moral y una política. Somos cristianos. Porque Cristo nos da las armas para creer que un Dios puede morir por un humano, porque el cristianismo ha sido el germen necesario para acabar arrumbando a la casta sacerdotal, y porque gracias al cristianismo inventamos la humanidad y la ficción apofántica de ser libres. Dejemos ya de disculparnos por no ser insulsamente felices ni lacayos de algún karma. Somos la pesadilla del mundo, el agujero por el que lo real se yergue desafiante contra la omnipotencia ramplona de los signos. Podemos ufanarnos de la casta y el renombre del heroico descontento.
  • Escribí este poema hará como diez años o más. Hoy, con todo lo que está pasando, me ha parecido oportuno traerlo. No es pensamiento conceptual, sino poético, simbólico. Espero que se reciba como tal. Durante algunos años sostuve que el cristianismo era la única religión que abría sus creyentes la posibilidad del ateísmo. Supongo que era cosa de la kenosis y de mis lecturas finiseculares de Zizek, Badiou, Vattimo sobre el tema. No había vuelto a pensar en ello. Supongo que era una exageración porque algunos de los más egregios ateos, de los que más admiro, eran de origen judío como Freud o Marx. Yo llegué a interesarme, y mucho, por la teología cristiana desde Lacan. Lo que veía muy difícil, y era algo que había que pensar en la primera década del siglo, era que se pudiera llegar al ateísmo verdadero desde el Islam. Toca volver a pensar en todo ello. Dios nos había dejado tranquilos unos años. Tal vez ha pensado que demasiada realidad es peligrosa y ha decidido intervenir. No importa mucho bajo que nombre. La cuestión es distraernos. (16 de enero de 2015, en facebook)
La incredulidad de Santo Tomás (Caravaggio, 1602)

  • "Magnífico artículo de Zizek. El problema de las pasiones creo que radica precisamente en la posibilidad, más que manifiesta en muchos casos, de que no sean más que el semblante de la pulsión de muerte. Lo que debe hacer -entre otras muchas cosas- la izquierda es tener en cuenta que la pasión, sobre todo la que conduce a la euforia y las grandes identificaciones, puede no ser más que un disfraz de la pulsión de muerte. Yo creo que es eso precisamente lo que lleva a Zizek a parar en un punto dado, a no llevar más allá su desarrollo. Lo que no debemos olvidar, creo yo, es que no hay verdadera rectificación subjetiva si desde la izquierda no articulamos una respuesta radical que permita el atravesamiento de la miseria actual -lo que Jorge Alemán llamó "estar a solas con la pulsión del muerte"- para cada cual distinto de las identificaciones masivas en la euforia. Ahí la religión, en tanto que no necesita pruebas, tiene siempre las de ganar. La izquierda ha de pensar en trabajar con el vacío subjetivo para no ir creando sucedáneos de la emancipación. El laicismo tiene que inventar una respuesta radical a la pulsión de muerte, que tan bien saben saben manejar las religiones, que supere el puro trabajo conceptual, que inscriba en lo real la posibilidad de un nuevo sujeto como su respuesta. Claro que hay que inventar un nuevo significante, pero sobre todo hay que inventar un nuevo lugar para que el sujeto pueda trabajar con él en la cesión del goce, y no a su favor. Es decir, para que pueda negociar con la pulsión por fuera de las identificaciones y, consecuentemente, por fuera de las significaciones socialmente administradas. (Dejo la breve reflexión que yo hice el otro día (y que tengo la intención de ampliar) Y ésta, que hice hace unas cuantas semanas, creo que también puede venir a cuento....) 
  • (Lacan dice que el dispositivo psicoanalítico es un "dispositivo de cesión del goce". Justo al contrario que las religiones que fomentan la culpa que engorda al Superyó y que obliga al sujeto a seguir gozando. De hecho, si no recuerdo mal, dice que es el único. Lo extraño del psicoanálisis es que no está para fomentar el goce, la pulsión de muerte. Yo creo que Laclau y Mouffe se dejaron mucho Lacan en el tintero, precisamente porque no encontraron la fórmula para articular al último Lacan, al Lacan de lo real ni con la retórica general ni con el antagonismo. No es una descalificación, sino una crítica, una invitación a seguir pensando. En mi opinión, y hasta donde voy conociendo su pensamiento, la conceptualización Laclauiana del Populismo, "deja mucho que desear" (entiéndase la frase en sentido literal y no en el habitual, por favor)). (12 de enero de 2015, en facebook)

  • Humildemente: blasfemar no tiene nada que ver con meterse con las creencias de nadie. Y menos con los creencias del otro. No se puede ser un buen blasfemo sino se cree en el dios al que se impreca. En buena medida, una blasfemia es un acto pasional. La blasfemias lexicalizadas no cuentan, son pura interjección sin semántica. La treta de Francisco es clara en ese aspecto. Prohibir la blasfemia implica cargarla de sentido, deslexicalizarla, semantizarla y en última instancia ontologizar su objeto. Prohibir la blasfemia es atraer creyentes. Lo que estamos aquí es confundendo blasfemar con insultar las creencias del otro, que es lo que han hecho las religiones toda la vida. El cristiano contra Alá, el mahometanto contra la cruz.
  •  Tendríais que haber oído las carcajadas de un buen amigo inglés cuando le expliqué que en castellano para "beat someone" decíamos darle una hostia. Cómo vamos a perder semejante acervo. Eso es cultura católica.
  •  (16 de enero de 2015, en facebook. A cuenta de unas declaraciones del Papa)

  • 'Si gobernamos y se plantea quitar la Semana Santa, los ciudadanos decidirán'. Es lo que tienen los loros, guiñoles repetivos. "Fascista, no. Por Dios. Es que a mí las etiquetas no me gustan, ¿sabe? Yo me considero una ciudadana normal. No me encuadro en ninguna ideología concreta." "Apostamos por la centralidad del tablero. Tenemos un discurso transversal. Nuestro proyecto ha nacido para dar respuesta a las necesidades de la gente normal. Yo no soy una política profesional y por eso no hablo de izquierdas y derechas. Ese discurso está un poco antiguo. Yo lo que quiero es que la gente tenga vivienda, trabajo y sus necesidades básicas cubiertas." He leído estas declaraciones y me he ido directamente a ver las candidaturas. En efecto, en Sevilla, CQP copaba los 25 puestos del consejo. Avalancha de votos -el otro día leí a uno de los ideólogos de segunda fila de Claro Que Podemos, que ya está en dos de Consejos Ciudadanos, por cierto con listas de CQP que en ambos casos copaban todos los puestos, decir que eso de las avalanchas era una tontería porque no sé quién había hecho un collage con fotos- y sale esta señora. No sabe más que repetir el guión y cuando le hacen una pregunta concreta por su ámbito local, que es precisamente su competencia, sale con cosas como lo de la Semana Santa. Es el problema de los loros de repetición, que llegan a las listas apadrinados por su fidelidad al lider. A esta mujer le hubieran preguntado "¿Y si gana Podemos, las personas tendrán que morirse al final de su vida?" Y ella hubiera contestado: "Lo que diga la gente, que yo no soy ni de derechas ni de izquierdas, que soy muy normal" ¡Cuánto agradezco que ni CQP ni ninguna otra canditatura a mi ciudad ofreciera una lista para copar los 25 puestos del consejo! Es tan sencillo como evitar la opción de un solo click y darle la oportunidad al elector -crearle la necesidad, si se quiere, que aquí son sinónimos- de ir candidato por candidato, de leer, de valorar, de juzgar, de responsabilizarse de su elección. Ésa es la mejor manera de evitar trolls, si no de forma absoluta, sí de minimizar el riesgo y que te salga alguien diciendo la sarta de topicazos que dice esta señora en una entrevista y que muestra que en su vida ha pensado nada por su cuenta.
    No, miren. Lo del voto en avalancha no es ninguna tontería. Y si puedo mirar a la gente a la cara y decir que estoy en Podemos en Valencia, esté más o menos de acuerdo con unos candidatos electos que con otros, es porque aquí ha habido que vigilar a quién se ponía, aunque se hayan colado algunos, como ya advertí.
    No quiero pensar que llegue un día en que la gente ponga la misma cara cuando se oigan la frasecita de "la gente normal" y de "la centralidad del tablero" que la que ponemos ahora todos cuando nos hablan de "pagos en diferido", de que "no se quién es de ETA" o de aquello de la "movilidad exterior". Y podría pasar. (13 de enero de 2015, en facebook)
  •  “Dios mío, Señor mío, haced que el diablo mantenga su palabra”Charles Baudelaire