"Teoría de la literatura: son los clérigos los que apetecen nuestro bien, Dios se limita a amarnos."
Occidentales
- "¿Por qué no reivindicar el orgullo vital de ser occidentales? ¿Por la simple razón de que no tenemos paz de espíritu, de que sufrimos de no ver los sueños encarnados en la evidencia?¿Porque tenemos fiel noticia del mal y nos permitimos reírnos de los dioses? ¿Porque nos sabemos eternamente castigados, y sufrimos y morimos buscando una respuesta del destino, al que hemos elevado a la dignidad de voz del mundo? ¿Porque podemos suicidarnos sin necesidad de matar a nadie? Sí, es cierto, nuestras clases dominantes nos han utilizado como fuerza de choque, o peor aún, como coartada para sojuzgar otros mundos. Pero hemos hecho del deseo una moral y una política. Somos cristianos. Porque Cristo nos da las armas para creer que un Dios puede morir por un humano, porque el cristianismo ha sido el germen necesario para acabar arrumbando a la casta sacerdotal, y porque gracias al cristianismo inventamos la humanidad y la ficción apofántica de ser libres. Dejemos ya de disculparnos por no ser insulsamente felices ni lacayos de algún karma. Somos la pesadilla del mundo, el agujero por el que lo real se yergue desafiante contra la omnipotencia ramplona de los signos. Podemos ufanarnos de la casta y el renombre del heroico descontento.
- Escribí este poema hará como diez años o más. Hoy, con todo lo que está pasando, me ha parecido oportuno traerlo. No es pensamiento conceptual, sino poético, simbólico. Espero que se reciba como tal. Durante algunos años sostuve que el cristianismo era la única religión que abría sus creyentes la posibilidad del ateísmo. Supongo que era cosa de la kenosis y de mis lecturas finiseculares de Zizek, Badiou, Vattimo sobre el tema. No había vuelto a pensar en ello. Supongo que era una exageración porque algunos de los más egregios ateos, de los que más admiro, eran de origen judío como Freud o Marx. Yo llegué a interesarme, y mucho, por la teología cristiana desde Lacan. Lo que veía muy difícil, y era algo que había que pensar en la primera década del siglo, era que se pudiera llegar al ateísmo verdadero desde el Islam. Toca volver a pensar en todo ello. Dios nos había dejado tranquilos unos años. Tal vez ha pensado que demasiada realidad es peligrosa y ha decidido intervenir. No importa mucho bajo que nombre. La cuestión es distraernos. (16 de enero de 2015, en facebook)
La incredulidad de Santo Tomás (Caravaggio, 1602) |
- "Magnífico artículo de Zizek. El problema de las pasiones creo que radica precisamente en la posibilidad, más que manifiesta en muchos casos, de que no sean más que el semblante de la pulsión de muerte. Lo que debe hacer -entre otras muchas cosas- la izquierda es tener en cuenta que la pasión, sobre todo la que conduce a la euforia y las grandes identificaciones, puede no ser más que un disfraz de la pulsión de muerte. Yo creo que es eso precisamente lo que lleva a Zizek a parar en un punto dado, a no llevar más allá su desarrollo. Lo que no debemos olvidar, creo yo, es que no hay verdadera rectificación subjetiva si desde la izquierda no articulamos una respuesta radical que permita el atravesamiento de la miseria actual -lo que Jorge Alemán llamó "estar a solas con la pulsión del muerte"- para cada cual distinto de las identificaciones masivas en la euforia. Ahí la religión, en tanto que no necesita pruebas, tiene siempre las de ganar. La izquierda ha de pensar en trabajar con el vacío subjetivo para no ir creando sucedáneos de la emancipación. El laicismo tiene que inventar una respuesta radical a la pulsión de muerte, que tan bien saben saben manejar las religiones, que supere el puro trabajo conceptual, que inscriba en lo real la posibilidad de un nuevo sujeto como su respuesta. Claro que hay que inventar un nuevo significante, pero sobre todo hay que inventar un nuevo lugar para que el sujeto pueda trabajar con él en la cesión del goce, y no a su favor. Es decir, para que pueda negociar con la pulsión por fuera de las identificaciones y, consecuentemente, por fuera de las significaciones socialmente administradas. (Dejo la breve reflexión que yo hice el otro día (y que tengo la intención de ampliar) Y ésta, que hice hace unas cuantas semanas, creo que también puede venir a cuento....)
- (Lacan dice que el dispositivo psicoanalítico es un "dispositivo de cesión del goce". Justo al contrario que las religiones que fomentan la culpa que engorda al Superyó y que obliga al sujeto a seguir gozando. De hecho, si no recuerdo mal, dice que es el único. Lo extraño del psicoanálisis es que no está para fomentar el goce, la pulsión de muerte. Yo creo que Laclau y Mouffe se dejaron mucho Lacan en el tintero, precisamente porque no encontraron la fórmula para articular al último Lacan, al Lacan de lo real ni con la retórica general ni con el antagonismo. No es una descalificación, sino una crítica, una invitación a seguir pensando. En mi opinión, y hasta donde voy conociendo su pensamiento, la conceptualización Laclauiana del Populismo, "deja mucho que desear" (entiéndase la frase en sentido literal y no en el habitual, por favor)). (12 de enero de 2015, en facebook)
- Humildemente: blasfemar no tiene nada que ver con meterse con las creencias de nadie. Y menos con los creencias del otro. No se puede ser un buen blasfemo sino se cree en el dios al que se impreca. En buena medida, una blasfemia es un acto pasional. La blasfemias lexicalizadas no cuentan, son pura interjección sin semántica. La treta de Francisco es clara en ese aspecto. Prohibir la blasfemia implica cargarla de sentido, deslexicalizarla, semantizarla y en última instancia ontologizar su objeto. Prohibir la blasfemia es atraer creyentes. Lo que estamos aquí es confundendo blasfemar con insultar las creencias del otro, que es lo que han hecho las religiones toda la vida. El cristiano contra Alá, el mahometanto contra la cruz.
- Tendríais que haber oído las carcajadas de un buen amigo inglés cuando le expliqué que en castellano para "beat someone" decíamos darle una hostia. Cómo vamos a perder semejante acervo. Eso es cultura católica.
- (16 de enero de 2015, en facebook. A cuenta de unas declaraciones del Papa)
- 'Si gobernamos y se plantea quitar la Semana Santa, los ciudadanos decidirán'. Es lo que tienen los loros, guiñoles repetivos. "Fascista, no. Por Dios.
Es que a mí las etiquetas no me gustan, ¿sabe? Yo me considero una
ciudadana normal. No me encuadro en ninguna ideología concreta."
"Apostamos por la centralidad del tablero. Tenemos un discurso
transversal. Nuestro proyecto ha nacido para dar respuesta a las
necesidades de la gente normal. Yo no soy una política profesional y por
eso no hablo de izquierdas y derechas. Ese discurso está un poco
antiguo. Yo lo que quiero es que la gente tenga vivienda, trabajo y sus
necesidades básicas cubiertas." He leído estas declaraciones y me he ido
directamente a ver las candidaturas. En efecto, en Sevilla, CQP copaba
los 25 puestos del consejo. Avalancha de votos -el otro día leí a uno de
los ideólogos de segunda fila de Claro Que Podemos, que ya está en dos
de Consejos Ciudadanos, por cierto con listas de CQP que en ambos casos
copaban todos los puestos, decir que eso de las avalanchas era una
tontería porque no sé quién había hecho un collage con fotos- y sale
esta señora. No sabe más que repetir el guión y cuando le hacen una
pregunta concreta por su ámbito local, que es precisamente su
competencia, sale con cosas como lo de la Semana Santa. Es el problema
de los loros de repetición, que llegan a las listas apadrinados por su
fidelidad al lider. A esta mujer le hubieran preguntado "¿Y si gana
Podemos, las personas tendrán que morirse al final de su vida?" Y ella
hubiera contestado: "Lo que diga la gente, que yo no soy ni de derechas
ni de izquierdas, que soy muy normal" ¡Cuánto agradezco que ni CQP ni
ninguna otra canditatura a mi ciudad ofreciera una lista para copar los
25 puestos del consejo! Es tan sencillo como evitar la opción de un solo
click y darle la oportunidad al elector -crearle la necesidad, si se
quiere, que aquí son sinónimos- de ir candidato por candidato, de leer,
de valorar, de juzgar, de responsabilizarse de su elección. Ésa es la
mejor manera de evitar trolls, si no de forma absoluta, sí de minimizar
el riesgo y que te salga alguien diciendo la sarta de topicazos que dice
esta señora en una entrevista y que muestra que en su vida ha pensado
nada por su cuenta.
No, miren. Lo del voto en avalancha no es ninguna tontería. Y si puedo mirar a la gente a la cara y decir que estoy en Podemos en Valencia, esté más o menos de acuerdo con unos candidatos electos que con otros, es porque aquí ha habido que vigilar a quién se ponía, aunque se hayan colado algunos, como ya advertí.
No quiero pensar que llegue un día en que la gente ponga la misma cara cuando se oigan la frasecita de "la gente normal" y de "la centralidad del tablero" que la que ponemos ahora todos cuando nos hablan de "pagos en diferido", de que "no se quién es de ETA" o de aquello de la "movilidad exterior". Y podría pasar. (13 de enero de 2015, en facebook)
- “Dios mío, Señor mío, haced que el diablo mantenga su palabra”Charles Baudelaire
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