viernes, 25 de noviembre de 2016

Un minuto de sensibilidad

Vaya por delante, el textito que compartí en Facebook nada más saber que Rita Barberá había muerto. Lo copio para compartirlo también con los lectores de esta columna que no usáis las redes sociales:
“Nunca voy a mostrar alegría por la muerte de nadie. Serán cosas de mi biografía. La muerte me tocó cerca de modo bárbaro desde muy joven y veo siempre su faz trágica.Con la muerte no hay juego. Ni siquiera el de tronos. Pero esta muerte, la de Rita Barberá, sólo tiene una lectura: ¡qué miserable es Rajoy!, que la dejó morir, ya no sólo metafóricamente. La muerte de Rita pone a Rajoy, que hizo su fortuna y carrera sobre los hombros de estos corruptos, a la altura de un Fouché. El segundón mediocre, avieso y criminal es aquí el jefe de todos ellos. Y no lo olvidemos: no es en la izquierda, ni entre los populistas, ni entre los valencianistas perseguidos por esta señora donde esto se va a celebrar con cava, por supuesto, no catalán. Donde de verdad están felices con toda su bestial mediocridad es en Génova 13 y en Quart 102. Ojalá alguno se ahogue con su propias babas.
Una simple petición. No me gustaría ver chistes ni comentarios cebándose con la muerta en los muros de mis amigos decentes, y menos de los valencianos que fuimos blanco de su soberbia, su codicia, su inhumanidad y su desprecio. Morir en Madrid y en un hotel (qué expresivo y simbólico es el destino a veces) es castigo suficiente. No. Guardemos un respetuoso silencio que nos permita escuchar lo miserable que es su partido y sus correligionarios en toda su dimensión y en todos sus matices. Que nos permitan oír el tintineo aliviado de sus copas de espumoso de cuarta categoría o champañ francés. Ya vigilaremos que no lo hayan cargado al erario público. En política, lo más indecoroso y vil es ser un superviviente. Y Mariano, no lo olvidemos, es la peor yerba de todas las yerbas que nunca mueren.
Ps: Ah, y yo al juez que vaya a levantar el cadáver le rogaría que no permita que lo inhumen demasiado pronto. A lo mejor hay alguna huella de miedos y ambiciones en él. Nos quedaríamos todos más tranquilos si eso se verificara….”

El texto está fechado a las 9,18 del mismo 23 de noviembre, esto es, antes de que la cúpula paulo-errejonista de Podemos se empeñara en protagonizar el fatídico, impropio e indigno minuto de silencio a una alcaldesa que hasta el día anterior había sido el símbolo más preclaro de la corrupción en el PP. Y más, como se ha repetido hasta la saciedad, cuando el Congreso de los Diputados no tiene por norma celebrar estos sentidos homenajes por nadie.

Hubo una controversia sobre cómo interpretar este minuto. ¿Condolencia, homenaje…? Yo propongo una dicotomía de corte más semiótico y retórico. Todo el mundo se empeñó en considerarlo una metáfora. Un minuto de silencio sería la expresión (el vehículo) de un sentimiento de respeto, duelo, solidaridad (tenor). Yo, sin embargo, creo que es mejor si se considera sintagmática, metonímicamente, esto es, como una sinécdoque (la parte por el todo): en efecto, ese breve minuto de silencio no era más que una condensada y mínima expresión celebratoria del silencio eterno que iba a guardar la difunta y que tanto alivio (mejor que orgullo) y satisfacción causaba en las bancadas del PPCS, con el apoyo del Psoe de Antonio Hernando y Javier Fernández  que, desnortado como anda tras todas sus traiciones, está dispuesto a servir de lacayo del establishment (formerly known as “casta”) cada vez que haga falta.

Teniendo en cuenta su trayectoria, sus últimas actitudes, la expulsión de su propio partido y la extrema crueldad y desprecio con que la había tratado éste en los que a la postre han sido sus últimos tiempos y que había supuesto la renuencia de la familia a que la dirección del PP hiciera acto de presencia en el sepelio, ¿la actitud de Podemos representó una falta de consideración y sensibilidad? No tengo ninguna duda. Una falta de sensibilidad enorme. ¿Con la difunta? Ni me lo planteo, ni me interesa especialmente, ni –como dije a bote pronto al conocer su fallecimiento- creo que haya que hacer nada más por la difunta que dejarla gestionar su inagotable eternidad en una soledad inmensa, que no es sino una prolongación de la que le propinó su antiguo partido.
El gesto de Podemos fue una inmensa falta de sensibilidad (no digo de respeto, que es otra cosa) con los valencianos. Vencer a esta señora, el más logrado ejemplo de demagogia populista de derechas en todo el Estado Español, con todo el clientelismo folclórico y reaccionario que había generado, nos costó a los demócratas y valencianistas un cuarto de siglo. Y ahora que estaba desprestigiada, abandonada, vencida va y la torpeza de la cúpula paulo-errejonista, en un gesto de cutre eticismo asambleario propio de la más caduca izquierda identitaria que tanto han criticado va y la convierte en una especie de víctima de esa misma izquierda. Instantánea fue la reacción de la caverna y del aparato del PP en reputarla como perseguida y acosada por las viles hordas rojas. Eso lo fue durante 25 años, señores, pero lo que la ha llevado a la tumba es la brutal tristeza de ser negada, despreciada, expulsada y apartada por sus correligionarios en uno de los actos de insolidaridad mezquina más execrables que recuerdo. Ahí está ese salvaje de Rafael Hernando echando espumarajos por la boca (curioso que haya dos Hernandos comandando el bipartidismo en el Congreso y uno sea tan áspero y el otro tan blandito) y defendiendo, ahora que está callada para siempre, a “una de las nuestras”.

La posición de la cúpula de  Podemos torna prístina la en otros momentos tenue y difusa distinción entre narcisismo y soberbia. Ésta última, y no ya el narcisismo, es el gran hándicap que carga a sus espaldas el dogmatismo laclausiano-mouffiano-errejonista. Tan convencidos están de que no hace falta escuchar al pueblo, porque ellos ya tienen todo el saber necesario sobre ese pueblo basándose en sus ecuaciones y algoritmos hegemono-populistas, que actúan de espaldas a él sin ningún tipo de reparo, convencidos de que sus gestos van a ser entendidos “exactamente” como ellos los planean. De comunicación, ni idea. Lo he dicho siempre.
El gran pánico que me asola es que la hegemonía progresista y valencianista que ahora tenemos en el País Valenciano sea flor de un día, porque la demagogia derechista y centralista del PP está siempre acechando y esperando para lanzarse al cuello de la democracia, el valencianismo y el progreso sin el peso de ningún lastre moral. Haber contribuido a hacer aparecer a la antigua alcaldesa como una víctima de extrañas maquinaciones izquierdistas es un flaco favor que me hace pensar si el errejonismo –en el País Valenciano no hay prácticamente otra cosa en Podemos-, con sus pésimos cálculos de laboratorio, no pueda llegar a ser el peor enemigo de una opción perdurable de progreso en esta tierra.
Bien sé que Compromís (Ribó y Oltra, esencialmente ) se están llevando muchos palos desde el nacionalismo por no ser más combativos y radicales en su valencianismo de izquierdas. Se puede discutir en otro momento. Pero lo que tengo claro, es que están mucho más pegados a esta tierra que la cúpula podemita de tierra adentro y sus lacayos en estas riberas del Mediterráneo. Por eso se quedaron en el Congreso y abrieron el Ayuntamiento al barberismo. La lucha, día a día, no con gestos extremistas, anti-radicales e histriónicos para convertirse en noticia en vez de la noticia y que pueden reavivar un pasado sólo momentáneamente derrotado.

Si se trataba de transversalidad, queridos, no hay nada más transversal que la muerte. La muerte con su componente de “real” que una cúpula como la de Podemos, con su mentalidad política de video-game, no puede vislumbrar. La muerte es una suspensión del sentido y la razón que, ante ellam no pasan de ser meras bagatelas humanas. Basta de decisioncitas de celulilla mediático-leninista que me muestran cada vez con más evidencia que Pablo Iglesias Turrión está siendo un títere descabezado en manos de su camarilla, que siempre tiene la última palabra en esta filosofía del evento. It’s death, stupid! Y con eso no se juega. Hubiera sido mucho más inteligente quedarse como testimonio de disidencia y criticar duramente la hipocresía rivero-rajoyista al terminar ese minuto, que contribuir al silencio eterno ausentándose y provocando el ensordecedor ruido de las auto-justificaciones después. Los valencianos tenemos mucho miedo de ciertas resurrecciones y vuestra torpeza –tan insensible con las necesidades de los valencianos, como nos pasa siempre con los partidos españoles- ha contribuido mucho a ellas. Sic transit gloria mundi.

Original en VLC Noticias

viernes, 11 de noviembre de 2016

Apuntes sobre el post-populismo.

Son todo observaciones hechas en las redes sociales entre el 11 de septiembre y hoy. Como son dos meses, ha habido varias columnas y textos monográficos por el medio, que anotaré y enlazaré en cada bloque. Durante meses, publiqué una serie de entradas en este blog bajo el epígrafe de Apuntes sobre el Populismo. El título la actual pues, es un recuerdo de aquellas con su miajita de sarcasmo y mala leche.

Las elecciones de los yanquis.

  • Sols per castelloneros. (M'ho han passat els meus estudiants) (10 de noviembre) 


  • Más grima que #Trump me da escuchar a bloque gubernamental (peperos, sociatas y riveritos) hablando de lo execrable que es el populismo. (9 de noviembre) 

  •  Tras Trump. Entrada aparte (9 de noviembre).

  • Si no es tras una transformación radical del sistema, un cambio a mejor es prácticamente imposible. A peor, no. Hoy he oído en la radio esta definición de las elecciones norteamericanas: Un candidato que odia todo el mundo contra una candidata que no le gusta a nadie. No es algo anecdótico. It's capitalism, stupid! (8 de noviembre) 


  • No se trata de apoyar a un candidato o a otro. No se trata de abstenerse de votar. Lo verdaderamente subversivo es abstenerse de opinar. Porque quien se abstiene de opinar se da tiempo para pensar. Para un pensamiento que se no se confunde con el cálculo del éxito o el fracaso, del bien o del mal. Opinar es alienarse del pensamiento siempre, porque es defender como propio un pensamiento del Otro. Y eso es poner al Otro el en lugar del amo. El silencio, sin embargo, es el primer paso para ubicar a ese Otro en el campo del deseo. Que gane quien quiera en todos los comicios en marcha. Gigantescos o minúsculos. Ningún candidato es el mío, porque como me dijo alguien una vez, "yo no soy de los nuestros". Lo peor de todo es la compulsión a ver la verdad anidando en el ruido. No suele estar allí. Pero vaya usted a saber. Que vaya le digo, hombre (o mujer). (8 de noviembre)
 
  • Me van ustedes a perdonar pero yo no veo gran diferencia entre apoyar #Trump contra #Clinton o haber apoyado a Blas Piñar en los 80 españoles, porque Suárez no te parecía de fiar. Las razones vienen a ser las mismas, evidentemente. Un pan como unas hostias, vamos. Para apoyar a Trump desde supuestas posiciones "populistas de izquierda" lo que hay que ser es muy bruto. Y muy mezquino. Me da igual que lo apoye Zizek o la supuesta intelligentsia de la candidatura madrileña "Adelante Podemos", que ahora parecen dispuestos a defenestrar a Iglesias y Monedero después de estar donde están habiendo chupado rueda. Lo siento, pero apelo a la “comunidad de goce”: a mí Trump me repugna. Por machista, por zafio, por violento, por derechista, por belicista, por fascista, por xenófobo, por guarro. Como Piñar, Millán Astray, Girón de Velasco y tantos otros (quien no conozca estos nombres, la Wikipedia). No necesito muchos más argumentos.
    El bipartidismo es ante todo un simulacro liberal del capitalismo. Y tomar partido por uno de los bandos bipartidistas creyendo que puede desbordarlo es torpe. O criminal, según se mire. Porque no hay mayor crimen en política que la ingenuidad y su principal corolario, el simplismo abocado al fascismo. Contrariamente a lo que algunos pretenden vender, Trump no es la encarnación de una respuesta espontánea al malestar popular, sino una respuesta del establishment para encauzar el descontento hacia supuestos ultra neoliberales. Trump está perfectamente programado, su zafiedad y su gloria, para perpetuar el sistema, no tiene intención ninguna de desbordarlo. Simplemente, si gana, ante cualquier brutalidad que se le ocurra -cuyas víctimas serán las mismas que se atribuyen al pasado de la Secretaria de Estado Clinton y todas las que le venga en gana añadir- tendrá su programa y sus antecedentes personales refrendados por un electorado como mejor aval ante la mayoría.
    (Por cierto, si alguien piensa que estoy "apoyando" a Clinton -quién coño soy yo, o cualquier españolito, para apoyarla o dejarla de apoyar- va tan encaminao como si cree que este post es una declaración de simpatía por Suárez, Iglesias o Monedero, que también los he nombrado arriba) (8 de noviembre)

Podemos, su cúpula, sus elecciones, sus pantomimas.

  •  Parece que Espinar y Juntas Podemos han ganado las elecciones de Podemos Madrid. Me alegro. Sinceramente. Sobre todo porque les apoya mucho de lo mejor que quedó en Podemos. Ahora a ver lo que les dejan hacer y si hay alguna diferencia. Lo dudo. Pero, como siempre con Podemos, espero de todo corazón equivocarme. Ya me parece sorprendente que haya ganado la opción menos a la derecha -menos apadrinada por el establishment- en un partido político español. Simplemente -entiendan que si no, no sería yo- permítaseme anotar un párrafo de mi columna de hace un mes:
    " Errejón sin Pablo Iglesias no es nadie y supongo que él lo sabe, aunque igual su prepotencia y sus algoritmos laclauianos se lo impiden ver. Se daría un batacazo considerable si es así. Eso en Podemos lo sabíamos todos, hasta los más críticos disidentes (cuando los había en Podemos), podíamos cuestionar el modelo organizativo, la estrategia o los fines políticos de Podemos, pero jamás quién había de ser el líder. Cuando la información se convierte en campo único de enunciación, y por tanto en puro espectáculo –agonístico, en el caso de la política- el branding es vital."
    Toda derrota del errejonismo -como lo sería toda derrota de Susana Díaz, por ejemplo- son buenas para España. De eso estoy firmemente convencido. (11 de noviembre)
  • Sobre el apoyo de Monedero, Iglesias y otros miembros de cecupé a Juntas Podemos, sólo recordar lo ferozmente que atacaron a quienes defendieron en Vistalegre (incluidos Miguel Urban, Teresa Rodríguez y Pablo Echenique, junto a muchos otros) lo que ahora dicen ellos defender. Monedero es a Podemos lo que Trump a América: una herramienta de las élites para tener sofocado, amarrado y controlado el descontento sin que en el fondo nada cambie. Punto. Me permito compartir mi columna de cuando dimitió hace año y medio, como muestra de que ya se le veía venir. La dejo en comentario junto con una de ayer mismo de él, para que se compare con lo que yo preveía entonces. Nunca habrá un Podemos de la gente, el derrotado por las planchas de Vistalegre, si la cúpula cecupina no da un paso atrás. Con ellos al mando, imposible. (19 de noviembre)
  •  Oyendo en ARV el magnífico diagnóstico de la victoria de Trump que ha hecho Pablo Iglesias he pensado que si no fuera por el crimen ominoso contra la radicalidad democrática que perpetró en Vistalegre, demostrando que estaba tan interesado en acallar al pueblo y pillar cacho del pastel como la casta más casta y el establishment más establishment, si no fuera por su afición al enchufe, al fichaje y a las listas plancha, si no fuera por cómo mandó a sus matones y palmeros a insultarme y perseguirme, como a tantos otros, por no reírle esas gracias organizativas autoritarias y protestar por cómo laminó a las bases y a los círculos poniendo a figurones fichados y trepas varios en sus listas, ese chico podría haber sido fácilmente mi líder. Lástima. Que esos mismos figurones y enchufados que se criaron bajo sus faldas ahora lo estén laminando y traicionando arteramente con la ayuda de la prensa del régimen, según parece, no me consuela ni me redime al personaje.
    (En la foto, el cadáver de César en brazos de Marco Antonio en la magnífica versión de Shakespeare que firmó Joseph Leo Mankiewicz) (9 de noviembre)
     
  • Le robaron a la gente lo que no debía haber tenido más dueño que la gente porque decían que ellos lo tenían claro. Verlos andar a cuchilladas entre ellos como antes lo estuvieron con cualquiera que cuestionó sus ansias de poder y sus métodos, no me consuela. Pero un poquillo de risa sí me da, la verdad. (8 de noviembre)
  • Un Madrid que no es el neoliberal. Un Madrid que no es el transversalyupipopulista de los errejonianos. Un Madrid con el que España no sería para tantos un infierno. (8 de noviembre)
    •  
  • Errejonismo es estado puro.   (7 de noviembre)
    •  
 
  • Clinton y Espinar.  Columna VLCNoticias (5 de noviembre)
  •  Es que de lo del piso de Espinar pienso lo mismo que del Nobel a Dylan y con la misma contundencia y convicción lo afirmo #medaigual #nsnc   (2 de noviembre, Twitter)
  • El piso de Ramón Espinar. Los correos de Hillary Clinton. ¿Por Dios, en qué milenio estamos en el tercero o en el #CuartoMilenio ? (2 de Noviembre, Twitter)


  • Por cierto, el argumentario del Psoe para facilitar la investidura ha sido la prioridad de la componente instituyente (hace falta un gobierno para que pueda haber oposición) sobre la destituyente (tenemos una gran oportunidad de acabar con el régimen del 78 derrotando definitivamente a su componente franquista) en el proceso político. No sé de qué me suena. Igual de miles de voces (eso sí, no contábamos con la enorme ventaja de tener un líder carismático que nos "unificara" y nos indujera al empoderamiento macarra y chulesco, como a los cecupé-adelantistas) que llevábamos advirtiendo a Podemos que por sacar algunos diputados no se podía zanjar la cuestión de la legitimidad de las demandas de la multitud y que no eran demandas populares si la representación ahogaba, una vez más, la acción política popular. Eso, “olvídate ya de intervenir y de pensar por tu cuenta, masa-audiencia, ¿que no ves que ya hemos conquistado la fase instituyente y ahora nos encagamos nosotros?” no era populismo era guruismo mediático.
    Bueno, no sé si ahora que ya se ha visto quiénes son los amos del cotarro institucional-mediático (el tablero, vamos) -González, Rajoy y Cebrián, haciendo ostentación de un poder inmenso (coño, me ha sorprendido hasta a mí, que estaba perfectamente avisado, sobre todo por el cinismo y la impudicia escandalosa con la que se han atrevido a implementarlo)- jugar a:
    1) fingir que se intenta reactivar los círculos y aliarse con IA para buscar una “militancia activista” cuando se han pasado dos años culpando a los activistas y sus maneras de tener “resultados electorales inferiores a los esperados”. No se me olvidan los comentarios de cierto, hoy, diputado por Barcelona poniendo a caer de un burro a Teresa Rodríguez por los resultados en las andaluzas;
    2) fingirse muy interesado en la convocatoria “Rodea el Congreso”;
    3) simular un enfrentamiento interno para fidelizar por igual al dispositivo posturas antagónicas (eso es el bipartidismo turnista en esencia) entre un gran líder iracundo y sanguíneo con coleta (a lo Khal Drogo) y otro más pequeñito y conciliador con el enemigo, con fama de fino estratega (como un Tyrion Lannister con gafitas gramscianas).
    servirá realmente para algo. Si no hay un cambio epistémico y político radical, que sólo puede ser incoado por un cambio profundo del modelo organizativo, no veo que la cosa vaya a servir para nada, excepto para marear la perdiz y proclamarse “instituyente” o “destituyente” o ambas cosas a la vez según los vientos del márketing electoral soplen. Pablo, querido, los epílogos pueden ser muy largos. Visto con perspectiva, el lapso que va de Maquiavelo a Robespierre puede ser considerado un epílogo del feudalismo.

    En fin, voy a acabar con una autocita, que sé que a algunos les molesta mucho:
    “El problema de una ciencia política sin atención a los media es que acaba siendo algo así como ponerse a jugar ignorando a la banca, que es quien reparte las cartas y estructura finalmente la partida. La retórica general de Laclau es una gran herramienta, pero sin tener en cuenta los procesos semióticos, textuales y mediáticos en los que esta batería de recursos deviene enunciado material y concreto puede poner a los científicos políticos a revisar continuamente sus ecuaciones a ver qué ha fallado. O a interpretar como excrementos de paloma el fondo de radiación de microondas que generó el Big Bang, por intentar aprender la lección de un notable episodio de la Historia de la Física.”

    Ya sé que esto del “ya te lo dije” a algunos les molesta mucho. No hace falta que me lo repitáis, ya lo habéis hecho muchas veces. (30 de octubre)

  •  Visto el resultado de las elecciones internas en Madrid, con Podemos ya me está pasando lo que lleva pasándome treinta y tantos años con el Psoe: tener la sensación enojosa, tras cada inminencia, tras cada simulacro de avance o cataclismo, de que, pase lo que pase que digan que está pasando, siempre van a ganar los malos. Siempre. Puede ser que lo sorprendente sea ver por una vez, tras todos los cecupistas paseos triunfales que se dio entre 2014 y 2015, a Pablo Iglesias en el bando perdedor. Lo cual me demuestra que, por muy populista que se crea ser, el líder no deja de ser un simple instrumento del sistema, que es el que gana siempre. Si quiere volver a ganar, no le tocará otro remedio que pactar y repactar una y otra vez con los triunfadores. Siempre gana el sistema. El capitalismo. El partido y sus barones. Agota. Temía una militancia “izquierdista identitaria clásica” y por eso prefirió la telecracia. Ahí están los resultados. Volverá a la cresta de la ola, pero es que la ola que tendrá que surfear (le debo a FB esta metáfora) se llama errejonismo que es la versión podemita del felipismo sociata y la levanta el mismo viento neoliberal del pactismo reformista. Estoy cansado –escribir esto me ha costado más esfuerzo del debido- pero no rendido. Simplemente, he aprendido que no se puede luchar en batallas cuyo resultado está decidido de antemano. Veremos otros tiempos. Y será con otras caras. Muchas más caras, mucho menos infatuadas. En fin, no me hagáis mucho caso... (no se lo digo a los cecupeadelantistas, que eso ya hace tiempo que no me lo hacen. :D Y les va de puta madre, por cierto, no haciéndomelo. Como al IBEX 35 y a Susana Díaz, que tampoco me tienen en mucha consideración) (28 de octubre)

 ¿Pero no os dais cuenta de que estáis haciendo sufrir a vuestras madres, botarates? (23 de septiembre)




  •  No hay más que ver el último número de La Circular para ver que lo que anima a la intelligentsia (kind of) de Podemos sigue siendo el ajuste de cuentas. Con la izquierda, su único enemigo en la teoría, en la ideología y en la praxis. Manda huevos. Tanto insistir con la transversalidad y resulta que lo único que no cabe en la transversalidad es la izquierda tradicional, porque se le supone una especie de carácter estoico-estratégico que la obliga a amoldarse a todo. Es una forma de decir que, en lo positivo, en la fehaciente visión del mundo, es la única ideología ilegítima. Lo de la extrema derecha es sentido común decepcionado, sin embargo, y hay que ir a ponerles pañitos calientes. Si eres votante de Le Pen eres un probo populista mal orientado, si eres de IU, sin embargo, eres un abyecto cómplice del neoliberalismo. Y ello desde una posición salomónica. más allá del bien y del mal. Es de una soberbia imponente. Sacar un número cómo éste en plena negociación de las investidura y ante la inminencia de unas posibles elecciones da una confianza a cualquier posible aliado que para qué.  13 de septiembre

Los comités federales, la auto-disolución del PSOE y la investidura de Rajoy.

  • Si no se tiene tiempo para leer, menos se debería tener para opinar. #clavesderazónpráctica #secretodelbuenfuncionamientodelasredessociales. (2 de noviembre, Twitter)
    • Este y el siguiente, son respuestas a ciertas descalificaciones que recibí por el post del 1 de noviembre sobre Garzón y Rufián. Vid. más abajo.
  • Odio el confinamiento enunciativo. Escribir algo y que, sin leerlo ni pararse un momento a intentar entenderlo cabalmente, haya quien se atreva a juzgar quién eres, desde qué presupuestos ideológicos escribes y cuáles son tus ocultísimos intereses. Señores (las señoras también), jamás he votado ni pretendo votar a una fuerza como ERC. Lo que digo es que la defensa del derecho a decidir en Catalunya es vital si los habitantes del Estado español queremos construir un más allá radicalmente democrático del Régimen del 78. Escucho a Rufián hablar en castellano (jamás le he oído una alocución en catalán, por ejemplo) porque le escucho desde sus intervenciones en el Congreso de los Diputados. Desde ahí, constato que ha hecho más por la simpatía por la causa catalana en el Estado Español que nadie en los últimos tiempos. Evidentemente, porque es un charnego defendiendo el país en el que se ha críado, porque si fuera un catalán "étnico" sus palabras resonarían de modo desafiante contra los españoles y así resuenan, simplemente, escandalosas contra el neoliberalismo español que tiene, como he argumentado ya muchas veces, su núcleo ideológico en el hispano-soberanismo de ascendencia franquista. Punto.
    Lo hago además desde un ignaro lugar llamado País Valenciano donde el gran enemigo sigue siendo el españolismo del PP que ha gobernado décadas. No hablo desde Madrid, ni desde Barcelona, ni mucho menos desde Sevilla. Soy un demócrata radical (izquierdista) valenciano que huye tanto del dogma hegemono-populista como del estalinista, sin dejar de aceptar que el marxismo o el populismo hegemonista pueden prestarle herramientas muy útiles para pensar su realidad.
    Cuando digo que el antagonismo "real" en el Estado Español es entre los que no condenan el franquismo (PP/C's y ahora el Psoe baronista) y los antifranquistas que pretenden superar los lastres antidemocráticos con que cargó la transición, me remito exclusivamente a los resultados electorales de los dos últimos comicios generales, que han dibujado ese mapa que los barones del Psoe y Prisa se han afanado en desdibujar, no en presupuestos metafísicos.
    Dejo abajo varios enlaces donde he argumentado esta idea.
    (Por favor, si no se tiene tiempo para leer, cosa perfectamente comprensible, pásese de largo, pero ruego no se prejuzgue lo que se cree que debo haber dicho y se me condene en consecuencia debido a las imaginaciones del replicante. Un saludo) (2 de noviembre)
  •  Respecto a las críticas de Garzón a Rufián, voy a soltar algo que tal vez parezca una boutade, pero que me ronda la cabeza desde hace tiempo: me sorprende -lo reconozco-, pero estoy viendo una actitud mucho más comprensiva hacia el nacionalismo, hacia el sentimiento identitario catalán, que la derecha llama independentismo o soberanismo, en Madrid que en los territorios periféricos monolingües, sobre todo en Andalucía, Extremadura o ambas Castillas. Hay muchas razones (el clientelismo del Estado, no es la menor, de acuerdo) pero me parece que la izquierda capitalina ha entendido que en la crisis del régimen del 78 y del bipartidismo, la construcción de una contrahegemonía radicalmente antifranquista (no comprensiva o contemporizadora con el pasado fascista del Estado) pasa por la construcción de un Estado desde abajo y el primer paso es apoyar el derecho a decidir en Catalunya. Crititicar a ERC, que como ellos mismos han proclamado -a diferencia del Psoe- no han engañado a nadie, es una muestra de identitarismo de la vieja izquierda que parece no haber entendido que si se quiere combatir la dictadura del IBEX 35 y del PP son mucho menos malos aliados los nacionalistas burgueses catalanes que Ibarra, Fernández Vara o Susana Díaz. Yo insisto: el gran antagonismo a construir es entre los que repudian el franquismo y sus herederos (PP y C's), no entre siglas de izquierdas y de derechas según la Wikipedia. Estoy muy convencido de ello. El Psoe, pues, ha cometido, según este criterio, una traición flagrante. Sin paliativos. (1 de noviembre)
  • Handjob done. Mi homenaje a la cultura popular digital con esta muestra de su inventiva visual y conceptual. Y mi profundo deseo de que los protagonistas de este apaño lo tengan muy difícil y este placer sea el último que el destino les conceda. (29 de octubre)

  • Tras el #ComiteFederal de hoy, la imagen del #PSOE para mí y para millones de españoles no se ha deteriorado en absoluto. Es la de siempre. (23 de octubre, Twitter).
  • Los barones del PSOE Columna VLCNoticias. (9 de octubre)
  •  Felipe, Guerra, el Psoe se va la mierda....  29 de septiembre. 
  • A los militantes del Psoe que de verdad se sienten socialistas. Con todo el coraje. Tenéis un reto inmenso en este momento y os hará falta toda la energía para estar a la altura, que disparan con balas de verdad. La pelota está en vuestro tejado. (28 de septiembre)

  • "Felipe González": Me siento engañado.
    Siempre preferiré que te sientes engañado a que te pongas de pie para engañarnos a todos, perla. (28 de septiembre, Twitter)

Otros asuntos. 


miércoles, 9 de noviembre de 2016

Tras Trump.


One who follows his nature keeps his original nature in the end. But haven´t you heard ever of something better to follow?

Orson Wells, The Lady of Shanghai. 1947

Yo dije esto no hace más que un par de años:
  
"La posición del votante es siempre la del interrogado, que tan bien define el “dilema del prisionero”. Cuando un votante va a las urnas, está jugando. Un juego serio, como la mayoría. Vota con el deseo, vota con el inconsciente, vota en precario. Vota para saber. Si gana mi opción, soy mi pueblo. Si pierde mi opción, eso, a saber. Por esa razón todos los candidatos que concurren a unas elecciones se ven obligados siempre a decir que han ganado, que de alguna manera, dado que se cerró la pregunta, ellos también son parte de la respuesta. Los que no les votaron se ríen, los que les votaron respiran"


Pues bien, el gran problema con el que se encuentra ahora el votante es que el Otro ha enloquecido definitivamente, que es ya imprevisible e incalculable.  En el Brexit o en las presidenciales americanas, el voto de castigo ha sido siniestro. Los norteamericanos, como los ingleses hace unos meses, se han votado a sí mismos al votar contra su representación. No hay más misterio. La mayoría ha votado con la firme convicción de que la mayoría (esto es, todo el mundo) iba a votar lo contrario. Y el voto de castigo al Otro se ha convertido en un voto de suicidio, de auto-punición. No hay Otro, hay el Doppelgänger. Eso es Todo amigos. El problema del populismo noroccidental es que ha desvelado una horrible verdad:  no hay Otro del Otro. El pueblo ha dado consigo en un agujero negro: resulta que el Otro, grande e imponente, no existe, era simplemente YO. El pueblo obscuro ha mirado y se ha visto rodeado de espejos. Yo soy la mayoría. En la celda vecina, cual gato de Schrörindger, está mi doble, no mi cómplice, ni mi enemigo.


Todos somos hijos de Saturno y hermanos bastardos de Narciso. Juego de Tronos es tan tranquilizadora porque no hay pueblo, electorado, opinión pública. El espectador está a salvo de cualquier responsabilidad, el príncipe es autónomo. ¡Oh, aquellos tiempos de la Arcadia en los que los pueblos aún podían decir: el loco no soy yo!

  

Pero yo lo que más interés tengo en saber es qué va a hacer ahora Susana Díaz. ¿Abrirá una oficina de la Junta de Andalucía en el Edificio Trump? La última política clásica y baronil que queda, derrocada Clinton, debe de sentirse tremendamente sola entre tanta locura. Igual se monta una asesoría de merchancoaching con Albert Rivera, el Trump de la Hispanidad. El problema de los políticos estándar es ahora con la alegría. En el eje que va de la carcajada al llanto han perdido su lugar porque ya no tienen un electorado ni un pueblo ni una sociedad ante el que desplegar su pantomima histriónica. Tienen una masa loca que ya no puede confiar en el Otro porque el Otro es sí mismo. Si alguien ve algo positivo en esta sombra alargada que nos acecha, y que no es otra que nuestro ser más allá de nuestra identidad, que me lo cuente. Estoy deseando escucharle.


Ps: Todas las imágenes son fotogramas de La Dama de Shanghai. 


sábado, 5 de noviembre de 2016

Clinton y Espinar.

No deja de ser curioso el paralelismo entre el caso de los correos electrónicos de Hillary Clinton y el caso del piso de protección oficial de Ramón Espinar. No sólo porque parece una comparación, tal vez, desproporcionada: el FBI frente a Prisa, USA frente a un pequeño país como España, uno de los partidos con mayor implantación y tradición liberal-parlamentaria del mundo como el Demócrata estadounidense frente a Podemos, un pequeño partido de nueva creación español…  Unas elecciones presidenciales en el país más poderoso del planeta, en fin, frente a unos comicios locales internos de un partido en una región española. Pero lo que nos interesa destacar en este artículo es que, más allá de estos paralelismos y divergencias, no deja de ser revelador que se esté tratando de una forma muy parecida los dos affaires.

La esencial analogía entre  ambos proviene del hecho de que sendos protagonistas se han quejado amargamente de ser víctimas de filtraciones informativas interesadas para dañar sus expectativas electorales. Las de Clinton por el FBI vienen a demostrar que el cierre de filas del establishment norteamericano alrededor de la candidata demócrata, con el fin de parar al intempestivo Trump, tiene más fisuras de las que podía pensarse y que buena parte de ese establishment no ve al candidato republicano con tan malos ojos.

Al fin y al cabo, la presión puritana sobre los presidentes norteamericanos está justificada por su relación con la muerte: pueden apretar el botoncito nuclear. Si no cometen adulterio es más difícil que lo aprieten por capricho: saben reprimirse.  Obviamente, la cuestión es más amplia porque se aplica a toda la clase política y no sólo a los que tienen acceso directo (shortcut) al botoncito. Y además esta tendencia de la política americana a la hipocresía es muy anterior a la era propiamente atómica. Antes, bajo las prescripciones de la moral protestante. Ahora, bajo la faz de la corrección política. De todos modos, un país cuya Constitución tiene una enmienda como la segunda de la norteamericana necesita de la capacidad de auto-represión como del aire que respira.
El caso de Podemos hubiera debido ser distinto. Este hacer de Cebrián –convenientemente asociado con Felipe González- el genius malignus  que origina todos sus males, tiene una ratificación más en el caso Espinar. Yo soy de la opinión, sin embargo, de que Podemos no tuvo nada que ver en la organización de la recepción dispensada por un grupo de activistas a esta pareja de oligópotas (me he inventado la palabra, obviamente, pero la dejo que porque suena todo lo mal que pretendía que sonara) de la Transición en la Facultad de Derecho de la Complutense, simplemente porque intuyo que, debido a su estructura jerárquica y a su modelo de funcionamiento vertical y constreñido a una cúpula dirigente, Podemos como partido institucional (no hablo de alguno de sus simpatizantes mezclado con otros activistas) no tiene la capacidad de convocar por sí solo un acto semejante en ninguna universidad española.

Respecto a esta pareja de egregios miembros de la élite gerontocrática del régimen del 78, simplemente cabe recordar que su capacidad de influir, de poner y quitar secretarios generales, no es sólo cuestión de poder, sino de crédito. Prisa (El País, la SER) tienen aún la confianza informativa de mucha gente. De hecho, saben cómo conservarla perfectamente. Ya están volviendo a su perfil clientelar y, tras descabalgar a Pedro Sánchez y garantizar la investidura de Rajoy, ya están de nuevo criticando al PP por la conformación del gobierno, demostrándose una vez más que el antagonismo simulado es la esencia del sistema, encauzado en el bipartidismo que la prensa del régimen está ansiosa por reconstruir.

Cuando desde la intelligentsia de Podemos se comenzó a hablar de desbordamiento a cuenta del 15M, pertrechados con su doctrina hegemono-populista,  se empeñaron en hacer una lectura estrecha, porque según ellos el único fin de ese desbordamiento consistía en ganar las elecciones a fuerzas parlamentarias establecidas. Incluso aunque ello se hiciera con buena intención, las buenas intenciones sirven para ir al cielo, pero no para tomarlo por asalto. O sea, que superar el bipartidismo era que Podemos superase a los dos partidos bipartidistas, es decir que sustituyera a uno de los dos. Para ese viaje las alforjas necesarias eran las mínimas, por eso no tuvieron inconveniente en desactivar a círculos y coartar toda iniciativa ciudadana o militante. Una lástima. Porque el 15M representaba algo inédito: una alternativa no totalitaria ni autoritaria (ni fascista ni estalinista) a la insuficiencia de la representación partidaria. Pretender que lo único que había que hacer al respecto era institucionalizar la protesta, extirparla de las calles, que por primera vez habían dejado de ser sólo el espacio público -como querían las protestas de los activistas y militantes clásicos- y habían pasado a ser un espacio de lo común donde la política no se identificaba con la institución ni con el disturbio (riot) sino con la honorable materialidad de la vida cotidiana, era de una estrechez de miras proverbial y así lo expresó mucha gente en Vistalegre. La calle había sido tomada como un espacio para la dignidad, lo que la convertía en un embrión de alternativa a la manipulación comunicativa con la inestimable ayuda de los medios sociales digitales, de naturaleza reticular.

Lo revelador del paralelismo entre el caso de los correos de Clinton y la reventa del piso de Espinar no tiene nada que ver con la supuesta esencia ética de cada uno de esos actos, sino con la constatación de la tremenda influencia de la información filtrada interesadamente en la agenda mediática y, más concretamente, en el desarrollo de los procesos electorales. En efecto, lo curioso es que un partido que nació para ser una alternativa organizacional a las instituciones partidarias tradicionales se encuentre tan claramente sometido a los vaivenes de los medios y de la agenda como lo están los procesos electorales más tradicionales y esclerotizados. Dicho de otro modo, lo que me sorprende bastante –no sé si sólo a mí-es que la militancia interna de un partido tan supuestamente asambleario y radical para la prensa del régimen como para la cúpula del mismo –que, en vender esa imagen, hay un tácito acuerdo cómplice entre ambos- como Podemos esté tan expuesta a las influencias mediáticas,  de tal modo de que desde la agenda informativa se pueda encauzar su voto. O sea, que el militante interno de Podemos es tan manipulable como el ciudadano-cuñao tipo (cedo el término, sin prerrogativa alguna, a las Ciencias Sociales para que lo implementen en futuras investigaciones) sin conciencia política alguna. Evidentemente, mi sorpresa es retórica porque ello no hace más que reafirmarme en lo que he dicho siempre: que el ágora voting es recurso telecrático que coagula toda capacidad crítica -y toda solidaridad, elemento crucial- en la impunidad del votante anónimo pastoreado desde la difusión mediática.

Son las élites marcan la agenda. Y la marcarán siempre, por estructura. No se trata de ser tan iluso de pensar que te vas a hacer con la agenda, sino que es necesario encontrar un espacio de discurso alternativo. Y una vocación política que construya ese espacio. Twitter, por ejemplo, que sería un gran vehículo para el ingenio popular y para la sátira, usado por las empresas y los políticos, queda capado de todas sus potencialidades discursivas y convertido en un vulgar medio de difusión masiva. Y lo mismo hacen, respecto a Telegram, los hilos unidireccionales que las figuras de Podemos usan y cuya única función queda limitada a arengar y adoctrinar a las masas narcotizadas de seguidores. De hecho, la exigua militancia de Podemos que no se limita a tele-votar tiene su función restringida a difundir machaconamente los mensajes de sus líderes sin pararse a pensar. Literalmente. De este modo, vuelven a concebir la calle como un espacio público en el que hacerse presentes y no como un espacio común en el que construir la vida, como parecía que iba a ser aquel Podemos de 2014 con sus chillonas asambleas en plazas, calles, jardines de todos los barrios. Hoy los únicos que discuten de política en Podemos –y no dudo que lo hagan- son los que están cabe sus órganos directivos, no la gente. Así todo queda diluido en líneas políticas y programáticas, no en propuestas de efectiva radicalidad democrática, como sucede en todos los demás partidos del régimen. Por eso, Podemos, en tanto concibe la comunicación como campo único de enunciación de la política, es decir, como márketing y espectáculo masivo excluyendo cualquier otra modalidad discursiva, está expuesto a los mismos condicionantes y chantajes que ellos.

No pretendo –sólo faltaba- que un político de Podemos no pueda salir por la tele. Se trata de que pueda implementar su praxis en otros espacios discursivos distintos del de la difusión, que, por estructura, siempre va a estar dominado por las élites. No tengo nada en contra de la comunicación –me gano la vida con ella- mientras no se me diga que cuando un amante hace el amor está intentando comunicarse con su amado, ni cuando un padre besa a su hijo, ni cuando un hijo hace una trastada para intentar llamar la atención de su madre, ni cuando un machista asesina a una mujer. Hay muchas formas de expresión e interacción simbólicas que no son estrictamente comunicativas y reducirlo todo al Paradigma Informativo es un acto de violencia simbólica neoliberal execrable. La comunicación, debido a su modelización mediática, intenta inmovilizar al receptor: como el espectador clásico de cine o televisión. Nadie como Kubrick en La Naranja Mecánica ha metaforizado esta posición de parálisis y postración del sujeto ante la pantalla. Allí, la única salida para el sujeto era el cinismo y de eso el neoliberalismo nos ha enseñado bastante.

Nos hace falta otro modelo si queremos algo más que picar del plato del bipartidismo monárquico. Un modelo que dé la iniciativa a los círculos, y no se quede en su pura reactivación buro-tele-crática. Pablo Iglesias apela ahora a los activistas. Pero los activistas no pueden constituirse sino en una vanguardia y la vanguardia es otra forma de la élite como nos mostró la experiencia del socialismo realmente existente,  el estalinismo soviético. Todas las vanguardias tienden a ser élites. La vanguardia obrera se convierte en una instancia totalitaria si está en el poder y en mera retaguardia si no lo está. Apelar al concurso de la experiencia movilizadora –anda que desde CQP, el “equipo de Pablo Iglesias” no les dieron estopa a todos los activistas por el mero hecho de serlo- está muy bien, pero la experiencia, tomada como un absoluto, lleva a la gerontocracia. Miren a la pareja Cebrián / González, si no me creen.

Puedo ser muy sarcástico y ácido. Pero he de reconocer que ver a Podemos juzgado, valorado y chantajeado como un partido cualquiera lo que me inspira es una pena inmensa. Parece que este asunto del modelo organizativo sí ha sido desterrado definitivamente de la agenda del broadcasting y sólo queda para algunas redes sociales. Y también me apena, sensible que es uno, ver a aquellos que apadrinó a Iglesias volverse contra él con una falta de solidaridad y escrúpulos a prueba de cualquier coartada. Las declaraciones de José Manuel López a cuenta de Ramón Espinar dejan muy poco lugar a dudas sobre lo duro que se juega en la corte de King’s Landing. Supongo que cuando alguno de ellos lea esta columna –alguno de ellos sé que me lee, del mismo modo que monitorean las redes en busca de disidentes, aunque lo negaría hasta con carmín en los calzoncillos- dirá “ya está aquí este pesao con sus obsesiones que no interesan a nadie” Que sepa, en tal caso, que su concepto de “nadie” y el mío difieren radicalmente.

En cuanto a mi opinión ética y moral sobre la VPO de Ramón Espinar ya la expuse el otro día con toda la prolijidad, extensión, intensidad y profundidad que el caso requiere.

 https://twitter.com/JosAntonioPalao/status/793908923740856320?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E793908923740856320&ref_url=https%3A%2F%2Fvalencianoticias.com%2Fclinton-y-espinar%2F

Por cierto, no sé si están al tanto: Rajoy ha sido investido y ha formado su gobierno. Se confirman, pues, todas las sospechas: nada nuevo bajo el sol.


Original en VLC Noticias.