lunes, 18 de septiembre de 2017

Cuestiones de legitimidad y legalidad (Comentarios sobre el "procés", 3)

De nuevo, todo son comentarios hechos en facebook

🞿Lo ha dicho Carmena, que es jueza, y lo dice el sentido común. El referéndum no es ilegal. No me cabe en mi, tal vez, muy limitada cabeza cómo pudiera ser ilegal un referéndum y menos actos que lo expliquen y lo defiendan. Lo que podrían ser ilegales son las consecuencias que se deriven de su resultado y entonces no podría considerarse éste como un mandato de obligado cumplimiento. Si sale un sí a la independencia, sería ilegal considerarlo vinculante, de acuerdo. Pero hasta que alguien considerase vinculante y pretendiera actuar en consecuencia, nada sería ilegal porque lo que está concernido es exclusivamente el derecho a la libertad de expresión. Y creo, sinceramente, que la famosa Ley de Desconexión, en tanto habla de una situación hipotética, tampoco invalida mi idea de que el referéndum en si no puede ser considerado ilegal. 
Conste que estoy hablando de legalidad, en ningún caso de legitimidad. Si un ente colectivo, una sociedad, decide por amplia mayoría, esto es, a través de un procedimiento impecablemente garantista y democrático, realizar un acto de autodeterminación no veo qué derecho natural podría negárselo. Y quien está impidiendo que este proceso lo sea no es el gobierno de Catalunya, sino el de España.Lo hicieron con RTVV, con la enseñanza y con la sanidad. Y antes con la industria -en los 70- y luego con la banca pública. El viejo procedimiento neoliberal de ultraderecha: coges una institución pública, la estrangulas y luego dices que es que lo público no funciona y te la cargas. Bueno, pues eso están haciendo con la Generalitat Catalana, desde fuera, porque dentro no se han podido meter.
Ojo, no hablo de la independencia en ningún caso, que esa es ilegal sin duda. Hablo de consultar a la gente. Insisto: lo ilegal sería considerar un resultado independentista vinculante. No puede ser ilegal todo lo anterior. Si lo anterior a un delito es considerado delito, esto es, los procesos de pensamiento o imaginación, no es que vivamos en el fascismo, es que vivimos en la Edad Media. Es el mundo de Minority Report, utilizando al Tribunal Constitucional como "precogs". La censura previa y el castigo previo al hipotético delito son actos criminales. Esos sí. 17 de septiembre.



🞿Una preguntita tonta, que se me acaba de ocurrir. ¿Está, con o sin intención, el PP legitimando retrospectivamente el terrorismo etarra con su actitud contra las instituciones catalanas y contra cualquiera que en el Estado Español esté por el derecho a decidir? Porque el gran argumento anti-eta fue siempre: la violencia es innecesaria porque la Constitución permite la defensa política de cualquier idea, incluso las contrarias a ella como el independentismo. Lo que hay aquí, me parece, es una confusión perversa sobre los actos discursivos y su legitimidad.

Los actos locutivos y, en general, todos los predicados apofánticos son legales: por eso, los imputados en una causa judicial y los tertulianos de derechas pueden mentir sin punición. No iba a revocar este derecho el PP, precisamente, hombre. Los actos ilocutivos, los que expresan intenciones, parecen no perseguibles tampoco mientras continúen siendo aprácticos, ineficaces, intrascendentes. Pero, ay amigo, los actos perlocutivos, ya depende de quien los enuncie. Defender las libertades políticas públicamente pero impedir que lo ilocutivo se convierta en perlocutivo si alcanza la mayoría es una posición cuanto menos perversa. Esto habría que explicarlo, porque la alternativa a la perlocutividad democrática, efecto de la deliberación, no es otra que la performance. Y ésta puede ser violenta. No convendría, ¿verdad? Sin aceptar este breve razonamiento lingüístico no veo democracia posible, sino pura estafa. No hay Estado de Derecho si no se pueden incoar los hechos discursivamente y sólo queda el pasaje al acto. Ello sería la mejor demostración de que la ley no está por encima de todos, sino que algunos están por encima de ella... 17 de septiembre.


🞿A ver cómo lo explico, porque como ando defendiendo que el referéndum catalán no puede ser ilegal hay quien me argumenta que hay que referéndums que sí lo pueden ser. Yo sería el primero que me enfrentaría a un referéndum sobre la reimplantación de la pena de muerte, la ilegalización del aborto o la reversión del matrimonio entre personas del mismo sexo. El problema es como siempre la agenda neoliberal: nos han metido en la cabeza que la realidad es como es y que no hay más remedio que preservarla. Es el There is no alternative de Margaret Thatcher. Rajoy ha evitado escrupulosamente que el problema de Catalunya tuviera un tratamiento político y negociado y se ha limitado a considerar la Constitución como si fuera una naturaleza. Al final resulta que el neoliberalismo es una especie de conservacionismo, de ecologismo de la desigualdad a la que tratan como un rasgo ontológico del mundo y todo lo que se oponga a ella es un atentado al realismo.
Es decir, el PP se ha comportado como un absoluto irresponsable: aplica la ley (cuasi natural) constitucional y no tiene nada más que hacer. Por eso, mi argumentación estos días tiene que ver con la legalidad y no con la legitimidad. Un referéndum sobre la pena de muerte, y anda que cuando ETA estaba en su cumbre del terror no había voces desde el PP y sus brazos agitadores que la pedían, me parece ilegítima y apelo a la responsabilidad política de los gobernantes para no convocar algo que, desde mi punto de vista, atentaría contra los derechos humanos fundamentales: que el monopolio de la violencia que detenta el Estado (Weber) llegue al punto de poder decidir sobre la vida y su cese por medio de un acto burocrático (jurídico). Pues bien, tratar la auto-determinación de Catalunya como un problema de este tipo me parece una manipulación abominable y extraordinariamente torticera. Y, ojo, creo que ambos referéndums sería legales. Pero no es lo mismo someter a sufragio un problema político que un problema de moral humana fundamental (pena de muerte, aborto, derechos básicos, etc.). En el primer caso le preguntas al Pueblo. En el segundo, normalmente, a una masa enfurecida y vengativa. En el caso político puedes establecer posiciones partidarias (los catalanes tienen legítimo derecho a ser independentistas o no y a organizar una alternativa política colectiva según defiendan una posición u otra. En el caso de los derechos fundamentales, no estamos hablando de lo mismo en absoluto. Ambas son decisiones políticas, pero deben ser tomadas por sujetos políticos diferentes.
Lo terriblemente inmoral de Cs y PP es que han querido tratar el problema catalán como se trataría la pena de muerte o el matrimonio homosexual y como si la defensa de su postura fuera un cuestión que atañe a la dignidad humana de los españolistas y no a sus intereses políticos y económicos. El derecho a no ser ejecutado por el Estado es un derecho humano. El derecho a que se considere el territorio donde vives súbdito de un Estado, no. En fin, que amparándose en la legalidad y el constitucionalimo se está tratando el derecho de los españolistas catalanes a ser españoles como si fuera un derecho humano fundamental no sujeto a decisión política. Y no lo es. El derecho a decidir (si una cosa o si la otra) sí. Esa es la diferencia. El españolismo es una opción política paritaria y por tanto sujeta a ganar o perder, como las demás. No es un derecho fundamental de una minoría racial o de una opción de género que sufre la desigualdad, o de un colectivo con necesidades especiales que deba ser protegido por la ley.
No sé si me he explicado de una forma mínimamente inteligible. La cuestión es sutil y peliaguda y no soy jurista ni filósofo moral… 18 de septiembre.


Paradojas del centralismo. Les va a costar un riñón la invasión por tierra. Y por aire, de El Prat no salen.

viernes, 15 de septiembre de 2017

Más comentarios sobre el desafío españolista a Catalunya. (Comentarios sobre el "procés", 2)

Observaciones publicadas en las redes sociales.
Más comentarios sobre el desafío españolista a Catalunya. (Aunque sólo sea por compensar, con el cambio del orden de los factores que ha impuesto la prensa oficial ...) 😉

✸España (los demás pueblos de) y Catalunya tienen muchísimas cosas en común. Lástima que el cerrilismo espaňolista, de corte neocolonial, haya hecho que éstas no puedan salir a la luz hasta después de la independencia de Catalunya. Como pasó con Latinoamérica, aunque la comparación pueda ser muy discutible y la analogía muy basta y poco atenta a los matices. Vasco Nùňez de Balboa les echaba los perros a los indígenas y Rajoy la legalidad vigente a los catalanes. Las formas son diferentes, pero la mentalidad que subyace a ambas actitudes es la misma: la Monarquía espaňola, su lengua, su religión, su ordenamiento jurídico y su valores étnicos son superiores por naturaleza a los de sus súbditas colonias. 10 de septiembre.

✸ Para empezar, España nunca hizo la Reconquista. La hicieron las Coronas de Aragón y de Castilla, con las sub-coronas que a su vez fueron generado (caso de Aragón con el Reino de Valencia o el de Mallorca) o absorbiendo y anexionándose (caso de Castilla con Navarra, León, Asturias, etc.) Además la Reconquista fue mucho más amable y menos sanguinaria que lo fueron los Austrias y los Borbones en nombre del Imperio Español. Fue el Imperio católico el que expulsó primero a judíos y luego a los moriscos, que vivían bastante bien integrados en los reinos de Castilla y de Aragón. Y el que sojuzgó y o exterminó los indígenas de América. Y el que sojuzgó y mascró a los pueblos federados en el Reino de España y abolió sus fueros, reduciéndolos de territorios confederados a territorios siervos, eso ya en época borbónica.
(Por refutar algunas cositas que se enseñan a los pobres niños de los territorios monolingües de España en las escuelas) 10 de septiembre.

✸ Asfixia burocrática respaldada por la detentación del monopolio de la violencia. Esa es toda la estrategia política de Rajoy. Y si alguien piensa que sólo para Catalunya, me da mucha risa. Es como un Fouché que ha llegado mucho más lejos que el original porque no ha encontrado en su camino ni un Robespierre ni un Bonaparte.Puede perpetuarse en el poder cuarenta años. El mundo puede cambiar, él no. Porque lo que no tiene sustancia es inmune a los accidentes. Él no es el Estado, como el Rey Sol, sino simplemente su silueta negra cubriendo la realidad entera y ocultando el horizonte. Nadie le hará sombra, porque la sombra es él. Y son las luces las que pueden ser derruidas o apagadas. Las sombras son perennes. Lo muerto no puede morir. Y por sus venas no corre una gota de sangre. Mejor. Un fantoche así es lo que necesita España para no entrar en otra guerra civil. Es lo que siempre quiso Franco. 14 de septiembre.

✹  Un Estado de Derecho es aquel en el cual quien controla a los jueces tiene un poder absoluto. Como una dictadura es aquel sistema político en el cual quien tiene las riendas del ejército y la policía mantiene un control total. Quién detenta esos controles en uno y otro caso, lo decide, por expresarlo con una sinécdoque, la CIA. Rajoy, Juncker, Inés Arrimadas y Felipe VI son muy felices. Yo les entiendo.
14 de septiembre.


✹  Entiendo que se pueda prohibir o impedir el apoyo a un acto criminal. Por antonomasia, cualquier apología de la violencia. Pero es un crimen ominoso contra la democracia prohibir un acto de apoyo a una conducta ilegal. La defensa simbólica de la ilegalidad es la esencia de la democracia. Es lo que la democracia tiene de colectivo, de social. Si no podemos defender que la ley deje perseguir lo ilegal e ilegalice lo que consideramos injusto y criminal, ¿de qué leches sirve votar a un congreso de legisladores que están ahí, precisamente para cambiar las leyes, para que, bajo nuestro mandato, legalicen cosas que no lo son y viceversa? Lo que está haciendo la fiscalía por orden de Rajoy, como prohibir hoy un acto de apoyo al referéndum catalán en Euskadi es un gravísimo acto fascista. Se está cargando cualquier fundamento de eso que ahora a los neoliberales se les llena la boca llamando Estado de Derecho. Estado de Derechas, y punto.
Y ojo, ya no tienen que dar un golpe de Estado porque parece ser que la Constitución ya es, en sí, un estado dictatorial de excepción. Tan grave me parece lo que está pasando en España (ni por asomo, sólo en Catalunya) donde todos los demócratas, cada uno en su territorio, estamos defendiendo el derecho de Catalunya a ser un pueblo como lo es la escandalosa desaparición de Santiago Maldonado en Argentina por defender pacíficamente al pueblo mapuche. Poca broma. Si los Estados tienen derecho a hacer estas cosas, la democracia está completamente muerta. Por Estado de derecho parece que entienden exclusivamente el de los criminales ricos de no ir a la cárcel. El derecho individual a defenderse y a mentir de un imputado es una estafa ominosa si se pretende hacer pasar por el único requisito de un Estado para ser considerado de derecho y no se contemplan los derechos colectivos. No sólo tenemos derecho a proclamar que no hemos cometido un acto delictivo, sino que como sociedad tenemos perfecto derecho a expresar libremente nuestra voluntad de que lo que se considera delictivo pase a ser legal o viceversa. Si no, estamos viviendo en un Estado totalitario. 15 de septiembre (A cuenta del acto de Anna Gabriel prohibido hoy en Vitoria)




Anna Gabriel en la Facultad en la que yo estudié. Desconozco la fecha de la foto
Enlace a la serie Comentarios sobre el "procés"

sábado, 9 de septiembre de 2017

No soy un activista, ni soy un militante.

A ver, hay dos cositas para las que sé seguro que no sirvo. Por mucho que unos y otros puedan tener mi afecto y mi respeto, no tengo madera de activista sectorial a tiempo completo, pero tampoco la tengo de militante. Esto es, creo que hay que tener una mirada abierta. No he dicho holística, ni integral, ni global porque no me llega la soberbia -en este terreno, en otros puede que sí- para ello. A poco que te descuides, los tres adjetivos de la oración anterior pueden ser sinónimos de total y de total deriva totalitario.

Entonces, puedo apoyar sin reservas a los ecologistas sin necesidad de ser vegano ni decirle a la gente cómo tiene que comer o desplazarse.Hay otros condicionantes, aparte de la sanidad más o menos paranoica y de sentirse infinitamente maternal con el planeta, que influyen en cómo un sujeto decide conducir su vida. Defiendo sin dudas la igualdad de género y la mayoría de los postulados del feminismo, también, sin que ello me lleve a pensar que quien no hace de ésta la causa única de su vida es un machista terrorista y violento o una despreciable descerebrada víctima del sistema, de facto y sin matices. También creo que hacerle alguna crítica a los planteamientos feministas (en mi caso, siempre desde el punto de vista táctico y comunicativo, no desde el estratégico, político o ideológico) no implica que se deduzca de ellas que estés incurriendo en un micromachismo inconsciente porque tienes una falta de asesoramiento pedagógico. Lo que pasa es que igual que hay micromachismos hay microneoliberalismos y tampoco está de más señalarlos.

También defiendo la lengua y la cultura de mi país y su derecho a la autodeterminación, como la de los países que son hermanos  del mío. Me siento muy afín, pues, con el nacionalismo catalanista y valencianista. Pero eso no me lleva a negarme a  hablar en castellano ni mirar mal a quien lo hace, sino a defender a muerte a quien se exprese en catalán (en mi tierra solemos decir valenciano, pero es lo mismo) siempre que lo considere oportuno. Defenderé a muerte el catalán frente a las imposiciones del castellano, como defenderé el castellano -mucho más que los castellano-parlantes monolingües, sin duda- frente al inglés como lengua del poder.

Apoyo sin reservas todas la reivindicaciones LGTBI, desde siempre. Pero en casos como la maternidad subrogada no tengo  inconveniente en manifestar mis  reservas frente a algunas posturas mantenidas por algunos miembros de la parte G del colectivo. Ni pienso que los heterosexuales -hombres y  mujeres- lo seamos por mala intención o por afán de colaborar con el patriarcado sistémico. Vamos, es lo que piensan muchos derechistas españoles de los que hablamos otras lenguas en el Estado Español, que lo hacemos de mala fe. Nada que ver. Son aquellos puntos en los que se articula lo íntimo con lo común y, por tanto, el juicio político sobre ellos no digo que sea impertinente, sino simplemente parcial.

Por lo tanto, tampoco creo que se pueda decir que soy un militante al uso. Desde el lado marxista, no creo que enfocar cualquier fenómeno como un efecto de la lucha de clases nos permita un entendimiento suficiente de la realidad sin tener en cuenta muchos otros factores. Los de género, los nacionales, los ecológicos, por ejemplo. Ni tampoco pienso, desde el lado anarquista, que una acción que no lleve a la desaparición del capitalismo para mañana a primera hora de la mañana ni a la abolición del Estado para la hora de la merienda, lo más tardar, sea un acto maligno de inicua colaboración con los explotadores. Vamos, que no censuraré a nadie por tomarse una caña en vez de estar todo el rato pendiente de hacer la revolución. Ello no me impide hacerme hacerme una foto con emoción junto a una estatua de Lenin en el Metro de Moscú, puño en alto. Ni emocionarme escuchando A las Barricadas o La Internacional. Me pasa a veces con La Marsellesa también, porque toda manifestación colectiva antifascista me capta el corazón de inmediato.

¿En qué me convierte esta actitud?  No diría que en un progre, porque me aleja de ellos una posición innegociable de radicalidad, un cierto amor por la verdad en lo que tiene de complejo, esto es, en tanto en ella siempre hay una resistencia a dejarse atrapar por el saber. Esa resistencia que, tantas veces, el militante y el activista intentan ahogar con la impostación de la pulsión de muerte en forma extremismo e intolerancia profética y mesiánica (lo que tiene un relevante componente de coñazo)  y el progre, con su afecto por la levedad (lo light) y la simpleza ignorante, en un semblante de fatua felicidad y  de estar encantado de haberse conocido.

Así que probablemente sólo se me pueda definir como un simple tipo de izquierdas del montón. El problema es que a veces el montón, la multitud, no parece tal, porque a diferencia de la masa, el no ir de uniforme la hace menos visible. De todos modos, no está mal ser un izquierdista del montón. Si la hay un futuro para la humanidad, pasará por nuestras muchísimas manos. En forma de una radicalización de la democracia. Ya veréis.







La foto es mala, porque es mía. Pero la traigo porque el concepto de la escultura, en una fachada de Moscú, cerca del Bolshoi, me seduce. Un martillo y una hoz que no están entrelazados, pero que sirven de apoyo para un bello pensador. No habrá futuro si no somos capaces de admitir, que por mucha y sólida que sea nuestra base, el símbolo de nuestra unión, su andamiaje discursivo, necesitará siempre ser pensado. Que la unión de los oprimidos no es sin pensamiento, que la conciencia por sí sola no es suficiente y que esa unidad no goza de garantía ontológica alguna. La materialidad del símbolo la sostiene al sujeto. Esa es su verdad. La obligación del sujeto es pensarlo siempre. Es es la verdad del sujeto.Todavía es más emblemática la imagen en su contexto: la fachada de un centro comercial. Post-fordismo creativo en estado puro. La multitud se significa, pero a diferencia de los uniformados no prot-agoniza.

Aquí, el contexto: https://goo.gl/maps/QLWc3tSJV2z















viernes, 8 de septiembre de 2017

Algunos comentarios sobre el Procés. (Comentarios sobre el "procés", 1)

Os dejo aquí, algunos comentarios publicados en Facebook sobre el procés, llamado por alguna prensa el desafío soberanista, entre agosto y lo que llevamos de septiembre. Como otras veces, los copio y pego tal cual, para que no se pierda el tono, unas veces indignado, otras irónico, algunas sarcástico y hasta, a veces, reflexivo. Esta entrada complementa a otras dos de este mismo mes:
Consenso y Terrorismo y Algunos puntos sobre las íes de la manifestación de ayer en Barcelona.
Cualquier comentario o debate de buena fe será bienvenido.

 

 El procés y la lógica del simulacro.


Vaya ahora resulta que la lógica del simulacro, que tan bien habían venido funcionando desde el final de Guerra Mundial, tanto en la Guerra Fría como en la hegemonía imperial del neoliberalismo que la sucedió durante casi tres décadas, parece mostrar brechas y todos estamos al borde del pánico, ¿no? Todos creímos –yo el primero, y no descarto para nada la posibilidad aún- que el Procés estaba perfectamente pactado entre el PdCat y el PP y que todo el enfrentamiento era una pantomima un falso enfrentamiento escenificado para tener atrapadas a las masas. Y, ahora, da la impresión de que no, que igual llega la sangre al río. Benvolguts germans del poble de Catalunya, ahora va e igual os toca responder efectivamente como pueblo y no como simple electorado (ciudadanía). El gran desafío soberanista no es a España es a vosotros como soberana opinión pública. Supongo que si el PP cumple sus amenazas, no queda otra que resistencia pasiva hasta sus últimas consecuencias: tomar las calles multitudinariamente y huelga indefinida hasta colapsar completamente al país. ¿Estáis dispuestos? Mejor dicho, ¿lo estabais? Ante la posibilidad de que vuestros líderes no tuvieran la cosa controlada, digo.
Lo de Catalunya, pero también lo de Corea del Norte igual va y se convierte en un ataque efectivo y demoledor, no en una amenaza fría como era el Pacto de Varsovia, ni en una simple mentira como eran las amenazas de Irak, Irán, Libia o Siria. Son todos fenómenos perfectamente congruentes que muestran los límites de la democracia capitalista, que tan bien se ha sostenido en la mentira y el simulacro. Ahora, aparecen sus fisuras en la forma de un real que, lógicamente, no se puede gestionar desde la mentira y resulta que estamos cagaos de miedo. La mentira era tan cómoda que hace tantos años que sepultamos la verdad como régimen simbólico que cuando lo real vuelve a emerger, sin verdad, no sabemos cómo gestionarlo.
Qué cague, tú. Todo esto me evoca el desencadenamiento de la 1ª Guerra Mundial, que nadie se creía que iba a pasar y mira: como más de veinte millones de muertos. Todos creían que la burguesía no iba a quemar sus barcos. Y no, resultó ser una clase loca y arrasó con todo a base del enfrentamiento entre los Estados Nación. Vamos a tener que andar con mucho ojo. Porque la mentira parece haber alcanzado su límite en la capacidad de protegernos como ciudadanos soberanos. A ver qué pasa, oye. Qué cague da esto, tú. ¡Qué cague! Las élites parece que igual ya no tienen controlado el mundo. 6 de septiembre.



Pueblo vs. Opinión Pública.



El componente de aventura, que lo tiene, del soberanismo catalán no es si van a topar con los Aparatos Ideológicos (la Constitución y las leyes) o los Aparatos Represivos (los tribunales y la ejecución de sus sentencias) del Estado Español, sino saber si detrás tienen un pueblo decidido a luchar sin cuartel contra ellos, o sólo una masa de ciudadanos-espectadores que se van retraer en cuanto se sientan personalmente amenazados en sus proyectos de vida privados. Esa es la X, y no estar a ver lo que hace el gobierno de Madrid. El máximo responsable de un proceso independentista es el pueblo. Las élites o vanguardias no tienen más que el protagonismo mediático. He ahí una emergencia de lo real -la reiterada fisura entre la representación política y las formas de lo social- y hay que ver qué sujeto responde a ella. Un pueblo es un sujeto político. Una opinión pública es simplemente un objeto de cálculo. A la pasividad de la opinión pública, a su incapacidad para la praxis, que el cálculo neoliberal predice, parece estar fiándolo todo Mariano Rajoy. Veremos cómo le sale. 7 de septiembre.

 Activistas llamando a la independencia de Catalunya. Extraído de la Web de The Wall Street Journal (Photos of the Year, 2013) http://graphics.wsj.com/Photos-of-the-Year/2013/. Pie de foto: “Activists calling for the independence of the Catalonia region of Spain took part in a 'human chain' during a protest in Perthus, southern France, on Sept. 11.   Catalan Separatists Pull Off Protest But Referendum Is Harder.  Raymond Roig/AFP/Getty Images

 






Catalanofobia.

La idea es: os dejamos que habléis vuestra cháchara vulgar autonómica para vuestras paridas folclóricas y para los círculos íntimos (rememeber Aznar) pero cuando se trata de cosas serias habláis en español, catalanes (y valencianos, y mallorquines y gallegos, y vascos y navarros) de mierda. La contra-idea es: parlem aquesta llengua perquè és la nostra i la volem fer servir per cridar a la mare, dir-nos que ens estimem, comprar quarta i mitja de pernil, redactar una llei orgánica o fer una roda de prensa. La España de la que gusta el paletismo monolingüe es una mierda. Reverendísima. No se puede construir lo común sino como una diferencia infinita respecto a lo público, y una lengua que se impone sólo en lo público no puede servir para construir un común.
Exactamente igual, si cedes el espacio público, acabas dejando que se colonice el privado, al menos en una sociedad de comunicación masiva como son todas las modernas. Empiezas por redactar las leyes en castellano, sigues por llamar higos a les figues, y acabas llamando a tu señora madre. Eso lo saben los valencianos mejor que nadie. Que si cedes el espacio público al aislar socialmente al privado están creando monstruos de poder en la intimidad, lo saben las mujeres y todos los colectivos LGTBI.
Lo que único positivo que saco de esta reducción de una tragedia a una lucha del soberanismo borbónico por ganarle espacios perdidos al soberanismo catalán, que es para lo que parecen interesarle los muertos a los mercenarios de la prensa de la derecha, es ver cuántos madrileños se han escandalizado por ver este uso miserable del terrorismo para armar un ejército anticatalán. Lo veo un gran avance. La catalanofobia es el principal problema de España. Lo dice alguien que no es catalán dejando claro que el problema es ante todo español. Las oligarquías y el IBEX35, el neoliberalismo corrosivo del PP, pierden su principal caballo de batalla si las masas palurdas dejan de odiar a Catalunya. En España el primer paso para combatir la ignorancia y el secular “vivan las caenas” pasa por la tolerancia cero con la catalanofobia. Lo digo como ciudadano español, porque es vital para todos los españoles. De bien, claro. 23 de agosto.


Las fronteras.

Decir que por pretender la independencia de tu país lo que quieres es multiplicar las fronteras es como decirle a un parado que no busque trabajo porque así se convertirá en contribuyente y ayudará a sostener al Estado que nos oprime. Más o menos, ¿no?. 9 de septiembre.




Cosas de la prensa, y más concretamente de El País.


EL CONSEJERO CATALÁN DE INTERIOR SEPARA ENTRE VÍCTIMAS CATALANAS Y ESPAÑOLAS.
La Gaceta, El Mundo, ABC, Economía Digital, La Razón, El País. Todos comparten este titular en primera página. La apuesta definitiva por el clientelismo fascista de El País me produce una enorme pena y, aún, un sentido escándalo. Nunca fue mi catecismo, pero en una época fue mi referencia y la de otros muchos. Terrible. Ni Rajoy, ni Sáez de Santamaría, ni Rafael Hernando han caído todavía en semejante miseria moral de jugar a la política de saloncito con los muertos. Porque ya les hacen otros la faena, por supuesto. Odio absoluto al fascismo. Salafista, islamista, españolista o supremacista. Todos son la misma barbarie inhumana, repugnante y mezquina. Estic que talle claus. 19 de agosto.

Fuente fidedigna. A éste le ha llegado la información directamente del psicoanalista de Zoido. Parece ser que el PP planea cambiar el nombre al Ministerio del Interior y llamarlo directamente del Inconsciente. El ala romántico-liberal, liderada por Maroto y Levy ,ha mostrado su preferencia por la denominación Ministerio de los Ocultos Deseos Traídos A La Luz por la Revolución. El ala derecha del partido (:O), sin embargo, reacia a los términos freudianos, propone ministerio de Incentivación Catalanomorofóbica, que les parece más democrático y occidental. Tienen mucho predicamento porque los respaldan dos veteranos del ministerio como Mayor Oreja y Fernández Díaz, a la par que Isabel San Sebastián oficia de asesora e inspiradora intelectual, con esa sutileza comunicativa que la caracteriza. Hernando, descontento porque nadie habla de Venezuela.🙄 21 de agosto.

Es un comentario a este vídeo:








(Léase el enunciado con la voz del traductor de Google. Gana mucho).
Te proponemos un sencillo test.
1) Entre estos titulares de primera página que se pueden ver en este momento en las webs de los periódicos españoles, los hay de medios de todas las tendencias políticas. Sin embargo, sólo hay uno que pueda ser calificado de fascista sin paliativos. ¿Sabrías detectar cuál es?
  • 'No tengo miedo', el grito masivo de Barcelona
  • Pitadas al Rey y a Rajoy y aplausos a Puigdemont en la marcha de Barcelona
  • Contra el Terror / NO TINC POR.
  • Medio millón de personas se manifiesta en Barcelona contra el terrorismo
  • BARCELONA "NO TIENE MIEDO"
  • Grito ciudadano en Barcelona contra el terrorismo y las políticas belicistas
  • Barcelona clama contra el terror pese al intento de boicot de independentistas
  • Abucheos al Rey y esteladas durante la masiva manifestación contra el terrorismo en Barcelona
  • Barcelona grita «No tengo miedo»
  • Una marea humana marcha en Barcelona contra el miedo y el terrorismo
  • El independentismo boicotea la manifestación unitaria de Barcelona
2) Si lo has detectado, ¿podrías identificar, sin buscarlo a qué medio pertenece?
Contestación en comentarios. Vergüenza, a cada cuál donde le pille. 26 de agosto.

(Evidentemente, la última es de El País.)

¿Os acordáis de aquella época en la que éramos jóvenes y felices y cuando El Mundo daba una noticia nos íbamos a El País para confirmar si era verdad o un bulo? ¡Qué tiempos! Ahora cuando vemos una noticia en El País, nos vamos a La Razón, para tener una visión más ponderada de la situación y separar el grano de la paja. Sic transit gloria mundi. 31 de agosto.


https://ca.wikipedia.org/wiki/Carles_Mund%C3%B3_i_Blanch
Lo que tienen que haber robao estos catalufos para permitirse contratar de conseller a Bill Gates. Para eso era el #3percent #debuenatinta
(Queridos amigos de El País, si os apropiáis del titular, citad fuente. Gracias) 31 de agosto




La conclusión del silogismo está clara: Catalunya = Venezuela. El espectáculo (tanto apofántico como performativo) vendrá de cómo piensan poner en pie las premisas que confirmen esta identidad, que ellos consideran denigratoria para ambos términos. Estaos atentos. Palomitas, y birra. Es puro espectáculo, pura ficción. No he dicho que sean mentiras, sino que la verdad nada tiene que ver con ello. 2 de septiembre.


Rajoy, a los independentistas: “Nadie va a liquidar la democracia española”
Como si Pericles les hubiera dicho a sus esclavos: ¡Nadie va a liquidar la democracia ateniense! Encantaos y agradecidísimos todos, oye. 2 de septiembre.

Continuará....

viernes, 1 de septiembre de 2017

Consenso y Terrorismo.

Una cosilla. Sabemos que en los últimos tiempos, sobre todo a raíz de la crisis desencadenada en 2008, se ha tendido a desmitificar el famoso consenso de los 70 que propició la transición desde el franquismo a la monarquía parlamentaria, señalando sus muchas fisuras y puntos obscuros. Pues bien, hay otro "mito consensual" que últimamente se repite mucho: ETA fue derrotada gracias a la unión de todas las fuerzas políticas contra la violencia. Tiene también muchos puntos obscuros. El primero, que la piedra angular de ese consenso, que es la despolitización -despartidización sería más correcto, por cacofónico que sea el palabro- fue llevada a cabo por todas las fuerzas políticas.

Falso. El PP no ha dejado nunca de usar partidariamente el terrorismo. Lo que le está haciendo ahora a la Generalitat Catalana y a los Mossos es exactamente lo mismo que le hizo al gobierno vasco de Ibarretxe y a la Ertzaintza: ponerlos bajos sospecha y regatearles toda la información que podía, arguyendo que no eran de fiar para denunciar después su inoperancia. ¿Hace falta alguna prueba más de que al PP le interesa políticamente el terrorismo (sí, aunque haya puesto muertos encima del asfalto, como otras fuerzas políticas) que sus dirigentes estuvieran convencidos de que les favorecía electoralmente que los 200 muertos del 11M los hubieran matado unos en vez de otros? ¿Y la execrable teoría conspirativa que mantuvieron como principal argumento electoral durante los años siguientes?


Evidentemente, con el terrorismo islamista es distinta la estrategia, pero pudor cero en lanzarlo contra las instituciones catalanas. La diferencia esencial es que mientras El País fue fundamental en la elaboración discursiva de ese consenso precario contra ETA, en el caso actual está liderando la opinión del españolismo de extrema derecha. Me parece gravísimo y por eso, con ironía y sorna (aquí o aquí) unas veces y con simple rabia otras, no dejo de denunciar esa deriva de El País. Me parece lo más peligroso para la democracia y las esperanzas de progreso que ha pasado en España en los últimos cuarenta años.


Si hay un elemento mitificable en la política española, ése es precisamente el consenso como fundamento del legalismo, y la unidad de la patria como su corolario. Precisamente, el consenso es tan apto como "mitema" en España porque nunca ha sido una nación unida, sino un territorio unificado por la fuerza escondiendo y sepultando cualquier desgarro, para que se infectara bajo la costra del acuerdo forzado. Lo único que añadiría, para los habitantes de la meseta ibérica y cercanos alrededores, es que ese forzamiento no data de 1939, sino del Reinado del antecesor de Felipe VI, su tocayo y antepasado Felipe V. Por ello, cualquier conflicto político y social en el Estado Español tiene una componente territorial inmediata. Y por eso toda la izquierda periférica, TODA, abrazó en mayor o menor medida las reivindicaciones nacionalistas en sus territorios en su época de clandestinidad bajo el franquismo. Cómo se use ese conflicto es la cuestión. Que se llegó a un consenso sobre él con el disimétrico Estado de las Autonomías es un cuento. Un mito en el mal sentido de la palabra: una regresión del logos como fuente discursiva de la verdad. Una España que no esté condenada al conflicto permanente y que no tenga al odio como nervadura principal deberá construirse sobre otras bases que el consenso entra las élites. Un pacto entre los pueblos, con urnas de por medio, no sería una mala solución. Pero los amigos del mito no suelen querer saber nada de esa razón. Por eso, el PP, con cualquier instrumento a su alcance y más allá de cualquier moral deliberativa, adora el terror como límite natural a la voluntad de los pueblos.


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