miércoles, 18 de marzo de 2015

CERVANTES

¿Soy el único al que lo que se está haciendo con los restos de Cervantes le parece un acto de necrofilia intolerable? Veréis, yo me leí de muy pequeñito su biografía en cómic. Una colección de tebeos monográficos que me iba regalando mi padre, donde conocí la vida de muchos Hombres famosos españoles y de todo el mundo, que así se llamaba la colección. Y El Manco de Lepanto entró en mi imaginario infantil como entró Edison, Juan de Austria, Fray Junípero Serra o Livingston. Luego, cuando estudié filología hispánica, llegó mi asombro, mi absoluta admiración por el Siglo de Oro español y más concretamente por la lucidez tenebrosa del Barroco. Ahí entré a admirar hasta la muerte a Quevedo, a Góngora, a Calderón, al autor del Lazarillo. Y a saber apreciar al monstruoso Lope, a los Argensola, a Garcilaso, a Villamediana, a la infinita desconfianza hacia el género humano de Gracián…


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domingo, 15 de marzo de 2015

La representación, el lenguaje, el dispositivo (Apuntes sobre el Populismo, 28)


 Criticar para fortalecer.

  •    “Es un error excluir a todos los imputados de las listas electorales”
    Si no está escrito ya -y si lo está y alguien lo conoce, le ruego que me pase la referencia- es perentorio escribir un tratado sobre la enunciación política a partir de la trayectoria de Felipe González. Una monografía sobre este hombre adquiriría de inmediato, efectivamente, la jerarquía del paradigma: el fracaso y la ignorancia como categorías de la retórica política. Se pasó casi dos décadas ignorando lo que en términos de Deleuze, Foucault o Agamben llamaríamos el Dispositivo. Como le era favorable, pensó que era transparente, aproblemático, que no tenía leyes propias. Así, podía ignorar sus complejas leyes de refracción. Había conseguido una posición, ocupar imaginariamente sin fisuras un "locus enuntiationis" de tal manera que se creyó con el poder de hacer llegar cada uno de sus mensajes, como el proyectil de David a la cabeza de Goliat, exactamente adonde pretendía: todo lo que él decía automáticamente tenía en la opinión pública los efectos deseados con la fuerza de la pura denotación, con la mítica potencia del mensaje literal. Probablemente, el ejemplo por antonomasia sea el referendum de la OTAN: primero dijo no y después dijo sí, y en ambos casos exactamente con el mismo éxito. Pero, vamos, con los 800.000 puestos de trabajo que prometió en el 82 o con todos los mensajes que envió en sus 13 años de gobierno, pasaba mutatis mutandis más o menos lo mismo.
    Y cayó en la alucinación de que era dueño de su semántica, dueño de las significaciones de sus proclamas y mensajes, que tendrían exactamente el sentido que él quisiera y les imprimiera en el mismo momento de pronunciarlos. Desde el punto de vista de la ciencia moral es lo que llamamos soberbia. La máxima vanidad de un político es creer que lo que él enuncia va a ser entendido como él designe. Se trata de la patética confusión entre la contingencia de ocupar temporalmente una posición enunciativa -Maquiavelo sabía mucho de estas cosas, de saber atrapar la oportunidad al vuelo- y la estupidez suma de creer que eso es una propiedad ontológica del sujeto.
    El caso es que el viejo Felipe González sigue convencido de ello y sin entender nada, sin entender que él éxito no se debía a la excelencia de sus cualidades personales, sino al hecho contingente de ocupar una posición de preeminencia enunciativa en una determinada coyuntura histórica. Y ahora intenta hacer lo mismo, y cada vez que habla sube el pan. Tonto del todo no es, porque su famosa teoría del expresidente como jarrón chino demuestra, que pese a todas sus resistencias, algo de esta verdad ha percibido. Pero él insiste e insisite en soltar sentencias y proclamas, como la que he entrecomillado arriba, convencido de que va a ser escuchado con veneración como si la suya fuera -como si fuera suya- la voz de un  gran y experimentado estadista. Perón, cuando iba a volver de su refugio franquista a la Argentina, a principios de los 70, por ejemplo, adoptó una posición mucho más lúcida, casi diríamos que cínica, en el mejor sentido posible de la palabra: cada vez que él lanzaba un mensaje sabía que iba a ser recibido con sentidos contrapuestos en el ala derecha y en el ala izquierda del justicialismo, pero se cuidaba mucho en desmentir a ninguna de las dos, para no menoscabar su influencia en ambas. Como estratega político había decidido, con toda lucidez, renunciar al control del sigficado para poder seguir agarrado al locus enuntiationis. Su sabiduría consistía en saber que el núcleo vital de la sabiduría es intransmisible, que hay un algo en la política que siendo semiótico, no es comunicacional. Tampoco sirvió de mucho su cinismo, que sepultó a la Argentina en una dictadura brutal y animosa. La responsabilidad es indisoluble en el poder. Y que el líder ocupe el lugar imaginario de sentido puede ser catastrófico. La democracia es la preservación de una fisura entre ambos. Y la radicalización democrática es perenetoria, precisamente, en el momento en el que el neoliberalismo había intentado volver a cerrar, a suturar, esa brecha implementando una ideología del cientifismo económico.
    Cuando ahora oigo metáforas que llevan el camino de la lexicalización meteórica, como la casta, la gente decente, la disputa de la democracia, o la centralidad del tablero, imploro porque un rayito de luz ilumine a los que las implementan y no se crean que dominan las reglas de juego con su ciencia del álgebra y sus significantes vacíos. Porque el lenguaje, el Otro, siempre sobrevive al sujeto e ignorarlo es suicida.
  • También los empoderamientos son transitorios y coyunturales, a menos que creamos que el yo tiene alguna esencia... Precisamente, la teoría de la hegemonía tiene eso en su base, no creer en categorías irreversibles, permanentes y eternas. El problema si quien está utilizando ese aparato conceptual no está precisamente ocultando eso: que está jugando con contingencias y no con necesidades.
  • A ver, llámame iluso. Pero cuando el 15M y todo el movimiento Occupy del 2011 yo llegué a pensar que las tecnologías reticulares, y los "pervasive media" podían dar origen a una nueva forma de pensamiento colectivo. A un más allá del hipertexto colonizado por el broadcasting, a una forma de interacción multitudinaria que verdaramente provcara una anarquía de las interpretaciones, un más allá de Internet como ciberespacio colonial, que propiciara ese "comunismo hermenéutico" del que hablaban Vattimo y Zabala. Sé que con tu grupo de gente estudiasteis también la posibilidad de todos esos efectos (las R-Evoluciones). Tanto me entusiasmé que me largué 3 meses a Bristol (DCRC-PMS) a estudiar el tema y allí me encontré con gente que me pareció que propiciaba otra digitalidad, partiendo no ya de la web sino de las apps para móviles, o de la gamificación, de los videojuegos. Pero está volviendo a pasar lo mismo que con el 1.0: la verticalidad y el broadcasting se imponen, ahora con la coartada del pluralismo tertuliano. A mí Appgree me ha parecido desde el principio un invento del diablo porque vuelve a confinar toda voz colectiva en el algoritmo y las estadística y tritura cualquier posibilidad de construir una textualidad nueva alejada del Modelo Difusión, vertical y tendencialmente unidireccional, velando con colorines la asimetría comunicativa de todo el sistema. Vamos, una vuelta a la telecracia en sentido de Bernard Stiegler. El uso que ha hecho Podemos de lo digital (me refiero a la cúpula) ha sido una reconducción enunciativa de todo el potencial subversivo que podía haber tenido la voz compleja de las multitudes. Una pena. Plaza Podemos se ha convertido en más de lo mismo.
  •  La elecciones están siendo un veneno muy tóxico para Podemos. Hay que mantener la sensatez y no volverse locos. Una "máquina de guerra electoral" es necesariamente una apisonadora de toda horizontalidad, de toda discrepancia, de toda complejidad. El sistema parlamentario es esencialmente vertical.
  • A mí es que eso de la "máquina de guerra electoral" me ha recordado siempre inevitablemente a la Armada Invencible. Ojalá Errejón no tenga que parafrasear a Felipe II y acabar diciendo algo así como "envié mis barcos a luchar contra la casta, no contra la realidad".
  •  La cuestión es que como yo vengo de una semiótica filtradita por el psicoanalásis siempre pienso la cuestión de la representación en términos estrucuturales. Esto es, para mí no tiene mucho sentido hablar de buena fe. En realidad toda representación presupone una "teoría de la mentira" (Umberto Eco, dixit) en su base, es decir, no se trata tanto de buena fe o de buena representación porque por estructura si algo se presenta en lugar de algo o alguien literalmente lo hace ausente, es decir usurpa su presencia. Por lo tanto no hay ninguna representación legítima a priori, más bien al contrario, legitimar cualquier representación es una tarea artificiosa y compleja. Y más, si además del deseo, tenemos en cuenta la pulsión contra la que aquel es dedefensa. Por aquello de el significante mata la cosa. ¿No?
  •  Yo siempre pensé y dije que la apuesta más subversiva del 15M fue negarse a tener representantes. A mí nunca me pareció una carencia o un error sino un gesto pleno de sentido, una ruptura absolutamente radical y necesaria. La prisa por suturar la herida de la "desrepresentación" me ha parecido como mínimo un error. Como mínimo.
  •  No es tan difícil entender el sistema interno de Podemos: ya podéis hacer lo que queráis que al final saldrá lo que diga el comando mediático porque es el único que tiene las armas adecuadas para influir en la opinión pública, que es la conformación a la que ha quedado reducida la masa votante de ágora voting. Por eso, la gente sabe de sobra que si se acuerda algo con el secretario general lo demás es puro trámite. Elevar el trámite a categoría fundamental es un gesto ideológico de dominación como otro cualquiera. Hacer del rito el centro de atención para ocultar su trama efectiva. Es lo que han hecho desde siempre las religiones. El ágora voting es la plaza de San Pedro esperando la fumata pero es en Iphone de Pablo Iglesias donde tiene lugar el cónclave.
  • Evidentemente, Podemos ha abierto la brecha. Por eso, siendo muy crítico al principio, cuando me di cuenta de ello me tragué mis prejuicios y me acerqué. Ahora bien, en este momento, la cosa consiste en si vamos hacia lo inédito, hacia el empoderamiento de la multitud o vamos a más de lo mismo. El problema es que el sistema del liderazgo mediático está perfectamente consolidado en el capitalismo como el principal dispositivo de reciclaje y absorción de cualquier transgresión, subversión o ruptura cultural y/o política. La cuestión es que no les niego a los líderes su función. Lo que pido es control. Porque nadie menos autónomo en un sistema liberal partido-cráticco que un líder. Y o lo controlamos las "masas" o lo absorberán los medios y lo los lobbies. Una cierta "anarquía" de base es necesaria, un cierto comunismo hermenéutico, de voces complejas y en debate para arrebartarle el patrimonio del "general intelect" y del sentido común al amo. Temo mucho más a los bancos y a los grandes empresarios que a las masas. Han demostrado ser mucho menos responsables. Me encanta el debate, me encanta la discrepancia. Sobre todo porque el arma más letalmente útil que conozco para arrebatarle al amo el arma de destrucción popular masiva que es la homogeneidad y la propiedad privada del sentido. Me fascinan las ortodoxias, que son un gran tour de force del pensamiento, pero siempre a condición de no creerme ninguna y practicar dos o tres a la vez.
    (Alguno pensará que cómo cojo y pongo esto así de repente. Muchas de las cosas que comparto aquí son cosas que he dicho en otro hilo como comentario y las traigo aquí para comenzar un debate nuevo, pro las razones que he dicho en las últimas líneas antes del paréntesis. Mi intención es no tener sólo un registro, ni hablar siempre en el mismo tono. Puedo compartir chistes, imprecaciones al PP, y embrioncillos, como éste, de un pensamiento un poco más teórico)
    (Ah, y por favor, los que paséis por aquí mirad también el post que he compartido justo antes en mi muro, que vale mucho más la pena que éste)
  •  Tengo por costumbre salir a la calle, cual Diógenes, buscando un líder. Y siempre que me encuentro alguno, me pasa como al perro de Sinope, que lo único que se me ocurre pedirle es que se aparte de una vez, porque su "claridad" no hace más que robarme el sol.
    Y va y cuando me encuentro a uno que se llevaría mi voto, mi entusiasmo, mi entrega y mi pasión, no le puedo votar porque no es de mi circunscripción. Os dejo el discurso electoral más verdadero y bello que he leído en mucho tiempo. Y con él las razones de por qué, pese a todo, yo, como él, también he decidido permanecer en Podemos. Y es a veces muy difícil. Por favor, leedlo. Es un discurso que no vende humo bajo la forma de una claridad que sólo pretende tapar la luz. Podemos también es esto. Para mí, Podemos, es sobre todo la gente como Rodrigo López Muñoz. Los demás pasarán.



Descalificar para combatir 

  •  Eso de cambiar el diccionario jurídico como a tres días de las elecciones es comunicación estratégica de vanguardia, ¿no? ‪#‎desesPPerados‬
  • De El País: "Antonio Sánz, delegado del Gobierno [en Andalucía]: “No quiero que a Andalucía se la mande desde Cataluña ni alguien que se llama Albert” Qué miserable es el PP y qué ingenuo un catalán que cree que la casta española y sus palmeros lo van a acoger con los brazos abiertos por haber traicionado a su país y haberse plegado a los intereses de Madrid como el más innoble de los gusanos. «Roma traditoribus non praemiat». En fin, con su pan se lo coman, se atraganten y se asfixien. Los dos son el enemigo, pero permítaseme expresar, al menos, el asco que me da la derecha española y su retórica de vísceras llenas de mierda.
  •  Al menos la entrada de "ciudatans", como dicen ellos, tiene algo positivo. A Rajoy se le está cayendo la poca careta que le quedaba y está mostrando a las claras que detrás de su defensa de la Constitución y de la supuesta soberanía nacional española no hay más que un anticatalanismo cavernícola y visceral, un odio mortal contra lo diferente, compartido por todo el PP (y por parte del PSOE madrileño y castellano, dicho sea de paso). Un catalán que ha hecho fe continua de ser un español de derechas como Dios manda y siguen recriminándole que sea catalán. Fuerte.


(Todo lo anterior son intervenciones en redes sociales entre el 6 y el 15 de marzo de 2015)


Más "Cositas que he ido diciendo en los últimos tiempos sobre política, izquierda y comunicación"

sábado, 7 de marzo de 2015

Pensar Podemos, Participar en Podemos. (Apuntes sobre el Populismo, 27)

  •   Hoy he sentido vergüenza. Y no de los valencianos y de sus votos reiterados al PP de los chorizos, los corruptos, los vendepatrias. Hoy he sentido vergüenza de estar defendiendo frente a amigos, conocidos y colegas un proyecto que se está muriendo en su radicalidad y se está convirtiendo en una marca electoral más gracias a la verticalidad y a la afición al despachito de su cúpula. No hemos llegado al 10% de voto entre los inscritos de Podemos en la votación en la que se se tomaba, probablemente, la decisión más importante a la que el pueblo de la Ciudad de Valencia se enfrenta en décadas. ¿Para qué vamos a votar si al final será lo que diga Pablo? Yo voté y voté sí, como defendía CQP que es quien tiene la mayoría en en Consejo Ciudadano de Valencia. Les pregunté, por supuesto, qué defendían después de votar según mi criterio porque puedo escuchar las consignas, pero no las sigo ciegamente jamás. En fin, en esto se está quedando Podemos y esto es ese "nuevo concepto" ultra-hipster-moderno de la nueva militancia que defiende la cúpula, sí, esa que dice que lo de los planchazos son un invento de lo malos perdedores. Si alguien me vuelve a espetar que somos los críticos los que podemos dañar a Podemos con nuestras observaciones y no el sistema que se han inventado ellos para hacer que la gente comprometida y honesta quede sepultada por la turba telecrática, no respondo. A ver si de ser el partido del cambio, el que iba a realizar una transformación radical de España, vamos a pasar a convertirnos en ese partidillo que intenta disputarle algún votito a Albert Rivera. Lo dije el otro día (http://vlcnoticias.com/los-valencianos-somos-un-caso/) y lo repito: los valencianos somos ese espejo del Callejón del Gato en el que harían bien en mirarse todos los españoles. El que avisa no es traidor. El traidor es el que despierta ilusiones y entusiasmo y no tenía más intención que volver a adormecer a los que despertó cuando ya no le son útiles y se tornan peligrosos. Ya estamos consumando el paso del televoto a la narcoabstención. Muchos lo estábamos avisando. No somos nosotros los traidores.
  • Yo concebí Podemos, en tanto que nacia como una alternativa a las vias emancipatorias fracasadas (el paleomarxismo, la vieja izquierda, el antisistema -el anarquismo- entrópico e intransitivo) como un lugar desde el que construir el común de los heterogéneos. La pena es que está cayendo en la construcción no de un común complejo, sino de una homogeneidad pública.
    Hay quien me dice que criticar a Podemos hace daño, porque el pueblo español no está preparado para tomar decisiones y necesita un líder. Yo no es que no tenga fe en los españoles, no la tengo en la humanidad en general y en los valencianos en particular. Mi reto, tal vez posthumanista y desde luego post-ontoteológico, es construir el común no desde la fe, sino desde el deseo. No desde la creencia, sino desde la invención de lo nuevo. Desear es apostar por lo que no existe, como amar es dar lo que no se tiene. Por eso, no me paro a pensar si lo que hago va a ser refrendado por el Otro, que ya sé que no existe, como punto de partida.
    Hacer el común salvaguardando la heterogeneidad (y sus semblantes, el conflcto, el debate, la disidencia) tiene un nombre. Normalmente se le suele llamar ética, y es lo que el núcleo promotor y la opción ideológica en que se sustenta (CQP) consideró un simple escollo para la estrategia. Lo cual, dicho sea de paso es un error táctico gravísimo, y se está empezando a ver con el desinterés de mucha gente, la abstención masiva en las consultas internas y las bajadas en las encuestas. Yo me los imagino, igual que un científco loco de la ciencia ficción de los 50, haciendo cálculos laclauiano-hegemónicos en el laboratorio para aprestarse a conquistar el mundo. Luego viene un tal James Bond a vencerles, que normalmente suele llamarse la vida. Y acaban convertidos en mosca o en gato de Schrödinger, ni vivos ni muertos.
    La gran protesta, los abandonos masivos de gente muy valiosa, avergonzada de haber puesto en pie Círculos asegurándole a la gente que éste iba a ser su partido, el partido donde podrían por fin decidir, desear, pensar y sienten que han engañado a sus amigos y vecinos me produce una pena enorme. Lo que las masas que se empoderaron y se creyeron pueblo no pueden ni creer ni perdonar es que de nuevo se les diga que su misión es euforizarse, apasionarse con camelos e insultar a todo el que piense por su cuenta llamándole casta. La euforia es una droga. Su efecto dura poco y si quieres repetir la experiencia acabas enganchadísimo. La adrenalina es la droga más devastadora que existe. Y los dealers son legales pero cobran también muy caro. (6 de marzo de 2015)
  •  El artículo de Samuel Pulido es magnífico y de un calado muy, muy profundo.
    Hace unos días yo decía yo esto: "Podemos, en mi modesta opinión tiene ideología (democracia radical, economía tendencialmente socializante, un modo de vivir basado en la alegría de lo común y no en la competitividad y la explotación como únicos vínculos sociales reconocibles...) pero aún no tiene doctrina. En este momento, es cuando la ideología de Podemos es potencialmente más subversiva, precisamente por ello. Si se cierra en una doctrina, si huye de un movimiento colectivo, dialéctico y dialógico, si deja de ser un instrumento para convertirse en un tótem, dejará por el camino mucho de ese potencial de subversión "
    El problema es que Claro que Podemos lleva camino de convertirse en un corpus doctrinario, pese a que desde la cúpula se insista en que no es tal, sino sólo un "estilo". Un Podemos cerrado, obsesionado sólo por el éxito a corto plazo, por presentarse monolítcamente para que el electorado siga siendo electorado y no pueblo, es decir, se sienta eufóricament triunfador por la delegación en sus representantes y no agente de la lucha, puede ser mortal para Podemos. La complejidad de las voces puede sembrar dudas, claro. Pero sobre todo en el enemigo, que se encuentre con un monstruo de miles de cabezas que le es imposible abatir. Queremos democracia, no sólo soberanía. Porque la radicalización democrática es un arma estratégica y política de un poder inmenso. La inserción en la comunicación sistémica como campo único de enunciación puede ser el virus de contagio partidocrático que acabe, si no matando, al menos convirtiendo a Podemos en un enfermo crónico. No hay ninguna vocación de marginalidad en ejercer la crítica y la democracia interna. Hay hambre de victoria popular y no de éxito fugaz de un partido. (4 de marzo de 2015)
  •  Pobre tipo. Se ha pasado la vida entre intelectuales, libros, escritores, poetas, y cuando quiere cantar su canción sólo sabe tararear y desafinando. Uno de los casos más patéticos de pseudointelectuales que conozco. Y tan amargao el pobre, con esa ínfulas de élite llamando a los españoles africanos. Es un apátrida de mierda. No por la presión de la miseria, o por el ansia de libertad, que sería muy digno y puede que noble. Es un apátrida porque es incapaz de querer a nadie ni de conseguir ser querido. Pobre infeliz. Daría mucha pena si no fuera por esa habilidad innata que tiene para dar asco. Si España ha tenido problemas en los últimos 400 años ha sido sobre todo porque por cada pensador auténtico que pueda haber nacido han salido varios miles de especímenes como este. Y se han llevado el gato al agua. Ojalá pronto sea un mal, pintoresco pero malo, recuerdo. (3 de marzo de 2015)
  •   
        
    Dentro de tanta demagogia, va a ser que la clave es ésta. Hace mucho que Freud descubrió que el goce sumo es la prohibición. No que lo prohibido excite el deseo, que también. Sino que el Superyó engordaba con cada prohibición y exigía más, más y más. Mis alumnos son uno de mis más grandes contactos con la realidad cosa que no sólo reconozco sino que me enorgullece, porque uno caduca si no se renueva y tengo una edad en la que podría estar diciendo muchas chocheces. Pues bien, en sus primeros 18 años de vida -padres, sistema educativo, tanto da- alguien les mete en la cabeza que viven en la época más libre de la historia. Algunos alucinan mucho cuando se enteran de que en el primer tercio del siglo XX uno podía comprar heroína, morfina o cocaína en las farmacias y que en el último uno podía comprar con relativa facilidad anfetaminas. Ellos que se creen - se lo meten en la cabeza- que son una juventud perdida porque piensan en la fiesta en vez de ocuparse con sesudos pensamientos, también alucinan cuando se ponen a comaparar y se dan cuenta de que en los años 70 u 80 en España había mucha más libertad sexual probablemente que ahora. Y en las últimas décadas del siglo XV también. Es la prohibición capitalista, que no tiene otro objeto que extraer al mercado de la regulación y al placer de la alegría, para dominar a los sujetos a través de sus pulsiones. Por eso la frontera de México es un lugar esencial en la lucha contra el capitalismo. Por eso La Tuta o Walter White son personajes emblemáticos de lo sucia que es la lucha por la libertad, de lo sucia que es la angustia en el capitalismo. Por eso allí mueren mujeres y estudiantes. Porque la prohibición coloca al poder muy por encima de la ley. Y por eso también lo es la valla de Melilla y la frontera de Marruecos. El capitalismo ha hecho que una de las prácticas culturales más consustanciales al ser humano como la alteración de la conciencia se haya convertido en un acto criminal y sucio, haya sido extraída de lo común y se haya convertido en un acto clandestino que no conoce otra fraternidad que la de la muerte. (2 de marzo de 2015)


Ape Rotoma es uno de esos grandes encuentros que le debo a las redes sociales. Sobre todo, a ésta, donde se puede hablar, escribir, reírse, emocionarse y tirarse de los pelos. Hay otros encuentros en el mundo de la política, de la poesía, del cine, de la tele, de la filosofía. Pero probablemente de entre todos los amigos que me he encontrado por aquí, Ape Rotoma sea la mirada más limpia que he conocido jamás. El me ha dicho, como otra gente, que en parte sigue a Podemos por lo que yo le voy contando. Os dejo con sus versos sin doblez y claros, como un buen aguardiente. Política poética, que no poesía política. Leedlo. Hasta el final, por favor. Es un gran poeta y un gran hombre.

# Compromiso, realismo, coherencia y esas cosas

¿Dónde van estos chicos de Podemos? ¿A qué creen
que están jugando? ¿De verdad son tan ingenuos
como parecen a veces? Ya sé que hay muchos idiotas
que les tienen mucho miedo. Pienso en cabezas cuadradas
del tipo Inda (ahora me asusta que me demande por injurias
el muy idiota), pero sospecho que los que mandan de verdad,
las grandes corporaciones transnacionales, la banca,
la burocracia europea, la justicia no tan sutilmente manejada,
los ejércitos, las fortunas, los dueños de los periódicos
y otros poderes ocultos, esos villanos en la sombra
de los que hablan los putos conspiranoicos (¡uuuuúh...!),
se descojonan de risa, y piensan: jugad, jugad
a esas cosas vuestras que el dinero es nuestro y el dinero
es quien decide. No sé. Es que han podido con otros
que tenían mucho peligro. Y no pienso sólo en la URSS
y adláteres, sino en toda la subversión diluida de los sesenta,
que lo fue en muchos sentidos: política, cultural, social
y lingüística, que es serio. ¿Van a despenalizar las drogas?
Porque eso es piedra de toque: quien aún cree en el mito
de la maldad intrínseca de ciertos productos químicos,
para mí, es que no ha entendido nada de la capacidad
que para hacernos tragar mentiras tienen ellos, quienes
sean, da lo mismo. No lo creo. Joder, parecen muy puritanos
para eso; más bien los veo subiendo aún más los impuestos
sobre el tabaco y ejecutando camellos, como en Cuba.
No sé, parecen tan intelectualizados y al tiempo tan tontorrones,
parecen tan convencidos de que "pueblo" significa algo,
de que aún hay buenos y malos y de que los buenos somos
los pobres, de que se pueden usar los medios para algo útil, de
que las redes sociales son sociales realmente y de que no están
en manos de los de siempre, que me irritan un poquito y sí,
me dan miedo incluso a mí, que soy de los suyos simplemente
porque no soy de los otros. Y ya puestos, ¿qué pobres dicen?,
porque yo conozco a algunos, ¿los que ven telebasura y fútbol,
los que hablan de los putos moros y de los putos sudacas,
los que no leen ni bajo hipnosis, los que dan de hostias
borrachos a sus mujeres -disculpas por el machismo evidente:
ellas también pegan y sus hostias, más sutiles, duelen más
con frecuencia-? En fin, sólo quiero incidir en qué complicado es todo
y qué sencillo parece que lo ven estos capullos. La verdad,
no sé, no sé. Yo huyo de la política en general como huyo
de los perros fieros, del trabajo y de las aglomeraciones, y ahora,
a mis años, vienen estos cachondos a decirme que podemos
cambiar algo, que aquí, en Europa, y ahora, en el joven siglo,
se puede conseguir lo que otros, mucho más listos, no han ni
logrado hacer asomar por una esquina de la historia, en todo
mi largo siglo, que es el veinte. No sé, qué tíos, ¿han pensado
en lo que se juegan, en lo que nos hacen jugarnos a cada uno?,
¿han pensado en a quién se enfrentan, en el poder en abstracto,
que no es ya un nombre ni un rostro, que está en todas partes,
que corrompe sin sentirlo, que ha hecho caer, una a una, otras
revoluciones locales y reformas razonables (¡uuuuuuuuúh...!)?
Además, coño, apestan a distancia a progre, a corrección política,
a otra casta tan funesta como todas, la que, en cuanto abres la boca,
te llama fascista o peor aún: neoliberal. Ya sabéis, una vez más,
de quiénes hablo. Y son tan jóvenes, tan tiernos, han recibido
tan pocas hostias, sólo por falta de tiempo. Y vale, recibir hostias
no es bueno pero espabila. ¿Peleas por las banderas a estas alturas?,
¿marxismo?, ¿republicanismo?, ¿autodeterminaciones varias? Por favor,
no es que me parezca mal, es que me la trae muy floja. Clarificando:
yo lo único que quiero es comer decentemente y fumar lo que me salga
de los huevos y que me dejen en paz y poder escribir mis poemillas
y ampliar mi biblioteca y no tener que pagar a cambio barbaridades
en tiempo, humillaciones, compromisos, dolor y frío, y a ser posible,
que no se me caiga la cara de vergüenza al decir de dónde soy,
y que no me trate la pasma como si hubiera matado a alguien.
Bueno, vale, la verdad es que seguro que se me ocurrían más cosas
porque no me fío un pelo de esta gente, pero me estoy alargando
demasiado, así que sólo añadiré, a todo esto (y por lo que más queráis,
que quede aquí, entre nosotros, que están las cosas muy mal):
me parece que a la próxima ocasión que haya, voy y los voto.

Ape Rotoma, 2015

(Y recuerden algunos hooligans y palmeros que por cada votante, simpatizante o militante que atrae el comando mediático, los críticos -los líquidos, los gaseosos como dice el intelectual orgánico de pétreo corazón y sólida mollera- traemos otro. Porque las figuras mediáticas de Podemos generan tanta atracción como rechazo en mucha gente. Y esa otra gente se fía más de los críticos que argumentan desde el sentido común que del griterío impregnado de silencio) (24 de febrero de 2015)

miércoles, 4 de marzo de 2015

DE MI LÍMITE (POEMAS DE LA FELICIDAD), 2

 

 

NOMBRE DE MUJER PRIMERA

 

 

“Se puede conquistar a una muchacha con un poema, pero no se la puede retener con un poema. Vaya, ni siquiera con un movimiento poético”

Roberto Bolaño




SE DEDUJO, DE REPENTE

Subía unas escaleras con el brío
sublime que otorga sólo
la pasión por no saber.
Se dedujo, de repente,
del serpenteo grosero de su dibujo
y de una resistencia inverosímil de mis bronquios
a su empecinamiento ortogonal,
que el alma,
harta de la mitad de las verdades,
pugnaba por el miserable pan de la conciencia.
Me senté al borde de mi lecho solitario y comprendí
que mis gritos se dirigían
aún al semblante agonizante de una madre.
Una cualquiera.
Y sobre ese mismo acantilado de la culpa,
supe que no te amaba todavía.
Cuánto que aprender
de la médula del pánico, acogedora.
Cuánto, para llegar hasta ti
desde esta sima donde me aplastan las certezas,
y habitan las palabras
dichas antes que tu nombre
de mujer primera,
de madre
de hermano muerto,
de bendición para el huido,
de beso sobre la frente
del intocable.

Eva (Alberto Durero, 1507)


(Otros poemas)