¿Saben cómo distingo yo a un verdadero demócrata madrileño y un pijo-progre de Madrid?
Porque ven el hecho diferencial de los pueblos del Estado español desde
el ángulo de la legitimidad, esto es, como una cuestión de derecho y no
como una cuestión de tolerancia. Somos pueblos, no provincias. Somos
sujetos de derecho, no territorio ocupado. Tenemos derecho a hablar
nuestras lenguas, no en privado y con el papá y la mamá, sino que
tenemos perfecta legitimidad para ello en el espacio público y sobre
todo frente al Estado.
Continúa...
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