Miren, puede que yo alguna vez haya explicado Lola Flores en clase. Ahora no caigo. Más fácil es que hay explicado Imperio Argentina o Estrellita Castro, porque soy más de Florián Rey o Benito Perojo que de Ramón Torrado o Luis Lucia. A quien sí he explicado seguro es a Fernando Fernán-Gómez, Llovet Gracia, Erice o Buñuel, junto a Hitchcock, Welles Lynch, Kieslowski, Huston, Sirk o Howard Hawks. No recuerdo haber explicado nunca a Kripke, pero sí a Frege, Göedel, Russell, Wittgenstein, Kuhn, Popper, Aristóteles, Platón, Sto. Tomás el aquinate o al obispo de Hipona. No se puede explicar Matrix adecuadamente si no recurre a todos ellos, por poner un ejemplo. Como no se entiende a Vigalondo sin Cervantes, Velázquez o Jaron Lanier. Sí, la cultura popular y el arte hace ya algunas décadas que se enseñan en la universidad. Incluidos algunos poetas medianitos y hacedores de dudosos bestsellers de regusto filosófico para profanos.
No, miren. Yo soy profesor universitario. Fui asociado cinco años y me costó mucho llegar a una placita desde la que puedo ganarme más o menos la vida. Suspendí un par de oposiciones, creo que injustamente, antes de eso y no se me ha oído quejarme de la "endogamia" universitaria. ¿Saben por qué? Por dos razones. La primera, que no creo en el victimismo individual. No vale de nada quejarse por una injusticia individual si ello no ha de tener una proyección colectiva. Y dos, porque esa endogamia ha acabado siendo una de las pocas armas, todo lo defectuosa que se quiera, para protegerse de un enemigo mayor que tiene la universidad: los políticos trepas y sus patrocinadores bancarios y empresariales. El problema de la
universalidad, como ideal ilustrado es que cuando intentamos aplicarlo en un
entorno capitalista partimos de una situación de hecho marcada por la
desigualdad. Lo cual implica que quien quiera más privilegios suele clamar por
la mayor universalidad, por mayor objetividad, por mayor transparencia. Probablemente si vamos combatiendo la desigualdad desde
el supuesto del igual derecho a ser diferentes y de la justicia para cada uno
el fantasma de la universalidad, del para todos lo mismo, pueda acabar siendo
considerado con los siglos como una superchería de los oscuros tiempos del
iluminismo liberal. Porque efectivamente esto crea una sensación eterna de impotencia, de nunca es suficiente. Creo que hay que examinar la cuestión de la llamada "endogamia" pero de una forma radical, entendiéndola como síntoma de un problema de publicidad de los procesos mucho más profunda y no desde el berrinche y la amargura de quien ha visto sus aspiraciones frustradas.
La universidad tiene muchos problemas y le aseguro que los profesores distan de ser el mayor comparados con los desastres llevados a cabo contra ella por las diversas administraciones del PP y del PSOE, creando universidades con criterios absolutamente políticos, cambiando las normativas a capricho y creando agencias e instrumentos de control constantes tanto administrativos como académicos que llegan a ser realmente asfixiantes. Decir que los profesores universitarios en el Espacio Europeo de Educación superior no estamos controlados es una sucia y miserable calumnia propia de la extrema derecha más irresponsable. Mire, mi dolor es cada vez que un estudiante tiene que dejar la universidad porque no puede pagar las tasas o cada vez que un joven absolutamente competente, y no pienso sólo en Íñigo Errejón, porque tengo muchos a mi alrededor, no puede apenas sobrevivir con su sueldecillo precario de becario o profesor gracias al señor Wert. Y gracias a patrañas como la suya llenas del más profundo amargamiento, que amargura es un sustantivo demasiado romántico para vuecencia. Se empieza odiando a Catalunya y siendo militante activo del anticatalanismo y se acaba odiando a España entera. Pobre hombre. Sr. Azúa, ojalá encuentre quien le estudie en una universidad española. Le vendría bien que fuera en una facultad de medicina y así no nos hacía perder el tiempo a humanistas más serios que sí, estudiamos la cultura de este país que usted odia y, si lo vemos digno de interés, cualquier otro fenómeno cultural o artístico. El País lleva ya tiempo habiendo perdido mucho de su prestigio y su crédito, pero no sé qué bien le hace tener en nómina un neocón resentido y difamador como éste. Pero vamos, los ha tenido siempre.
(Relacionado: Sobre el infame ataque a Íñigo Errejón (Apuntes sobre el Populismo, 14) y Formar para convivir con la competitividad no es formar para ser competitivos (del amor, la enseñanza y el cainismo)
Querido José Antonio:
ResponderEliminarCon mi acostumbrada atención fluctuante, es decir, que a veces me fijo y otras no me entero, de todo el proceso de construcción de Podemos lo que más me está llamando la atención es que, en un momento en el que están tratando de concretar un programa político que aun está apenas esbozado más allá de la pura propaganda y algunas propuestas presentadas como a desarrollar y concretar, y antes incluso de este momento en el que Podemos era más una intención que una realidad, lo que se está produciendo a su alrededor son reacciones furibundas que, más producto del miedo que de la supuesta rivalidad política con alguien que aun no ha acabado de concretar su posición, no tienen más argumentos que el enarbolamiento de fantasmas como el oro de Caracas, el tú también haces igual que lo que denuncias (caso Errejón o el de la concejala de IU próxima a Pablo Iglesias (¿su pareja?), por citar algunos), Fidel resucitado en forma de "castrismo-leninismo" (sic. Felix de Azua) y otras. Quizá en algún momento nos encontremos también mencionados en relación a Podemos a Corea del Norte o al Colectivo de Gays y lesbianas porque la coleta de Pablo Iglesias lo que indica es que en realidad es un travesti. Un argumeto se saca de cualquier parte si para lo que ha de servir es para la lapidación de lo que resulta incómodo, y si no se llama a la policía que es la piedra máxima ahora legalizada para aporrear cabezas.
Como verás el miedo hace mudar las posiciones o desvelar lo que se esconde detrás de posicines políticas más o menos de recibo. Así no es de extrañar que el PSOE quiera colocar a Podemos del lado de la siempre timorata socialdemocracia magnificando la inquietud, que considero responsable, que pueden tener los dirigentes de Podemos al encontrarse como una fuerza política con opciones de gobierno, o que el señor Felix de Azúa se coloque en ese lugar de darwinismo universitario para defener posiciones que fueron las suyas, las de un intelectualismo que para sostenerse tenía que mirar hacia afuera y negar una realidad que quería que no fuera la suya por temor a quedar eclipsado. Todo el mundo está legitimado para defender su propia historia, lo importante es como lo hace, con que argumentos.
Así no es de extrañar que en ABC o La Razón tilden a Podemos de partido de extrema izquierda o que El País arremeta constantemente conta Podemos mudando el actual estado de "en construcción" de su programa político en una inconsistencia descalificadora.
Así que habrá que seguir atentos a lo que pasa y mirar también en los límites del campo visual, a lo que se dice y a lo que se calla.
Un cordial saludo.
Paco.
Después de leerlo, me viene a la cabeza el señor (por llamarlo de alguna manera) Marhuenda,como profesor de Universidad, de la que allegados a su ideología y en el plano local (concretamente NNGG de Castellón) pregonan a los cuatro vientos el hangstag #Quenotelien, en referencia al adoctrinamiento en las aulas. ¿Qué porcentaje de adoctrinamiento proviene de las aulas y cuanto de las televisiones públicas adulteradas con sandeces y política pagada con sueldo público?
ResponderEliminarPues hay una forma mucho más directa y destructiva de adulterar la enseñanza mediante el adoctrinamiento fiscal y administrativo, con el ascenso del precio de las tasas. A más dinero, más posibilidades tienes de estudiar, cosa que me recuerda a mi abuela y a mi madre, que me han contado decenas de veces que antes, solo estudiaban los hijos de los señoritos. La genialidad, la inteligencia, el I+D+I y todo lo que nos desarrolla como país, se pierde con la pérdida de cada estudiante que no puede nunca estudiar en la Universidad.
Ahora, Podemos puede llegar donde antes nunca ha llegado un partido nuevo: "La Universidad y la cultura al servicio de España"