Intereconomía en estado puro. |
Antinacionalismo y microneoliberalismo en la izquierda española
Yo no tengo nada en contra de España. Ni de los españoles.
Ni de los catalanes que no quieren la independencia. Ni, incluso, si existiera,
del nacionalismo español. Mi enemigo, en todo caso, es el soberanismo frío de
los españolistas. El nacionalismo español defendería, con acierto o error, la
lengua y la cultura española ante los peligros que puedan acecharla. El
españolismo soberanista, no. Recuerdo perfectamente cuando hace unos años Évole
le preguntó, a cuenta de las políticas catalanas de defensa de la lengua, si él
no vería con buenos ojos que, en caso de ser atacado o puesto en peligro el
español por la expansión del inglés, el gobierno central hiciera políticas que
defendieran el castellano. Dijo que no, que eso sería impedir que la gente se
buscara la vida. Literal. Neoliberalismo puro: nada más importante que el
mercado, que cuando se dirigen a la clase obrera –esto es, a todos los que no
somos dueños de los medios de producción con los que trabajamos-, con el fin de
estafarla, llaman eufemísticamente “creación de empleo”. Pero no hace falta
irse tan lejos para buscar comportamientos miserables. Creo que cualquiera que
se sienta nacionalista español debió sentirse ayer indignado y humillado con la
actitud de Rajoy ante Trump, mendigando aprobación frente al catalanismo. Un
españolista, no. El soberanismo neoliberal españolista no cuenta con la vergüenza
entre sus registros afectivos. Basta con el imperio de la ley. Y el monopolio
de la violencia. 27 de septiembre.
•••
Dos decepciones hoy con gente que creía que era de otra
manera. Estaba empezando a pensar que la izquierda madrileña estaba entrando en
razón, con la cuestión catalana. Soy un ingenuo. Prepotencia absoluta, juzgando
a los periféricos como niños enfermos que no sabemos qué queremos. Uno, que
tiene una viñeta de El Roto, el pseudoizquierdista catalanófobo más conspicuo
de España como foto de portada. Y soltándome estadísticas, porque cómo no va a
saber él más como madrileño con estadísticas, que un valenciano que comparte
lengua y cultura de toda la vida con Catalunya. Otro, que podría tener un
cierto respeto intelectual de mi parte, diciendo que lo de los catalanes es
juego de niñatos de clase media (como el 15M, dice). Vamos que si no es útil en
Madrid, cualquier reivindicación territorial es una mariconada. Cosas de
complicidad con las élites. Por eso, no entenderán en su vida a las CUP. El
paletismo monoligüe es tremendo. Un amo es quien te explota. OK. Pero quien se
mete en tu casa, te impone su lengua y su legalidad centralista y te hace
súbdito de sus instituciones extranjeras, también. Qué jodido es que vean eso
desde el centro de la Península Ibérica. Claro, para ellos es natural. Los
raros somos los otros que no sabemos qué queremos.
Ese paternalismo chulapo del izquierdista madrileño, dicho sea de paso, lo veo mucho más en los hombres que en las mujeres. Hoy uno me ha llamado paternalista a mí. Manda huevos. No, mira, no. Si miraras un poquito más allá de tu ombligo, verías que los valencianos progresistas hemos mirado siempre a Catalunya con respeto, admiración, cierta envidia de su dignidad y con germanor, palabra que no sale de las narices traducir. A estos falo-gozantes madrileños de izquierda les rogaría que trataran a Catalunya como las mujeres empoderadas de su entorno les exigen que las trates: si quieres apoyar la causa del feminismo, al lado o detrás de las mujeres y calladito. No pontificando y teorizando por tu cuenta porque te saldrá el machista que llevas dentro. Pues con Catalunya igual. Apoya, madrileño, pero no se te ocurra liderar ni aconsejar porque te va a salir el colonialista hispánico que llevas en tu interior. Ah, y si vienes a la costa de veraneo, interésate un poquito por los pueblos que hay alrededor de tu apartamento, por su lengua, su historia, sus costumbres. No te limites a comer tu paellita de marisco. Y no digas que vienes a veranear al Levante. En todo caso, al sur. Al sur de Catalunya. Nos llamamos País Valencià y de Catalunya sabemos más que tú, porque al menos cuando hablan los entendemos. Si oyerais hablar una sola vez a Anna Gabriel en su lengua y no en la del amo, os cagabais encima del ataque de lucidez. Sentimos no vivir todo el rato subtitulados. En fin, soy un ingenuo y, de tant en tant, em porte aquestes decepcions. (Google translator, si no lo has entendido).
Con la metida de pata del Borbón ayer podríamos tener un gran futuro por delante. Dejaos de pedir diálogo de una puta vez y escuchad en vez de hablar. Echarle la culpa a Puigdemont al mismo nivel que a Rajoy, como hace algún otro izquierdista madrileño hoy también, es como decir que la culpa del hambre en el mundo la tiene el hombre del saco. Temo mucho a estos izquierdistas que ven el centralismo como la razón o la naturaleza. Mucho. Pueden volver a cagarla con sus diálogos. Callad de una puta vez y escuchad. Si escribo en castellano es para que me entendáis. De nada.
Ese paternalismo chulapo del izquierdista madrileño, dicho sea de paso, lo veo mucho más en los hombres que en las mujeres. Hoy uno me ha llamado paternalista a mí. Manda huevos. No, mira, no. Si miraras un poquito más allá de tu ombligo, verías que los valencianos progresistas hemos mirado siempre a Catalunya con respeto, admiración, cierta envidia de su dignidad y con germanor, palabra que no sale de las narices traducir. A estos falo-gozantes madrileños de izquierda les rogaría que trataran a Catalunya como las mujeres empoderadas de su entorno les exigen que las trates: si quieres apoyar la causa del feminismo, al lado o detrás de las mujeres y calladito. No pontificando y teorizando por tu cuenta porque te saldrá el machista que llevas dentro. Pues con Catalunya igual. Apoya, madrileño, pero no se te ocurra liderar ni aconsejar porque te va a salir el colonialista hispánico que llevas en tu interior. Ah, y si vienes a la costa de veraneo, interésate un poquito por los pueblos que hay alrededor de tu apartamento, por su lengua, su historia, sus costumbres. No te limites a comer tu paellita de marisco. Y no digas que vienes a veranear al Levante. En todo caso, al sur. Al sur de Catalunya. Nos llamamos País Valencià y de Catalunya sabemos más que tú, porque al menos cuando hablan los entendemos. Si oyerais hablar una sola vez a Anna Gabriel en su lengua y no en la del amo, os cagabais encima del ataque de lucidez. Sentimos no vivir todo el rato subtitulados. En fin, soy un ingenuo y, de tant en tant, em porte aquestes decepcions. (Google translator, si no lo has entendido).
Con la metida de pata del Borbón ayer podríamos tener un gran futuro por delante. Dejaos de pedir diálogo de una puta vez y escuchad en vez de hablar. Echarle la culpa a Puigdemont al mismo nivel que a Rajoy, como hace algún otro izquierdista madrileño hoy también, es como decir que la culpa del hambre en el mundo la tiene el hombre del saco. Temo mucho a estos izquierdistas que ven el centralismo como la razón o la naturaleza. Mucho. Pueden volver a cagarla con sus diálogos. Callad de una puta vez y escuchad. Si escribo en castellano es para que me entendáis. De nada.
(Hay mucho dolor y mucha rabia en las palabras de arriba.
Así que si te joden pasa de largo. Estoy deseando cagarme hoy en muchos
muertos. No me des la oportunidad). 4 de octubre.
- Este estado tuvo 122 likes y fue compartido 36 veces además de muchos comentarios de adhesión y comprensión. Traigo el dato para que se entienda la enorme decepción de la izquierda catalano-parlante (valenciana y catalana, pero supongo que también balear) con la posición fundamentalista y la enorme incomprensión de mucha izquierda española y, sobre todo, madrileña. En el oficialismo de Podemos, pero también entre sus críticos. Dejo el enlace por si alguien quiere leerlo directamente: https://www.facebook.com/joseantonio.palaoerrando/posts/1491531880939360
Aznar como precursor del Antinacionalismo neoliberal.
Tengo que encontrar tiempo, porque le estoy dedicando al Procés casi tanto como Puigdemont. Desde
luego mucho más que Rajoy y su secretario Felipe. Pero hay que poner negro
sobre blanco algo que para mí es más que evidente, pero me doy cuenta que no
para todo el mundo. La España del españolismo neoliberal, que pretende
vendérsenos como el Estado más antiguo de Europa, no es un Estado sino una
ideología muy concreta, que no tiene más de 20 años y que tuvo un inventor muy
identificable y datable: José María Aznar. Que contó. eso sí, con dos
compinches de lujo reclutados entre el más burdo paletismo peninsular: José
Bono y Juan Carlos Rodríiguez Ibarra. Es un centralismo menos jacobino que
eichmanniano, banal y maligno. Pero disfrazado de una frialdad falsamente
racional, casi cibernética, diría yo, que acabó haciendo pasar a las dos
regiones más subdesarrolladas y sometidas al imperio de sus oligarquías, y con
menor PIB, como La Mancha y Extremadura, como adalides del racionalismo
constitucional y prensentando a los dos territorios más desarrollados y donde
la modernidad más había avanzado del Estado Español, Catalunya y Euskadi, como
presas de un provincianismo folclórico y supersticioso.
Fue una estrategia ideológica implementada contra Ibarretxe y contra el tripartito de Maragall y Carod. En Euskadi, funcionó en cierta medida porque ETA fue siempre, aunque el PNV intentara que no, el tendón de Aquiles del nacionalismo vasco. En Catalunya, sin embargo, el nacionalismo cobró un auge inédito como reacción contra la tremenda ofensiva centralista del aznarismo y el rajoyismo, secundados también por la población más paleta de Madrid o la Comunidad Valenciana.
Este españolismo forense, frío y eichmanniano no tiene nada que ver con una cierta cultura de la tolerancia por la diferencia que se había establecido en España desde mediados de los 70 hasta mediados de los 90, no exenta de tensiones, claro, pero sí mucho menos virulenta que la España que diseñó Aznar con la ayuda no precisamene de lo más granado de la clase intelectual catalana y vasca (Sabater, Azúa, Boadella, Juaristi…) y reforzada a su vez por dos figuras políticas totalmente despreciadas en sus territorios de origen, como Rosa Díez y Albert Rivera, considerados como simples trepas con ambiciones en la Villa y Corte por sus conciudadanos vascos y catalanes y que decidieron poner a sus países a los pies del neoliberalismo nacional-aznarista sin el más mínimo escrúpulo, creando dos partidos cuyo único ítem programático era el centralismo más salvaje, por ellos denominado antinacionalismo.
Esta deriva hay que contarla porque, en trato continuo con gente muy joven, veo que no tienen de idea de ella y pueden acabar creyendo que Rajoy es presidente del gobierno (prácticamente, jefe del Estado in pectore) por designación directa de los Reyes Católicos tras derrocar al Boabdil. Vamos, falta medio telediario para que la ilustre falsificadora de la historia, la Sra. Sáenz de (la Pinta, la Niña y la) Santamaría lo sancione así en Televisión (muy y mucho) Española.
(Para entender esto último, dejo enlace) 5 de octubre.
Fue una estrategia ideológica implementada contra Ibarretxe y contra el tripartito de Maragall y Carod. En Euskadi, funcionó en cierta medida porque ETA fue siempre, aunque el PNV intentara que no, el tendón de Aquiles del nacionalismo vasco. En Catalunya, sin embargo, el nacionalismo cobró un auge inédito como reacción contra la tremenda ofensiva centralista del aznarismo y el rajoyismo, secundados también por la población más paleta de Madrid o la Comunidad Valenciana.
Este españolismo forense, frío y eichmanniano no tiene nada que ver con una cierta cultura de la tolerancia por la diferencia que se había establecido en España desde mediados de los 70 hasta mediados de los 90, no exenta de tensiones, claro, pero sí mucho menos virulenta que la España que diseñó Aznar con la ayuda no precisamene de lo más granado de la clase intelectual catalana y vasca (Sabater, Azúa, Boadella, Juaristi…) y reforzada a su vez por dos figuras políticas totalmente despreciadas en sus territorios de origen, como Rosa Díez y Albert Rivera, considerados como simples trepas con ambiciones en la Villa y Corte por sus conciudadanos vascos y catalanes y que decidieron poner a sus países a los pies del neoliberalismo nacional-aznarista sin el más mínimo escrúpulo, creando dos partidos cuyo único ítem programático era el centralismo más salvaje, por ellos denominado antinacionalismo.
Esta deriva hay que contarla porque, en trato continuo con gente muy joven, veo que no tienen de idea de ella y pueden acabar creyendo que Rajoy es presidente del gobierno (prácticamente, jefe del Estado in pectore) por designación directa de los Reyes Católicos tras derrocar al Boabdil. Vamos, falta medio telediario para que la ilustre falsificadora de la historia, la Sra. Sáenz de (la Pinta, la Niña y la) Santamaría lo sancione así en Televisión (muy y mucho) Española.
(Para entender esto último, dejo enlace) 5 de octubre.
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De los inventores de feminazi, otro nuevo éxito viral: supremacista catalán. Ya me lo han llamado. Me ha hecho mucha ilu. Si me llamáis sucionegro o maricón de mierda, también os estaré reconocido.
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Aixó ho vaig dir el 7 de setembre.
"El componente de aventura, que lo tiene, del soberanismo catalán no es si van a topar con los Aparatos Ideológicos (la Constitución y las leyes) o los Aparatos Represivos (los tribunales y la ejecución de sus sentencias) del Estado Español, sino saber si detrás tienen un pueblo decidido a luchar sin cuartel contra ellos, o sólo una masa de ciudadanos-espectadores que se van retraer en cuanto se sientan personalmente amenazados en sus proyectos de vida privados. Esa es la X, y no estar a ver lo que hace el gobierno de Madrid. El máximo responsable de un proceso independentista es el pueblo. Las élites o vanguardias no tienen más que el protagonismo mediático. He ahí una emergencia de lo real -la reiterada fisura entre la representación política y las formas de lo social- y hay que ver qué sujeto responde a ella. Un pueblo es un sujeto político. Una opinión pública es simplemente un objeto de cálculo." 7 de septiembre.
Aixó ho vaig dir el 7 de setembre.
"El componente de aventura, que lo tiene, del soberanismo catalán no es si van a topar con los Aparatos Ideológicos (la Constitución y las leyes) o los Aparatos Represivos (los tribunales y la ejecución de sus sentencias) del Estado Español, sino saber si detrás tienen un pueblo decidido a luchar sin cuartel contra ellos, o sólo una masa de ciudadanos-espectadores que se van retraer en cuanto se sientan personalmente amenazados en sus proyectos de vida privados. Esa es la X, y no estar a ver lo que hace el gobierno de Madrid. El máximo responsable de un proceso independentista es el pueblo. Las élites o vanguardias no tienen más que el protagonismo mediático. He ahí una emergencia de lo real -la reiterada fisura entre la representación política y las formas de lo social- y hay que ver qué sujeto responde a ella. Un pueblo es un sujeto político. Una opinión pública es simplemente un objeto de cálculo." 7 de septiembre.
Xicoteta diferència. Ara el poble català es sap poble i
també sap que no el representen ni el govern de Barcelona ni el de Madrid. Jo
pense que el 1-O ha estat una gran victòria. No de les elits catalanes sinó de
una multitud esdevenint poble. La Independència, perdoneu-me si us sap greu, és
secundària. El que és reialment important es que aquesta és la primera
experiència d'autèntic protagonisme d'un poble a l'Europa Occidental des de la
Segona Guerra mundial. Com a demòcrata i com a esquerrà jo em sent triomfador.
El meu recolzament a Catalunya continua i no té res a veure amb la
independència. O sí, com vullguen. Són un dels pobles que més admire de tota la
Història del gènere humà. Per moltes coses. Això no ha canviat.
Y sí, os digo a algunos izquierdistas madrileños: esto ha
sido una lección de lucha de clases y una lección de cómo se legitima una
hegemonía contra un Estado, sus jueces, su policía y su ejército. Tomemos todos
nota.10 de Octubre.
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Yo sigo pensando que remar a favor del derecho a decidir de
los catalanes -a no confundir con la independencia, que eso es lo que han de
decidir ellos- es bueno para España. Para todos y cada uno de sus territorios.
Porque la España a la que me opongo es la franquista, que desgraciadamente el
PP sigue manteniendo viva. Para eso, es fundamental que el resto, empezando por
los valencianos y siguiendo por los madrileños captemos ese campo sentimental
de lo catalán. Porque el 90% de la política es sentimiento y no se trata de
racionalizar, eso es precisamente lo que está haciendo el PP y Cs, como llevo
señalando estos días, con su frío legalismo neoliberal. Y por eso hago lo que
hago y no cejo. Y es por eso, también, que escribo preponderantemente en
castellano. Busco el bien de España, que pasa, me repito, en buena parte por su
catalnización. Decidan lo que decidan es en el Estado Español donde yo me voy a
quedar. 8 de octubre.
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Hay dos grandes trampas lanzadas por el establishment y la
prensa de derechas española en la que los izquierdistas españoles y, sobre
todo, los cercanos a Podemos están cayendo como moscas.
1ª Darle un protagonismo y una relevancia a Puigdemont que
no ha tenido nunca. Ojo, porque esa va a ser el arma principal contra Podemos
si defiende, lo que como "ciudadano soberano español" -es lo que hay,
no soy yo es mi circunstancia- yo no tengo tampoco más remedio que defender: un
referéndum legal y pactado con todas las garantías.
2ª Desprestigiar a las CUP. Desde la derecha, son los
radicales que tienen preso al PdCat, pero desde la izquierda se está picando el
anzuelo de que son colaboracionistas de la derecha que han puesto el
independentismo por delante de los derechos sociales y que si tal y que si
cual. Todo es mentira.
Debido a las políticas del núcleo irradiador y del primer
CCE de Podemos, éste se ha convertido en un partido como otro cualquiera, esto
es, formado por cuadros y activistas que han hecho de la politica y el
activismo un modus vivendi y una práctica profesional. No tienen mas
implantación social que las actividades de Las Moradas y se comunican con
"la sociedad" a través de la prensa, las tertulias y seminarios y
cursillos magistrales, es decir, de una forma esencialmente disimétrica y
tendencialmente elitista.
Las CUP son al contrario, una fuerza socio-política perfectamente implantada en el pueblo catalán, con amplias redes de solidaridad y colaboración y con una democracia activa y participativa. Con medios de comunicación propios como La Directa y representación en muchas escalas de la organización popular. No vivo en Catalunya pero leo y hablo el catalán y tengo muchos amigos catalanes que me tienen al día. Me parecen muy representativos aquellos que conocí por estar en la órbita de Podemos, como yo, y hoy apoyan a la CUP sin reservas. Y, muchos, como Anna Gabriel, David Fernández o Baños, son de un dignísimo origen charnego. Simplemente, están agradecidos con el pueblo que les dio oportunidades que España les negaba.
Sigo informando en castellano, a ver si alguien se entera más allá de la isoglosa catalana... Si despretigiamos a la CUP le estamos haciendo el trabajo sucio al PP/Psoe.
Las CUP son al contrario, una fuerza socio-política perfectamente implantada en el pueblo catalán, con amplias redes de solidaridad y colaboración y con una democracia activa y participativa. Con medios de comunicación propios como La Directa y representación en muchas escalas de la organización popular. No vivo en Catalunya pero leo y hablo el catalán y tengo muchos amigos catalanes que me tienen al día. Me parecen muy representativos aquellos que conocí por estar en la órbita de Podemos, como yo, y hoy apoyan a la CUP sin reservas. Y, muchos, como Anna Gabriel, David Fernández o Baños, son de un dignísimo origen charnego. Simplemente, están agradecidos con el pueblo que les dio oportunidades que España les negaba.
Sigo informando en castellano, a ver si alguien se entera más allá de la isoglosa catalana... Si despretigiamos a la CUP le estamos haciendo el trabajo sucio al PP/Psoe.
Cualquier matización, pregunta o añadido a lo que digo será
muy bienvenida. 15 de octubre.
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Y ahora que sabemos ya que todos tenemos muchas banderas. ¿Comenzamos a defender pensiones, educación, sanidad y derechos?
Así reza uno de los muchos lemas que circulan entre los
monolingües del Estado Español estos días. Informo: eso es lo que lleva
haciendo la CUP desde siempre y con más ahínco desde que decidieron implicarse
en el Procés. El PP español es el
principal enemigo de todo ello y la Independència
es una lucha contra las élites del capitalismo neoliberal a las que representa.
Lo que pasa es que lo explican en catalán porque hablan para los catalanes de
Catalunya y el monolingüe mesetario no tiene esa información. Anna Gabriel se
ha hartado de decirlo.
No se ofenda nadie: dejaré de decir mesetario cuando deje de usarse la palabra "levantino" para referirse a los valencianos. Disculpas.
No se ofenda nadie: dejaré de decir mesetario cuando deje de usarse la palabra "levantino" para referirse a los valencianos. Disculpas.
(Seguro que sale algún bienintencionado centro-ibérico
diciendo "hombre no lo hacemos con mala intención, valencia (la minúscula
es para darle más aire de literalidad a la cita) está en el levante" En el
levante de Madrid, sí. En el occidente mediterráneo o al sur de Catalunya,
también. Llámennos valencianos y refiéranse a nuestro territorio como País
Valenciano y verán que usando bien la lengua no es imprescindible la brújula. Y
más, una mal calibrada, porque en vez de señalar al norte, siempre señala al
centro. Gracias)15 de octubre.
Si me piden nombres de grandes líderes nacionalistas del
Siglo XIX, me quedo con Bolívar y Martí. Si del XX, con Zapata, Gandhi o
Mandela. El núcleo duro de la ideología del PP es el hispanofascismo. Muchos
supuestos izquierdistas de los territorios monolingües del Estado Español han
caído en la trampa levantada en los 90 por el aznarismo y perpetuada por el
rajoyismo de que toda reivindicación nacionalista es negativa y violenta. No
paran de repetir que cuánta corrupción y cuánto recorte pero en cuanto Rajoy
los manda cuadrarse por la unidad de la patria española se ponen firmes. Y
cuando se ponen a defender al PP contra Catalunya ves las tremendas lagunas
culturales que tienen debido, supongo, a la pésima educación recibida de los
planes del PP en España, no contrapesada por una contracultura basada en el
bilingüismo.
En el País Valenciano, la mentira pepera duró lo que la mentira del desarrollismo neoliberal. Veinticinco años horribles. Si cuando se acabó el pan y el circo se acabó la fiesta es porque teníamos una identidad nacional con la que resistir, por muy mermada que la hubiera dejado el hispanofascismo del PP. En la Comunidad de Madrid (no en la ciudad, evidentemente, porque buena parte de la burguesía madrileña reside fuera del municipio, cosa de la burbuja) o en Castilla y León, no.
En fin, para estos españolistas de la pseudo-izquierda monolingüe no hay diferencia entre el nazifascismo que asola Europa, xenófobo, homófobo y sexista que busca reforzar las fronteras y los Estados contra la emigración y los refugiados -y cuyos intereses defiende perfectamente el PP en las instituciones- y los nacionalismos como el catalán, el vasco (tras la derrota de ETA), el escocés, el irlandés (de Eire) o el flamenco, que buscan todo lo contrario: sacar a sus pueblos de la opresión de esos Estados. Mandela construyó una nación a partir de un montón de tribus para empoderarlas frente al racismo colonial. Gandhi se inventó una nación y un Estado donde sólo había un montón de territorios heterogéneos desde el punto de vista étnico, lingüístico y religioso, como modo de luchar contra el colonialismo británico. La idea de nación le sirvió para empoderar a toda esa masa poblacional y convertirla en un pueblo capaz de luchar contra esa opresión. Y le costó la vida: un hindú de extrema derecha, que ponía a la religión por delante de la nación, lo asesinó porque le parecía demasiado tolerante con los musulmanes. ¿No os parece esto familiar, visto el rebrote fascista que se manifestó hace unos días primero en Barcelona y luego en Valencia gracias al PP y sus televisiones y a los grupos de prensa de Madrid que están atacando al pueblo catalán sistemáticamente en nombre de una supuesta población (cáptese el matiz de diferencia entre ambos sustantivos) catalano-española que estaría viendo conculcados sus derechos?
Me está tocando una defensa del nacionalismo y del independentismo catalán que ni me hubiera imaginado tener que hacer en mi vida. Sobre todo, porque por más cercano que me sienta, va y resulta que es que no soy catalán. Pero no queda otro remedio, dadas las circunstancias de aprovechamiento de las corrientes hispanofascistas por parte del PP y Cs para perpetuar sus políticas devastadoras ultraliberales con el conformismo de amplias capas de la población española. Qué le voy a hacer si nací en el Mediterráneo, aunque el autor de la canción haya sucumbido también al síndrome de Estocolmo de los secuestrados por el españolismo de extema derecha. Visto lo visto el soberanismo catalán (que no es lo mismo que el independentismo, digan lo que digan) es una de las pocas ocasiones que va a haber a escala planetaria de que se encuentren Laclau y Negri. Quien no quiera siquiera contemplar esa posibildiad (hipótesis) lo hace por dogmatismo o fanatismo. No veo otra explicación.
Hitler, Musolini y Franco nunca fueron independentistas sino fascistas. Defendían un Estado de sus supuestos enemigos con el uso de la demagogia, el totalitarismo, la propaganda falsificadora, la masacre, la intoxicación, el silenciamiento de la razón y la calumnia. ¿Cómo van el PP y Cs a condenar el franquismo, hombre? Inopinadamente, defender el nacionalismo democrático de los pueblos sin Estado se ha convertido en la forma más urgente de defender la democracia en España. Cuando Simone de Beauvoir dijo aquello de “El opresor no sería tan fuerte si no tuviese cómplices entre los propios oprimidos”, igual estaba pensando en los catalanófobos españoles. 20 de octubre.
En el País Valenciano, la mentira pepera duró lo que la mentira del desarrollismo neoliberal. Veinticinco años horribles. Si cuando se acabó el pan y el circo se acabó la fiesta es porque teníamos una identidad nacional con la que resistir, por muy mermada que la hubiera dejado el hispanofascismo del PP. En la Comunidad de Madrid (no en la ciudad, evidentemente, porque buena parte de la burguesía madrileña reside fuera del municipio, cosa de la burbuja) o en Castilla y León, no.
En fin, para estos españolistas de la pseudo-izquierda monolingüe no hay diferencia entre el nazifascismo que asola Europa, xenófobo, homófobo y sexista que busca reforzar las fronteras y los Estados contra la emigración y los refugiados -y cuyos intereses defiende perfectamente el PP en las instituciones- y los nacionalismos como el catalán, el vasco (tras la derrota de ETA), el escocés, el irlandés (de Eire) o el flamenco, que buscan todo lo contrario: sacar a sus pueblos de la opresión de esos Estados. Mandela construyó una nación a partir de un montón de tribus para empoderarlas frente al racismo colonial. Gandhi se inventó una nación y un Estado donde sólo había un montón de territorios heterogéneos desde el punto de vista étnico, lingüístico y religioso, como modo de luchar contra el colonialismo británico. La idea de nación le sirvió para empoderar a toda esa masa poblacional y convertirla en un pueblo capaz de luchar contra esa opresión. Y le costó la vida: un hindú de extrema derecha, que ponía a la religión por delante de la nación, lo asesinó porque le parecía demasiado tolerante con los musulmanes. ¿No os parece esto familiar, visto el rebrote fascista que se manifestó hace unos días primero en Barcelona y luego en Valencia gracias al PP y sus televisiones y a los grupos de prensa de Madrid que están atacando al pueblo catalán sistemáticamente en nombre de una supuesta población (cáptese el matiz de diferencia entre ambos sustantivos) catalano-española que estaría viendo conculcados sus derechos?
Me está tocando una defensa del nacionalismo y del independentismo catalán que ni me hubiera imaginado tener que hacer en mi vida. Sobre todo, porque por más cercano que me sienta, va y resulta que es que no soy catalán. Pero no queda otro remedio, dadas las circunstancias de aprovechamiento de las corrientes hispanofascistas por parte del PP y Cs para perpetuar sus políticas devastadoras ultraliberales con el conformismo de amplias capas de la población española. Qué le voy a hacer si nací en el Mediterráneo, aunque el autor de la canción haya sucumbido también al síndrome de Estocolmo de los secuestrados por el españolismo de extema derecha. Visto lo visto el soberanismo catalán (que no es lo mismo que el independentismo, digan lo que digan) es una de las pocas ocasiones que va a haber a escala planetaria de que se encuentren Laclau y Negri. Quien no quiera siquiera contemplar esa posibildiad (hipótesis) lo hace por dogmatismo o fanatismo. No veo otra explicación.
Hitler, Musolini y Franco nunca fueron independentistas sino fascistas. Defendían un Estado de sus supuestos enemigos con el uso de la demagogia, el totalitarismo, la propaganda falsificadora, la masacre, la intoxicación, el silenciamiento de la razón y la calumnia. ¿Cómo van el PP y Cs a condenar el franquismo, hombre? Inopinadamente, defender el nacionalismo democrático de los pueblos sin Estado se ha convertido en la forma más urgente de defender la democracia en España. Cuando Simone de Beauvoir dijo aquello de “El opresor no sería tan fuerte si no tuviese cómplices entre los propios oprimidos”, igual estaba pensando en los catalanófobos españoles. 20 de octubre.
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"Cuando el derecho de autodeterminación lo exigen las partes más ricas hay que sospechar" A. Garzón.
Y cuando en tu manual no viene lo que pasa puedes tirarlo a la basura o seguir ciego toda la vida. Yo. 21 de octubre.
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El problema de la izquierda española monolingüe es que ha implementado la racionalidad para entender lo que pasa en Catalunya. Y claro, en ese campo siempre llevan las de ganar los neoliberales, como herederos legítimos de todos los totalitarismos engendrados por el capitalismo, y acaban teniendo que ceder a sus argumentos. Lo que habría que haber implementado aquí es la razón, que es mucho más antigua que la racionalidad de origen ilustrado. Un buen racionalista, alma bella kantiana convencida, fue Eichmann. Por eso fue un genocida y un tipo banal. En sus circunstancias, Albert Rivera o Rajoy hubieran hecho lo que él: aplicar el la ratio del beneficio y el riesgo para sacar el máximo partido posible. La Razón es otra cosa: implica el sentido común, la sabiduría, la contemplación de las emociones no estandarizadas, de las pasiones no calculables. Si todo se somete al cálculo de la ley estamos, valga la redundancia, en un totalitarismo. En fin, las declaraciones de Garzón que he puesto antes, de un paleomarxismo chato evidente, casan muy bien con esa racionalidad, como sus derrotados. Esta aceptación de la razón burguesa es la que ha convertido a la izquierda institucional en el bando cómodamente derrotado del sistema. Por eso, creo de todo corazón que cualquiera que quiera apoyar un rebasamiento del capitalismo ha de apoyar al pueblo catalán, aunque en su balance contable no le cuadren las cuentas. Entender un sentimiento es revolucionario. Sin enclaustrarlo, sin estandarizarlo, sin normativizarlo. El populismo nació con ese fin, pero el ansia capitalista de ganar le llevó a pensar en como usar las emociones y no en cómo integrarlas en lo político, que es otra cosa. Sin Errejón y su camarilla al mando, Podemos están reaccionando bastante mejor que antes, convendremos. Pero dentro hay mucho paleto aún que sigue confundiendo la koiné (el lenguaje) del hispanofascismo neoliberal con el sentido común. Por eso, la ultraderecha catalana se manifestó bajo ese lema. Nada de eso señores, el "seny" (el "trellat", para los del sur) tiene muy poco que ver con la racionalidad neoliberal. La sabiduría de los pueblos es mucho más antigua que el fordismo o el taylorismo, como patrones de vida. A este tipo de cosas me refiero cuando digo que cierto activismo y cierta militancias profesionalizadas comparten sin problemas la ontología del capitalismo. Aznar llenó España de gente sumisamente racional y la vació de gente sabiamente rebelde. Todos acabamos con una hipoteca: puro racionalismo y pura falta de "trellat" (o "seny"). 21 de octubre.
•••
¿Os habéis dado cuenta que los pobres españoles no tienen
patria? No paran de repetir eso una y otra vez. Tal vez ofrecerles una patria
en la que puedan reconocerse de una vez y desde que puedan reconocer al
enemigo. Haría falta un nacionalismo radical democrático que venciera los
limites del soberanismo. Me parece que eso es lo más necesario ahora. Atraerse
a las CUP y dejar al PdCat solo. Creo que ahora sería una oportunidad de oro
para ello. Un líder populista debería haber hecho siempre lo que me parece que
está haciendo ahora Pablo Iglesias de una vez, de la mano de Colau. Ser una
caja de resonancia del pueblo, no pretender constituir un núcleo irradiador.
Encauzar el desborde multitudinario hacia un pueblo que nazca de ese común, no
intentar inventarse uno con técnicas de márketing. Dejarse de propuestas
socialistas y encarar por fin un comunismo que no se confunda con el Estado ni
con el soberanismo. Una patria sin una identidad empoderada, sino con un deseo
decidido. España está pidiendo ser algo a gritos. Porque de éste proceso lo
único que va a salir es la conciencia de que el nihilismo neoliberal de los
apátridas constitucionalistas, que odian a cualquier pueblo que se quiera
empoderar, es un muñón inmenso sin mano para aprehender absolutamente nada.
(Sobre la necesidad de un proyecto de los Comunes para las
próximas elecciones catalanas, en respuesta a una amiga). 23 de Octubre.
•••
Gran triunfo de Rivera y Rajoy que han conseguido que muchos españolitos vayan por ahí repitiendo que eso de tener una patria es un atraso (volver a los reinos de taifas me dijo, henchido de paletismo orgulloso uno de ellos el otro día) y que lo moderno es tener una especie de registro de patentes, por supuesto, dirigido por un registrador de la propiedad. Tú eres nación, tú no. Yo tengo el registro, dice el registrador. A mí todos estos modernísimos españolitos apátridas me dan la impresión de un equipo de empleados de El Corte Inglés mirando a los demás por encima del hombro porque van a jugar un partido contra los jefes y van a dejar que les ganen, como es su obligación. La máxima felicidad en la vida consiste en tener un jefe contento. Cuando se den cuenta que tras regalarles a los jefes la dignidad y la honorabilidad, ya no les queda nada más que sumarse a las manifestaciones de la extrema derecha para sentir algo, por miserable que sea, será demasiado tarde. 23 de octubre.
•••
Respecto a Catalunya, yo simplemente estoy defendiendo una patria que no es la mía de las amenazas del totalitarismo violento. Es lo mismo que hicieron Lord Byron en Grecia, Espronceda en París, Ernesto Guevara en Cuba o los brigadistas internacionales en la Guerra Civil de España contra el fascismo. La única diferencia es el heroísmo, que no es poca. Es la forma tradicional de extender la democracia. Luego está la colonial-neoliberal, a través de la violencia legalista, que es la opción de los Bush, los Clinton, Obama, Blair, Aznar y Rajoy. También hay una diferencia entre ellos , pero en este caso mucho más pequeňa. Se trata de atacar a una población con el pretexto de liberarla de un poder interno que supuestamente la oprime. Aquí la democracia es una simple excusa para imponer una legalidad construida fuera del ámbito de la soberanía interna de ese pueblo con el fin de legitimar una serie de intereses económicos y (geo)políticos exteriores. 24 de octubre.
•••
Bescansa se desmarca de la estrategia de Podemos sobre Cataluña
Luis Alegre, otro fundador del partido, coincide con la diputada en que "no puede renunciar a la construcción de un proyecto de país"
Pocas cosas de El País me creo, pero esta sí. La vida va
poniendo a cada cual en su sitio. El Psoe os recibirá con los brazos abiertos.
25 de octubre.
Tengo 55 años. Como me dijo algún peronista (cuando le recordé tras insultar a Catalunya la relevancia que tuvo el apoyo de Perón en la supervivencia del franquismo) mejor que me vaya adar de comer a las palomas o, como me dijo, algún diputado de Barcelona en Comú, errejonista contumaz , que mejor que me fuera a una terapia que que me metiera en política. Puede. Pero lo que tengo claro es que he asistido a la llegada del hombre (bueno, fueron dos) a la Luna, a la Guerra de Vietnam, a varias guerras Árabe-Israelíes, a la caída del muro de Berlín y la desintegración de la URSS, a la Guerra de los Balcanes y sus sucesivas independencias, a las Guerras del Golfo, el derrocamiento de Gadafi, a la Guerra de Siria, al 15M, a lo de Ucrania, a lo de Kosovo, etc. Pues bien, la impresión que tengo ahora, es que con el Procés es la primera vez que asisto a un hecho histórico y no a un evento mediático, es decir, que no asisto a un puro espectáculo totalmente controlado por las élites, sino a un desbordamiento popular en toda regla, y más a allá de todas la siglas, partidos y superpotencias (UE, USA, Rusia). Que Puigdemont parezca tan tonto y pusilánime me parece un gran síntoma: de que ahí hay un pueblo muy por encima de su líder. Si alguien me dice hace unos años, que Pablo Iglesias me iba a ir cayendo mejor con el tiempo, me da un ataque de risa. Y el caso es que desarticulado su entorno republicanísimo y jacobinísimo, el tipo no parece tan malo. Creo que Montero, Colau y Doménech tienen bastante que ver (probablemente, la gente de Compromís, aunque menos, también), desbancada la guardia pretoriana de cecupé, después casi toda en Recuperar la Mentira (o la ilusión, no me acuerdo). Es una impresión, esto de que es el primer acontecimiento histórico de verdad. Pero es muy fuerte. En Madrid, la gente lúcida apoyando. Otros a recuperar corralas o Bescansa. Hija de mi vida, si no te das cuenta de la importancia que tiene Catalunya para España y para Europa, o es que eres de derechas (hipótesis preferente) o es que eres muy, muy torpe (¿pueden ser las dos preferentes?). ¿De verdad no te das cuenta de que lo que se frustró hace dos años en un extremo del Mediterráneo con Tsipras, gracias al hispanofascismo intransigente, puede estar recuperándose en el otro? 26 de octubre.
El municipalismo es la lucha en dos momentos. Cuando todo
está parado y lo único que se puede hacer es crear redes cotidianas de
construcción de lo común. O cuando se ha ganado el gobierno y las principales
instituciones del Estado y se trata, precisamente, de no perder lo ganado en
las fases anteriores. Del primer caso, tenemos el ejemplo de las CUP, del
segundo, muchas luchas en Latinoamérica, en donde las hay también del primero. Pero
cuando un reino está a punto de caer, por la vía republicana, en uno de sus
territorios, dar a entender las cuestiones de alcaldía de la capital de ese
reino son más importantes que la lucha de un pueblo contra el Estado, porque,
al no poder controlar esa lucha, la consideras una especie de ritual
pequeño-burgués y de repugnante middle class, es muy reaccionario, pro-sistema
y contraproducente para cualquier lucha emancipatoria. Es volver a las
catacumbas cuando la lucha está en primera línea porque no sabes qué hacer con
tu manualito estalopaleormaxista. Yo lo veo así, al menos. De ahí, que el
frente municipalista, hasta dentro de unos meses, no me llame prácticamente la
atención.
De ahi, también, por ejemplo, que esté escribiendo en redes continuamente y no en el blog o en prensa, ahora mismo. Esta trinchera, en este momento, me parece mucho más útil. En otros momentos será al revés. Hay que tener cierta conciencia de los momentos, los cauces y las prioridades. Y que sin ser ciudadano de Catalunya, le esté prestando ahora toda mi atención, aparte de que mi cercanía a la lluita del poble català sea mucho mayor que a la de otras partes del Estado, con las que tengo menos en común.
Bienvenidas, todas las críticas y reflexiones a este planteamiento. Por si me estoy equivocando. Como tengo un manual que me diga qué he de hacer, corro ese riesgo. Por otro lado, tengo la ventaja de que me costará darme menos cuenta de mi posible error en vez de reñir a la Historia (o realidad) porque no se aviene a la letra de un libro sagrado (o biblioteca), la muy caprichosa. 21 de octubre.
De ahi, también, por ejemplo, que esté escribiendo en redes continuamente y no en el blog o en prensa, ahora mismo. Esta trinchera, en este momento, me parece mucho más útil. En otros momentos será al revés. Hay que tener cierta conciencia de los momentos, los cauces y las prioridades. Y que sin ser ciudadano de Catalunya, le esté prestando ahora toda mi atención, aparte de que mi cercanía a la lluita del poble català sea mucho mayor que a la de otras partes del Estado, con las que tengo menos en común.
Bienvenidas, todas las críticas y reflexiones a este planteamiento. Por si me estoy equivocando. Como tengo un manual que me diga qué he de hacer, corro ese riesgo. Por otro lado, tengo la ventaja de que me costará darme menos cuenta de mi posible error en vez de reñir a la Historia (o realidad) porque no se aviene a la letra de un libro sagrado (o biblioteca), la muy caprichosa. 21 de octubre.
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Lo dice Alberto Sanjuán y yo lo he pensado siempre implícitamente. La Independencia Catalana y el 15M están completamente conectados. Lo curioso es que yo no lo haya dicho nunca.
Tres grupos de opinión que se opondrán a esto:
1)Los catalibanes que piensan que lo suyo es suyo, que
obedece a un proceso inmanente e interno de la Histoira de Catalunya. Falso.
Sin la crisis del régimen y la gente saliendo a la calle en todo el Estado,
Catalunya seguiría presa del Pujolismo/Masismo. Cierto que el movimiento
independentista es mucho más antiguo, pero éste movimiento con el que tantos
simpatizamos no es aquél de los ayuntamientos, etc. sino su transformación
popular. Es una sinergia: el movimiento independentista es mucho más antiguo,
pero el 15M le ha dado un impulso distinto.
2) Los pijoprogres madrileños (aquí metonimia de españoles,
sobre todo monolingües), que les encantaría ver en el 15M un movimiento hipijo,
tipo up with people, sin dimensión política real. También falso: El impulso del
15M ha encontrado una tradición en la que encarnarse, precisamente en el
soberanismo (no he dicho ni nacionalismo ni independentismo) catalán, que puede
para España ser ese significante vacío que convierta la sinécdoque en metáfora.
Luchar por el derecho a decididir de los catalanes es un germen de emancipación
republicana para toda España. Imposible que hubieran tomado nota de ello en
núcleo irradiador ilusionista, porque la claridad (y después la ilusión) les
tenían completamente cegados.
3) Los estalibanes que contra Franco vivían mejor. Éstos
dirán que sí, pero justo por todo lo contrario. Ambos son movimientos de los
hijos de la clase media sin su conciencia de estufita de infrarrojos y flexo
(imagen reunión célula años 70, estudio de radio pirata). Para ellos todo lo
que no sea una sentada en Sol o frente a un ministerio, no vale. Eso sí, la
gente sentadita y ellos con el megáfono, que no lo sueltan ni para ir a mear.
15M y Procés han
significado la transformación de la Masa/Opinión Pública en multitud que quiere
constituirse en Pueblo. Diferencia, en España el núcleo irradiador coaguló el
proceso (con Bescansa y el entorno de Errejón como cabezas pensantes) En
Catalunya, se dieron tiempo. Bendita corrupción del PdCat que permitió que no
pudiera haber un liderazgo unipersonal y unipartidista, sino plural. Es un mal
que ha venido por bien sin duda. Estoy por gritar Vixca el 3 per cent!!!.
:D Porque fue la tumba del liderazgo burgués en Catalunya. 28 de octubre.
Así arrancan las encuestas en Cataluña
El promedio de sondeos coloca primero a ERC seguido de Ciudadanos y PSC. Los partidos independentistas rondan el 45% de votos, dos puntos por debajo de su resultado en 2015
El promedio de sondeos coloca primero a ERC seguido de Ciudadanos y PSC. Los partidos independentistas rondan el 45% de votos, dos puntos por debajo de su resultado en 2015
El País.
Insisto: no se puede encuestar a un pueblo, sólo a una
población. El pueblo catalán no va a responder a estas encuestas. No tengo
dudas. Si alguien las tiene, recuerde que de USA a UK, pasando por casi todas
las elecciones en España en los últimos años, las encuestas han pinchado en
hueso. El descalabro del equilibrio sistémico neoliberal parte del hecho del
ensanchamiento de la brecha entre el sujeto civil y el sujeto popular. Los
pueblos no son predecibles: la democracia no es dócil a la demografía, al algoritmo.
La insurrección es un acontecimiento, no un evento programable ni predecible
porque en el instante insurreccional la sociedad no existe, y no hay sociología
posible. Cuando la palabra la tiene el pueblo se la ha arrancado de las manos
al logos (sobre lo social). La posverdad se da de bruces, pues, no contra la
verdad como adaequatio sino contra lo real que el deseo popular ha desocultado
(aletheia)
(Queridos
comunizquierdomunicipalistaistas monolingües, do not start suckin' each other's
dicks quite yet. Igual la lucha de clases no se adapta a vuestros
manuales, previsiones, programas, estadísticas ni trasnochadas doxas
mesetarias) 1 de noviembre.
Machismo y Catalanofobia.
“A mí la idea de identidad o nación me produce
claustrofobia” dice el chiste de El Roto de hoy. Eso es lo que dicen todos los
trans de su cuerpo anterior. Se operaron y ya está. Como el género, como el
cuerpo, la nación produce claustrofobia si estás encerrado a la fuerza en una
que no es la tuya. Lo único que quiero señalar con este post es lo
terriblemente reaccionario de la estructura argumentativa del centralismo
neoliberal, corriente de opinión que lidera El País y que secundan como lacayos
sus asalariados orgánicos. ¿Qué pensaríamos si este modo pensamiento se lanzara
contra las mujeres o los colectivos LGBT? Pues pensémoslo igual si se lanza
contra el pueblo catalán. 23 de septiembre.
•••
Si durante estas últimas décadas, igual que se ha implantado
la defensa de las mujeres, los lgtb y de otros muchos colectivos raciales o con
algún tipo de disfuncionalidad, antes no ya marginados, sino masacrados sin
derecho siquiera a reivindicar su legítima aspiración a la igualdad, se
hubiera inculcado el respeto a las culturas y lenguas minorizadas y perseguidas
por el absolutismo borbónico y el franquismo, hoy no nos veríamos donde nos
vemos. Yo no veo ninguna diferencia entre acosar y vilipendiar a Catalunya
esgrimiendo los derechos de los españoles y aquellos que el día del orgullo gay
salen diciendo que debería haber un día del orgullo hetero. Los que hacen
chistes homófobos y machistas son los mismos que denigran a Catalunya o
intentan deslegitimarla constantemente. Sí, esos plumillas de Madrid que hablan
de "la actriz esa de las tetas grandes", son los mismos que claman
contra en nacionalismo catalán y los mismos que a cualquier mujer que no les
ría las gracias la llaman feminazi, o decían que no de darían nunca la espalda
al pobre Zerolo. Caigamos en esa curiosa coincidencia y veremos cuántas cosa
más caen. 23 de septiembre.
•••
Mirad si algo me ha hecho entender la sensibilidad del
feminismo y de los movimientos que luchan por la emancipación de género es ser
valenciano en España y haber sido tildado de catalanista en el País Valenciano
durante todo el cuarto de siglo de hegemonía del PP en mi tierra. Si una mujer
siente ante un comentario machista -o un componente del amplio espectro LGBT
ante un comentario homófobo-, aunque el ambiente machirulo diga que no es para
tanto y que es una feminazi, algo parecido a lo que siento yo cuando se insulta
a mi tierra y a mi cultura, cuando se desprecia al País Valencià o a Catalunya,
entonces ya no hay nada que explicar. Aunque desde los territorios monolingües
se diga que somos unos exagerados extremistas y no es para tanto. Podéis llamarme
catalanazi, homonazi, feminazi si queréis. Me sentiré muy orgulloso. Y podéis
legitimar estas calumnias del viñetista de El País, como las de un marido un
poco bruto que le pega a su mujer pero luego le lleva flores porque es muy
majo. Sólo he cogido las de este mes, que conste, porque lleva así años. Os
reto a que busquéis una sola crítica al PP entre las viñetas de El Roto de este
último mes por el proceso catalán. Lo más que encontraréis son una críticas
abstractas, light y difusas sobre la situación política. La florecillas del
maltratador y punto. Siento si los machistas no lo veis igual. Ni algunos
habitantes de las telúricas zonas centrales de la Península Ibérica. 23 de
Septiembre.
Para presentar el álbum: El
Roto no es catalanófobo, soy yo que le tengo manía. Algunas de las
fotos llevan comentario propio.
- Éste es el comentario general que hice al álbum de fotos en el que recojo las viñetas de incitación al odio contra Catalunya de El Roto, que son prácticamente todas en los últimos tiempos. Insisto, que muchos madrileños (normalmente hombres que se autodenominan de izquierda) se ofendan cuando les hablas de este "humorista" y pretendan defenderlo me reafirma en mi idea de que la catalanofobia reproduce exactamente la estructura mental y sentimental de la violencia machista. Como dije ayer, "Catalunya, todo lo que te pase te lo mereces por puta y por no seguir la ley natural de la lucha de clases" Cámbiese Catalunya por otro nombre de mujer y lucha de clases por patriarcal, y véase como cuadra la estructura lingüística. 6 de octubre.
•••
Es imposible conseguir más libertad en un entorno
capitalista. En todo, caso más poder. Esa es la paradoja del empoderamiento
como objetivo final de la lucha política. No creo que haya un solo
afroamericano más libre porque Obama llegara a la Casa Blanca, ni porque antes
Condoleeza Rice o Colin Powel fueran Secretarios de Estado. Ni creo que haya
una sola mujer más libre en Alemania gracias a la presidencia de Angela Merkel,
ni en el Reino Unido por la de Theresa May (y antes Margareth Thatcher). La
libertad no es sinónima de empoderamiento. Está por ver si el empoderamiento es
una herramienta o una puerta de acceso a la libertad. De momento, el empoderado
tiene más poder frente a sus partenaires en lo cotidiano, no necesariamente más
libertad frente a los poderosos que controlan política y económicamente su
vida.
(Esto de arriba es una reflexión y sé que polémica. Si crees
que no tengo razón contraargumenta. Muy agradecido si me das argumentos o
razones que desconozco o, simplemente, crees que no he tenido en cuenta. Si te
sientes ofendido u ofendida, es que lo has entendido mal, así que por favor,
pasa de largo o reconsidera tus emociones y actúa como he pedido a los que
creen, simplemente, que estoy equivocado. Gracias) 27 de septiembre.
•••
A cierta gente que se pasa la vida hablando de la lucha de
clases le falta añadir: y si no juegas a este juego, te mereces que te maten y
todo lo que te pase, por puta. Lo que pasa es que para ellos la lucha de clases
sólo puede pasar en la Puerta del Sol. Si pasa en la Plaça de Catalunya son
mariconadas de la clase media provinciana sin conciencia. Hay que ver cuánto se
parece el centralismo al machirulismo. La estructura argumentativa del
micromachismo es la médula de muchos razonamientos supuestamente progres
emitidos desde el centro de la península, con una condescendencia
verdaderamente ofensiva. Os propongo una "actividad" mirad estos días
en cuántos posts de insignes izquierdistas centro peninsulares aparece la
expresión "lucha de clases" asociada a la palabra juego o su campo
semántico. A veces, esta frialdad forense hacia los catalanes, un pueblo
desarmado al que un jefe del estado ha amenazado tácitamente con enviarles su
ejército para que se sometan a la ley, con el tonito protector patriarcalista
añadido, me parece una muestra psicopatológica peligrosa. Luego se llenarán la
boca hablando de los mapuches y los kurdos. Claro, les pilla lejos y esos
"jueguecitos" no amenazan su zona de confort. 5 de octubre.
•••
Para aclarar mi posición. Yo soy un españolista convencido.
¿Cuál es mi modelo de España? Una que esté imbuida de catalanismo hasta la médula.
Estoy convencido que nos irá mucho mejor con una España Catalanista que con la
España madridista (y sevillista, y zaragocista, y oviedista, y valencianera...)
que hemos sufrido todos durante los últimos trescientos años. 5 de octubre.
•••
Hay que ver cuánto se parece el centralismo al machirulismo.
La estructura argumentativa del micromachismo es la médula de muchos
razonamientos supuestamente progres emitidos desde el centro de la península,
con una condescendencia verdaderamente ofensiva.
(Me repito, lo siento. Pero igual es que estas cosas hay que
decirlas un millón de veces. Tono progre madrileño hacia Catalunya: "¿Ves
tonta, deja que te diga yo cómo tienes que hacer las cosas, que sé más que
tú?")14 de octubre.
•••
LA FOBIA LINGÜÍSTICA.
Tengo que encontrar el tiempo para articularlo mejor, pero
cada vez veo más claro que el miedo de los izquierdistas españoles a la
independencia, o a reconocer la República Catalana o en lo que acabe el Procés, es el pánico a que su lengua
deje de ser la del amo. Los capitalistas buscan enriquecerse y los esclavos
fieles, la comodidad (la felicidad en la pulsión, por citar a Lacan). Ambos son
tipos de conveniencia. Por supuesto, la asimetría lingüística es parte básica
de ese cacho que el esclavo cree estar compartiendo del goce del amo. Hay gente
muy feliz de que todo el mundo tenga que aprender su lengua en España y
abandonar la propia en su presencia para creerse cómodamente en la posición del
amo. Se ve en lo mal que se toman y cómo consideran una gran falta de cortesía
que dos hablantes de otra lengua del Estado dialoguen en ella en su presencia.
En ese sentido el Estado de las Autonomías puede leerse como una recodificación
del flujo plurinacional por decirlo en térmnos deleuzianos: café para todos y,
sobre todo, castellano para todos. Catalán, Euskera y Gallego, sólo para el
ámbito –la palabrita se las trae- autóctono. Y se habla mucho del 155, pero el
145. 1 (En ningún caso se admitirá la federación de Comunidades Autónomas) es de
los más represivos: impide que varias comunidades con la misma lengua
“autóctona” (Catalunya/Comunitat (ai, què mal sona) Valenciana/Balears o
Euskadi/Nafarroa) puedan comunicarse entre ellas sin recurrir a Madrid, esto
es, sin la mediación del castellano. El constitucionalismo es, una
"axiomática" capitalista de pleno derecho.
Lo que les pasa a los monolingües (castellano-parlantes
somos todos) españoles es lo mismo que a los angloparlantes a nivel global.
Cuántas explicaciones sobre el Brexit se han dado, pero no he visto ninguna que
ponga el acento en la lengua como mecanismo de dominación, empoderamiento y
reconocimiento. El odio de los ingleses a Europa tiene más que ver, creo yo,
con que es de los pocos sitios que quedan en los que su lengua está en posición
paritaria con otras. Por supuesto, a nivel de alta empresa o universitario,
tienen una indudable ventaja, pero a nivel popular, el anglosajón se da cuenta
de que en todas partes le hacen reverencias, pero en las calles europeas, no
necesariamente. El Brexit es ante todo xeno-fobia, hetero-fobia (odio a lo
distinto). Una huida de lo múltiple y de la igualdad en la diferencia, en la
heterogeneidad .
El principal temor de los monolingües españoles, y muchos
izquierdistas (a los que a veces llamo estalos) son un claro ejemplo, es el
pánico a tener que expresarse en una lengua que no dominan. Esto es, a no ser
los que pueden explicar porque hay una barrera lingüística que les impide
entender. Aman más al castellano que al materialismo histórico, sin duda. Es un
cerval miedo lingüístico, miedo al deseo de la madre, a no ser más el falito de
mamá, a que (mi) mamá (mi lengua materna) sea una entre otras. Entre los
intelectuales de izquierdas (los comunes, etc.), esto se enuncia como un
síntoma: no entienden, les parece exagerado, se sale del principio de razón
suficiente, la política se autonomizado pero sin significado real. Vamos, que
los catalanes son unos histéricos y ellos quieren ser Charcot, claro, no Freud:
calle usted señora, que no sabe lo que le pasa, le dicen a Catalunya. Déjeme
pensar a mí. Y luego se vuelven a su España querida y le dicen: no te preocupes
mamá, que yo me hago cargo. Estos locos no te saben hablar ni entender como yo,
ni caso. Curioso. Y de gente de la que me esperaba otro estar a la altura de
los tiempos y las circunstancias.
Esta fobia lingüística es una de las claves de la ontología
compartida entre la derecha y la izquierda españolas: si nos fijamos, ambos
hablan de economía, como la única verdad. Sea desde el marxismo o sea desde las
leyes del mercado, para ellos es lo único que cuenta. El goce de la lengua es
parte esencial de ilusión del poder. Y de miedo a cualquier goce Otro, que no
sea el recto goce del Falo. Vamos, que empoderaos y lo que queráis pero los
libritos, los periodiquitos y las revistitas los edito yo y los cursitos en
provincias (de ecología, municipalismo, gentrificación, situación del
precariado y –puede que mi mayor decepción en este proceso- de feminismo)
también los impartimos nosotros, que sabemos lo que mamá –mamá economía, mamá
política, mamá empoderamient0 real, i.e. de clase- quiere, porque la entendemos
mejor que nadie y no vais a trazar sus narrativas en una lengua rara. Es lo que
hacen los niños al nacer: desesperar a sus madres, que han dejado de entenderlos.
Como le pasa a España con la República Catalana neonata. Entonces vienen los
papás y los/las hermanitos/as mayores a echar una mano, pobre mamá que no puede
con todo. Y a restablecer el orden.
Hemos de ver a los catalanes como a los octópodos de
Arrival, sin embargo. Como una oportunidad de entender el mundo de una forma
mucho más amplia y rica que en nuestros caducos sistemas lineales y
mecanicistas causa-efecto. Los que hablamos y entendemos el catalán,
obviamente, tenemos cierta ventaja. Aprovechémosla.
No vale la pena perder un segundo en lo que es evidente, el cierre de filas estatalista y represivo del frente político-jurídico-militar que dirige el PP, asesora Ciudadanos (no sé porqué me da por pensar que la severidad y la agresividad judicial procede más de éstos que del PP, por fría, calculada y sádicamente cruel, que los peperos son más brutos y menos quirúrgicamente crueles, con esa pericia para utilizar los autos judiciales como cuchillos bien afilados y desmembrar al enemigo sin que quede un tendón recuperable) y sirve de secretario y lacayo el Psoe.
Pero a lo mejor, sí vale la pena indagar en lo que sin ser evidente es obvio. Que IU lleva el corazón mesetario del PCE, tampoco merece mucha glosa, pero ¿y Podemos? Pues los orgánicos, haciendo vídeos con chorizos pa después, que a la nieta de la cocinera y hermana del pinche le gustan, pero aparte. Pedazo de metáfora desafortunada. Pero, vamos, como el tramabús y otros vídeos anteriores. Pero lo que me llama la atención es la curiosa sinergia patriótica entre el errejonismo y los “comunes”, a los que consideraba en mi trinchera, pero no. Unos sacando manifiestos de irreprochable insensibilidad jacobina; los otros, escribiendo artículos a mayor gloria de la 2ª Internacional. Todos, mirando por encima del hombro a Catalunya, ese pueblo que se vendió a la burguesía.
Y mientras, mucha gente de a pie –muchos izquierdistas del montón- en Madrid, perpleja en su decencia. Es tan evidente que apoyar la lucha catalana por el derecho a la auto-determinación es una opción emancipatoria incuestionable, porque es el único golpe real y dañino al régimen del 78, al IBEX 35 y a la oligarquía, que la murmuración, tibieza y soberbia de ciertas nuevas -y no tan nuevas- cabeceras de izquierda de Madrid, contemporizando con el patriotismo constitucional centro-hispánico nos está dejando pasmaos a todos. Cuando España puede cambiar radicalmente, salir con sospechas y con "eso son cortinas de humo, lo más importante es lo que pasa en mi alcaldía" es, evidentemente, una connivencia con el cierre patriótico. Santiago y cierra España, decían. A veces es San Isidro, la Pilarica o la Macarena. Pero cerrar, cierran todos muy bien.
De Laclau, que es desde dónde mejor se explica esto, ya no se acuerda nadie. Qué pronto olvidas, Íñigo, si no te ves con derechos de autor. Y lo mismo otros insignes pretendientes, no hace tanto, a herederos del mentor. Entre el pote de chorizo de no sabe bien dónde y no se sabe con qué patatas y Els Segadors, es el segundo el que tiene todos los atributos necesarios para ser un significante que lidere una revuelta. Y no un potaje de colegio de curas de media pensión de los años cincuenta en -ésa sí- homogénea y sumisa España de mujeres abnegadas sin derecho a decidir su destino y su proyecto.... Predecibles, como a algunos les gustaría la política, las patrias y la clase obrera. 4 de noviembre.
España es una gran nación.
Cómo me fascina que, cuando ven su oligárquica patria en peligro, los españoles monolingües, hispanopatriarcales, proto-monoglósicos, asimétrico-focales, disimétrico-culturales y burocentralistas, cierran filas de un modo férreo y sorprendentemente impermeable en una formación circular que no deja ni un solo flanco abierto por el que pueda colarse un mísero fotón que ilumine su tenebroso interior forjado por conde-duques e inquisidores. Se juntan todos y atacan por múltiples frentes, como se amotinaron contra Esquilache y como gritaron con júbilo ¡Vivan las caenas!.No vale la pena perder un segundo en lo que es evidente, el cierre de filas estatalista y represivo del frente político-jurídico-militar que dirige el PP, asesora Ciudadanos (no sé porqué me da por pensar que la severidad y la agresividad judicial procede más de éstos que del PP, por fría, calculada y sádicamente cruel, que los peperos son más brutos y menos quirúrgicamente crueles, con esa pericia para utilizar los autos judiciales como cuchillos bien afilados y desmembrar al enemigo sin que quede un tendón recuperable) y sirve de secretario y lacayo el Psoe.
Pero a lo mejor, sí vale la pena indagar en lo que sin ser evidente es obvio. Que IU lleva el corazón mesetario del PCE, tampoco merece mucha glosa, pero ¿y Podemos? Pues los orgánicos, haciendo vídeos con chorizos pa después, que a la nieta de la cocinera y hermana del pinche le gustan, pero aparte. Pedazo de metáfora desafortunada. Pero, vamos, como el tramabús y otros vídeos anteriores. Pero lo que me llama la atención es la curiosa sinergia patriótica entre el errejonismo y los “comunes”, a los que consideraba en mi trinchera, pero no. Unos sacando manifiestos de irreprochable insensibilidad jacobina; los otros, escribiendo artículos a mayor gloria de la 2ª Internacional. Todos, mirando por encima del hombro a Catalunya, ese pueblo que se vendió a la burguesía.
Y mientras, mucha gente de a pie –muchos izquierdistas del montón- en Madrid, perpleja en su decencia. Es tan evidente que apoyar la lucha catalana por el derecho a la auto-determinación es una opción emancipatoria incuestionable, porque es el único golpe real y dañino al régimen del 78, al IBEX 35 y a la oligarquía, que la murmuración, tibieza y soberbia de ciertas nuevas -y no tan nuevas- cabeceras de izquierda de Madrid, contemporizando con el patriotismo constitucional centro-hispánico nos está dejando pasmaos a todos. Cuando España puede cambiar radicalmente, salir con sospechas y con "eso son cortinas de humo, lo más importante es lo que pasa en mi alcaldía" es, evidentemente, una connivencia con el cierre patriótico. Santiago y cierra España, decían. A veces es San Isidro, la Pilarica o la Macarena. Pero cerrar, cierran todos muy bien.
De Laclau, que es desde dónde mejor se explica esto, ya no se acuerda nadie. Qué pronto olvidas, Íñigo, si no te ves con derechos de autor. Y lo mismo otros insignes pretendientes, no hace tanto, a herederos del mentor. Entre el pote de chorizo de no sabe bien dónde y no se sabe con qué patatas y Els Segadors, es el segundo el que tiene todos los atributos necesarios para ser un significante que lidere una revuelta. Y no un potaje de colegio de curas de media pensión de los años cincuenta en -ésa sí- homogénea y sumisa España de mujeres abnegadas sin derecho a decidir su destino y su proyecto.... Predecibles, como a algunos les gustaría la política, las patrias y la clase obrera. 4 de noviembre.
- Aquí, el vídeo de marras:🎥 Nuestra patria es la que nos cuida a todos y a todas #ConectarEspaña 👇 pic.twitter.com/pXkhaIsjPV— PODEMOS (@ahorapodemos) 30 de octubre de 2017
Y aquí esta clarificadorísima intervención de Ramón Grosfoguel, que he conocido justo después de publicar esta entrada.Imprescindible ver este vídeo :
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