Un rey-padre apático, perezoso, untuoso,
indolente, blando, oleaginoso. Sus hijas atesoran una afecto cainita y
ñoño por el padre impotente, que no cesa de exigirles pruebas de su
amor. Tan contumaz con sus hijas, como hostil hacia sus hijos, de los
que desconfía hasta la enfermedad. Contra él guerrea en palacio una
madre-reina veleidosa, dotada de habilidades felinas, pero guarnecida
con una codicia hiénida, que no cesa de hurgar en la herida purulenta de
su castración exigiéndole pruebas de virilidad de las que lo sabe
incapaz. Celosa de sus hijas, pérfida y desconfiada también con los
vástagos de su marido.
Un primogénito sin carácter, que ha
heredado todas las taras de la dinastía y se intenta levantar contra su
progenitor sin tino ni fuerza, apoyado en una corte propia llena de
viejos hidalgos amargados y traidores.... Continúa.
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