sábado, 23 de enero de 2016

Sobre el órdago, 2.

Comentarios en Internet. Sigo el orden cronlógico, para mejor comprensión. Todos los comentarios son de hoy.

  •   Las cosas se saben en après coup, o más castizamente, a toro pasao. Las dos grandes preguntas que nos podemos plantear hoy son:

    1)¿Fue el PSOE la fuerza renovadora que llevó a España a integrarse en la normalidad liberal-democrática occidental -hay datos que nos pueden llevar a pensar eso-, o fue uno de los cabos con los que Franco lo dejó todo atado y bien atado, inseminando en este partido, con un gran pasado lejano pero con nulo pasado próximo en los 80, el virus del ultranacionalismo español -que anda que no hay datos para pensar esto también? La respuesta definitiva a esta pregunta la habrán de dar estos días, mostrando si se sienten más leales al pueblo español o a la idea imperial de España.
    2) ¿Va a ser Podemos la nueva UCD, que nos llevará de una vez más allá del postfranquismo -como la original nos llevó más allá del franquismo en sentido estricto- y se inmolará por falta de identidad política como su predecesora, pasando a la Historia como un simple instrumento de transición, o tiene algún futuro aparte de eso?

    Creo que no son preguntas despreciables porque nos ayudarán a entender el momento político que vivimos, en sus propias estrategias. El problema de concebir la política como un juego de tronos -en su versión modestamente ciudadanista, escaños- es que en los juegos se intenta engañar al contrincante y al árbitro, esto es, en política, al enemigo y a la opinión pública. Y, claro, nos mosqueamos. Yo veo mucho mosqueo con las maniobras políticas pre-instituyentes que estamos viviendo, entre órdagos, dimes y diretes. Así que toca pensar y analizar. Lo obvio, lo que podemos ver, creo que será suficiente. Me enoja bastante ver gente a la que se le supone (se le debe exigir) inteligencia cantar loores al gran estratega Pablo Iglesias, como a los que se encierran en un dogmantismo amargo y sólo son capaces de lanzar su dedo acusador contra las llagas de sus contradicciones, como si eso a él, que se ve ganando, le importara lo más mínimo. Gracias a su concepción tronística de la política, PIT puede hacer pasar cualquier paradoja, antinomia, contradicción o embuste por una genialidad lúdico-política y quedarse tan pancho.

    Entiéndase estos dos textos, pues, como un ponerse a esa tarea.
    Titubeantes, inciertos y por ello probabemente más verdaderos que cualquier opinión formada a priori (prejuicio). Será que vengo de Córdoba y me ha tocado el espíritu de Maimónides, pero creo que la perplejidad es un virtud moral e intelectual perentoria e imperativa.
    ESPAÑA Y SUS SOBERANÍAS, de anteayer, y SOBRE EL ÓRDAGO, de ayer.

  •  Igual que no da patada sin culo, tampoco da puntada sin hilo y le gusta el billar a múltiples bandas. ¿Haciendo salir en la foto a Xavier Doménech, proponiéndolo como ministrable, no intenta de paso quitarse de encima la alargada sombra de Ada Colau y cualquier opción de ésta de liderar un movimiento estatal? No seré el único que se ha dado cuenta de esta dimensión de la jugada tronística, ¿verdad?
  • Negras tormentas agitan los aires, nubes oscuras nos impiden ver... Vivimos en un país en el que nadie quiere ser presidente del gobierno!! Y hay uno que quiere ser vicepresidente, pero no tiene presidente al que vicepresidir!!! ¿Estamos resucitando a Durruti o a Jardiel y a Mihura? O a todos a la vez.
  • Desde la pasión claroquepodemita (que es el Podemos fundamentalista, que hay otros pero con nula presencia mediática) me dicen que no hago crítica constructiva y que por culpa de gente como yo nunca se unirá la izquierda. De momento, sólo le he lanzado puyas muy evidentes al Psoe, porque considero que el soberanismo españolista es una pésima línea roja ultra-conservadora y jamás puede servir como excusa en la izquierda, eso de “quieren romper España” para no sentarse a planificar cómo diablos tiramos al PP. Y si me atrevo a utilizar la primera del plural es porque yo voté a ‪#‎éselmoment‬, esto es, a Podemos. Pero lo que no puedo hacer si quiero ser tomado en serio es comportarme como un palmero y atacar al Psoe como hacen los fans de Podemos. Si apoyo o amonesto será siempre de una forma crítica, sin imtentar imponerle más velos a la verdad que los que ya trae de suyo, que no son pocos. En última instancia, si me encaro con el sector conservador y españolista del Psoe es desde la necesidad de una unión, no ya de la izquierda, sino radicalmente antifranquista y antineoliberal, que son los dos componentes ideológicos que aglutina con toda naturalidad el PP. Es decir, debo de impedir que mi posición sea asimilada a la de un defensor de Podemos, porque no es así en absoluto y cuando fueron ellos el obstáculo para la unidad lo dije abiertamente.
    Una vez dicho esto, yo los únicos enemigos que le he visto a Pablo Iglesias y adláteres, a los únicos que han combatido con una coherencia inexorable es a la izquierda  (y 2) y a la disidencia interna en Podemos. Con los demás, con lo que antiguamente llamaban la casta o las élites, van cambiando de posición y estrategia, con la izquierda y con las bases no. Y si me ha escamado que intente darle una relevancia exagerada a Doménech y he sospechado que podía ser una forma de quitarle peso estatal a Ada Colau, ha sido precisamente porque eso ha hecho con todos sus aliados cuando no le han convenido: mandarlos (o mantenerlos) lejos de Madrid. Y no hace falta más que pensar en Teresa Rodríguez, Miguel Urbán o Pablo Echenique. ¿Qué tiene de extraño advertir de una posible maniobra en el mismo sentido con Ada Colau o con Mónica Oltra, ambas creo que con vocación de política estatal aunque lo nieguen hasta la muerte? Yo estuve en La Fonteta apoyando. Y estuve porque venía Ada Colau. Y considero una opción a apoyar la del referéndum catalán porque es la suya. Y por todo eso trago con la cúpula de Podemos. Evidentemente, soy un gran obstáculo para la unidad de la izquierda (¿o eran los de abajo?¿o era la gente decente?....) Por cierto, ningún problema en recriminarle a Ada Colau lo que haga falta si me decepciona. Véase lo que escribí antes y después del referéndum griego sobre Tsipras. De momento, mi cabreo es con algunos militantes del Psoe precisamente al ver en sus perfiles sociales ataques a Colau, a Ribó, o a Carmena de pésimo gusto que podrían haber cogido (es probable que lo hayan hecho) de los muros de sus amiguitos del PP.



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