Ayer, anteayer y antes de anteayer
fueron días solemnes y sesudos, de una moralidad gimiente, nocturna y
grave. Decididamente, España es un país diviso. Entre el funeral y la
caspa, ente la risa y la romería, entre la jarana y la negritud. Anoche
me fui a la cama entre los estertores de la señora Arrimadas, (a ésta no
la voy a llamar señorita, como a Carolina, que luego me dicen de todo) poniendo esa carita de estar oliendo un zurullo, que tan natural de sale, y diciendo que Podemos
había conseguido lo que había conseguido por unirse a todo tipo de
piojosos y pordioseros periféricos. No le pega decir a esta señora
“perroflautas”, que es muy moderno. Le pega sustantivar las
interjecciones. Pordioseros, zarrapastrosos, haraganes y perdularios,
que quieren romper España. ¡Anda que no venía averiada ya!
Y esta mañana me he despertado con Inda y
todo tipo de tertulianos cavernarios diciendo que España es
ingobernable con estos resultados electorales.....Sigue aquí
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