Traumas y tabúes
Llevo ya muchos días dándole vueltas a
este artículo. De hecho, su embrión estaba pensado para la semana
pasada, antes del siniestro Comité Federal, ya tristemente histórico. La
idea venía con un toque sarcástico. Me preguntaba qué extraño designio
de los dioses podía estar detrás de que un ser humano acabara encarnando
el destino de ser un (o una) barón (o –esa) del PSOE. Hacía unos
cuantos chistes a cuenta de las iniciales de nuestro “molt honorable
president” (XP) -el primer baroncito que teníamos después de aquel Lerma
que vendió nuestro nombre y dignidad como País al consenso (léase
garras del PP, como mostraron los 20 años posteriores)- aduciendo, a
cuenta de su alineamiento con los barones más ranciamente monolingües,
que a los valencianos nos habían instalado un sistema operativo obsoleto
que ya no disponía de actualizaciones.
Lo que sucede es que, tras el bochornoso
espectáculo del comité invisible (asistimos, casi en tiempo real a
través de los medios, a un espectáculo que no se nos permitió ver), el
sarcasmo dio paso a una inexplicable melancolía....Continúa aquí.
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