Como cada vez que hay un proceso electoral en Podemos, ya estamos otra vez a la gresca
entre Claro Que Podemos y todas las
demás candidaturas que no ven nada claro cómo se confeccionan sus listas ni que
el secretario general, no en tanto que lo es, sino sobre todo valiéndose de
estatus de estrella mediática, los patrocine y condicione en un 90 por cien a los
inscritos en Ágora Voting. Tenemos, pues, recelosos y encrespados contra la
dirección a buena parte de los mejores y más comprometidos activos de Podemos, todos aquellos que apuestan por
la horizontalidad, y porque Podemos asuma
la voz popular y no acabe imponiéndole su voz al pueblo a base de proclamas, al
modo paleo-leninista.
Intentemos enfocar el tema con una mínima racionalidad, si
se puede (sin acento en la í, por esta vez) Yo no tengo ninguna duda de que Podemos va a sacar muy buenos resultados
electorales este año en todos los comicios convocados. No creo que pueda formar
gobiernos fácilmente pero se va a convertir con la fuerza con la que hay que
contar sí o sí, para aliarse con ella o contra ella. El problema es que a más
poder, más responsabilidad. Syriza ha
tenido una suerte –a costa de la suerte del pueblo griego, sin duda- que es
contar con el precedente del desastroso gobierno del Nueva Democracia con el Pasok,
es decir, de poder enfrentarse a toda la derecha sistémica unida. Eso les ha
facilitado el camino y le ha concedido a su victoria una consistencia simbólica,
social, política e histórica indudable.
Ahora, supongamos que Podemos
se encuentra con la posibilidad de llegar al gobierno a las primeras de cambio.
Los ataques del sistema -¿se acuerdan de lo que le hicieron los mercados y los
medios de comunicación a un pusilánime como Zapatero?- van a ser brutales. El
tremendo problema es que si Podemos, por desgaste, perdiera
también a la primeras de cambio, es decir, a las siguientes elecciones,
sin tener una piedra de toque en la comparación con un gobierno PP-PSOE
(observen bien las tres pes y el guión, que son todo un alarde de cortesía política
por mi parte) Podemos, siento decirlo,
se iría al garete. Las primeras elecciones, éstas de 2015, son importantísimas
para Podemos y para el pueblo
español. Pero si vamos muy deprisa –y si vamos, vamos con todo, que no me
opongo- las realmente cruciales son las siguientes. Porque como ahí hubiera un
fracaso, adiós a Podemos y adiós a
todas las esperanzas del pueblo español (o de los pueblos del Estado Español,
si se prefiere) de conseguir cambios radicales, profundos y permanentes.
La cuestión es que para conseguir resistir esos embates en
posiciones de poder es necesaria una militancia comprometida, rigurosa, sabia,
preparada, con una capacidad de convicción y cálculo estratégico, de entusiasmo
e inteligencia a prueba de bombas, de calumnias y de campañas de desprestigio. Porque,
no lo duden, en ese caso los mismos medios que ahora cobijan a la cúpula
dirigente de Podemos serán sus
principales enemigos –sin menospreciar a bancos, mercados e instituciones del
capital en general (UE, BCE, FMI, etc.)- a menos que claudiquen en todo, pero a
efectos del pueblo español, tanto da que claudiquen como que sean derrotados. ¿Me
pueden decir en esas circunstancias de qué vale un apoyo en plancha en Agora
Voting, si los que pueden llevar el mensaje casa por casa, barrio por barrio,
hospital, fábrica, escuela, universidad o bar están completamente decepciondos,
desencantados -y por qué no decirlo- desentrenados de la acción a base de que
nunca se cuente con ellos?
Es imprescindible articular los dos tiempos de Podemos en la acción, en la estrategia y el la ética. En ningún caso son excluyentes y son precisamente la estrategia y la política las que me llevan a poner en valor la ética, la aceptación amistosa de la discrepancia y el debate como motor de la acción. Es perentorio. Porque estas elecciones que vienen son muy
importantes, pero las siguientes son las trágica, agónica, crucialmente,
vitales.
(Más sobre política, izquierda y comunicación...)
(Más sobre política, izquierda y comunicación...)
Partiendo de la base que Podemos es el pueblo, son cruciales todas las elecciones venideras, no son las de Podemos, son las nuestras, de los que trabajamos para vivir, la de mucha gente honrada y leal, que ha hecho grande y fuerte esta nuestra tierra.
ResponderEliminarEl problema no es de Podemos, el problema es nuestro. No debemos responsabilizar a Podemos de su éxito o fracaso, somos nosotros que nos debemos responsabilizar e implicar en su futuro.
Pablo Iglesias nos enseña el camino hacia un modelo de gobierno popular y eso es esperanzador, pero necesitamos tener muchos Pablos, mucha gente preparada, para poder sustituir al secretario inmediatamente en caso de dimisión o porque nosotros lo convengamos, sin esperar la finalización del mandato, dependerá de nuestras decisiones el éxito. ¿Estamos preparados para asumir estas responsabilidades?¿tendremos ese poder? ¿Seremos nosotros que podamos decidirlo todo? ¿Todo?
Tengo la impresión de que, muchos de nosotros, no estamos preparados para integrarnos en la política, no sabemos que hay detrás de cada decisión que tomemos, que consecuencias puede acarrear, es por ello que es más fácil declinar la responsabilidad al partido, a los que entienden y, si lo hacen bien, pues aplausos, sino a la calle. ¿Los convertiremos en casta?
Estamos hartos de que esos partidos que nos han impuesto a dirigir, nos estén robando, mintiendo, manipulando y que al final nos quieran convertir en esclavos de sus intenciones y su acuerdos con las multinacionales a cambio de su propio enriquecimiento, pero no es Podemos que nos sacara de todo ello, somos nosotros.
¿tenemos limitado el poder que daremos a Podemos, para que decida? ¿Tomará decisiones unilaterales? ¿Se puede garantizar la participación masiva a las asambleas, y buenos locutores que transmitan los temas a tratar?
La clave del éxito está en la implicación de todos, ¡todos culpables o todos felices!
Las elecciones no son cruciales para Podemos, son cruciales para Nosotros!!!
P.d. Agradezco el gran esfuerzo y dedicación de Pablo Iglesias y sus colaboradores, por decir las cosas como son, y enfrentarse a toda la mafia existente, sin su sabiduría y preparación, no estaríamos a punto de cambiar el rumbo.
Hola. Se está sembrando y desarrollando una izquierda del descontento que va más allá del fenómeno Podemos.
ResponderEliminarLo que ocurre ahora con Podemos tiene varias facetas que no son sencillas de delucidar. Por un lado están la crisis, el desempleo, los desahucios, la corrupción y las perpetuas mentiras e intrigas de la derecha vernácula y cavernícola y por otro lado están dos factores importantísimos, aunque menos mediáticos: una izquierda radical en crisis, (no es sino ver la descomposición y consecuente regeneración o disolución de IU), y la concientización de un amplio sector de la juventud que ha establecido a partir del 15M un lazo y una relación más estrecha con generaciones anteriores. Los que solo quieren ver a Podemos como un partido de jóvenes se equivocan, Podemos se compone de una amplia mezcla de generaciones. Está transversalidad generacional es muy importante porque genera lazos íntimos entre los miembros de una misma familia o grupo social.
Es exactamente lo contrario a lo que ocurre con el nacionalismo o el bipartidismo, que separan a la gente y que son fenómenos excluyente.
Pero que muy importante Serge. Nada que ver el movimiento estudiantil, por ejemplo, de ahora con el prácticamente inexistente de hace unos años atrás. Estoy mur orgulloso de mis estudiantes de comunicación, muy comprometidos.
ResponderEliminarLo único que puede salvar a Podemos del acoso al que va a estar sometido por la casta, (hay mucho profesor universitario que forma parte de ella) es la "gente normal", esa a la que desprecia tu elitista ("castoso") artículo. La izquierda de los últimos 35 años ha estado repleta de militancia comprometida, rigurosa, sabia, preparada, bla bla bla, y así nos ha lucido el pelo. Debes tener muchas horas lectivas que no te permiten hacer análisis más rigurosos.
ResponderEliminar¿Han saltado las alarmas de los radares?
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