Colocar la cuestión de la gobernabilidad en el centro de la práctica
política es esencialmente reaccionario. Eso es lo que puso sobre el
tapete el 15M, con su “no nos representan”. Sin embargo, toda la prensa
del régimen (de derecha a centro-derecha) está diciendo que la
responsabilidad de los políticos es sostener el buen funcionamiento del
sistema, desbloquear la situación institucional, facilitar la formación
de un gobierno. Y no: el mandato al que han de obedecer los políticos es
el de ser fiel a sus votantes, sea de la gobernabilidad lo que sea. En
cierto sentido, esa es la única impronta del 15M y del desbordamiento
que ha cumplido Podemos: obligar a todos los partidos, del “centro” a la
izquierda, a ser antes consecuentes con el electorado que con el
Estado. Ciudadanos, cuya única razón de ser es cauterizar el
15M como “ventana de oportunidad” a golpe de pseudo-reformismo
gatopardiano, está también intentando cumplir con su misión: procurar la
gobernabilidad contra cualquier demanda del electorado, popular o
democrática. Iglesias lo ha llamado “el chicle de McGyver del régimen”,
porque vale para para cualquier componenda. Completamente de acuerdo. Rivera quiere ser Suárez. Sin carisma y en minoría absoluta, pero mira, ilusión parece que le pone el chaval.
Continúa....
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