Supongamos que cuñadeo un poco y me
pongo en la piel del otro. El otro radical para mí es el españolito de
derechas (todos los que no se manifiestan de izquierdas en el más amplio
sentido del término) y que está nervioso porque no hay modo de que se
forme un gobierno. Bueno, yo cogería en un aparte a mi amado Rey D.
Felipe y le instaría a enganchar de las solapas a ese cabestro
irresponsable que es Rajoy, el máximo obstáculo a la política
institucional hoy por hoy, y le conminaría a presentarse a la
investidura o a largarse a su casa. Ya. Rajoy, desde los patrones
morales y paradigmas de ese “mi otro” se está comportando como un niñato
irresponsable, sin duda. Y digo bien, los de ese “mi otro”, porque a mi
“yo mismo” con mi mecanismo se la recantifnla que haya gobierno central
o no.
A partir de aquí, dos reflexiones: Continúa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario