Antes de las elecciones españolas en Catalunya.
𒋬El problema catalán, que ahora se ha desplazado momentáneamente del centro de la agenda, parece desenvolverse entre tres esferas que son conjuntos disjuntos. En todo caso, pueden tener puntos de anclaje entre sí, pero no elementos: están topológicamente concernidas pero no topográficamente. Me refiero al el simulacro de las élites, la verdad del pueblo y lo real del sentido común. Los políticos han llegado a emular el papel de mártires para después aceptar apaciblemente el 155 y, parece ser, poder dedicarse a su sacro oficio electoral sin más problemas. Víctimas y verdugos vuelven a ser tan anodinamente enemigos como siempre. Desde fuera, ha tendido a verse esta como la única dimensión del conflicto. Yo no lo creo. El pueblo ha construido su verdad en forma de eclosión del acontecimiento partiendo del fatuo protocolo que les ofrecieron las élites con sus eventos mediáticos programados, el referéndum, la dui y los fuegos artificiales judiciales. Y esa verdad es irreductible al simulacro. Pero aún hay otra dimensión que no es reductible por ninguna de las otras dos: lo real del sentido común, que aquí tiene que ver con el antagonismo cotidiano entre lo español y lo catalán, con el catalanismo como koiné básica de la multitud en Catalunya, usen unos el código para orar, otros para entonar himnos, otros para blasfemar. Todos lo hacen en la lingua franca del catalanismo, a favor o en contra. Y ese conflicto es más intrahistórico que histórico: ya pueden los historiadores y politólogos intentar datarlo, que no encontrarán en la historia (ni en su versión positivista ni en la dialéctica) una fórmula para dar caza a la castración como acontecimiento traumático. Lo real es lo que excede a la verdad, lo que no se resume ni en las determinaciones ni en los hechos, la causa irreductible, heterónoma, éxtima, infinitamente distinta, del deseo. Ése sería precisamente el campo de la lucha contra-hegemónica, siempre que entendamos que el sentido común tiene mucho más que ver con el síntoma que con un simple marco a disputar. Lo contrario está irremediablemente abocado al fracaso, esto es, si hablamos de política, al odio. Es lo que tiene de malo enfocar el antagonismo desde el discurso del amo y no atender a que, ante todo, es un enigma. Ni secreto, ni misterio. Deseo de saber y goce de preguntar. 26 de noviembre.𒋬Nunca se me habrá oído hablar de pucherazos electorales. Jamás. Y por algo mucho más importante que la convicción: el buen gusto. En efecto, convencionalmente todos creemos que los procesos electorales en occidente son esencialmente limpios y quedas de loco o patán si los cuestionas, aunque esto no pasa de ser una especie de creencia supersticiosa (superviviente) y totémica pues nadie puede tener el control y la capacidad de indagación suficiente a nivel individual o social para comprobarlo. Es una especie de sacralidad democrática la que nos lleva a tener una este pudoroso decoro sobre los recuentos y la supuesta honestidad que los sostiene. Pues bien, con el 21D es la primera vez que tengo un insistente temor al pucherazo. Y no precisamente por la intervención de los hackers rusos, sino porque van a ser unas elecciones históricas: un pueblo contra un poder dictatorial y omnímodo no elegido por ese mismo pueblo, sino impuesto por un Estado desde el exterior. Las inverosímiles encuestas del CIS y su glorificación por El País no hacen más que confirmar mis temores. Y que Zoido vuelva a alertar contra los hackers pérfidamente eslavos. Todo parece preparado para que el gobierno de Rajoy pueda disponer de la última palabra, diga lo que diga el pueblo catalán. 5 de diciembre.
𒋬Yo sigo creyendo que es rentable teórica y analíticamente, mantener la distinción entre pueblo, población, sociedad, electorado y opinión pública como conceptos que designan (especifican, acotan, desocultan) posiciones de sujeto diversas más allá de la persona jurídica o física (o colectivo de ellas) que las encarne. Es difícil que un electorado se comporte como un pueblo (creo que es la máxima falacia del populismo electoralista a la española, que es la versión del núcleo promotor de Podemos) porque le falta el componente imaginario de la presencia, de la visión de los semejantes. Se vota aisladamente y en secreto (un pueblo actúa colectiva y públicamente, reconocible en sus actos), esto es, como el prisionero en el dilema: calculando contra el semejante ausente -el otro prisionero de cuya actitud depende la eficacia de su acción- con un cálculo simbólico incompleto. Pues bien, tuve mis dudas con el procés que acabaron el 1-O cuando pude contemplar la acción pública de los catalanes como pueblo y no como sociedad, electorado o pasiva opinión pública. Pero es que los catalanes también pudieron verse a sí mismos y su posición se fortaleció frente al Estado gendarme (el policía que se negaba a interrogar) gracias a ese sostén especular y ello cimentó su unión. Fue, literalmente, un estado de excepción. Ahora bien, el 21D son unas elecciones convencionales en un entorno de capitalismo parlamentario, donde las mediaciones del poder burocrático (encuestas, sondeos, candidatos ofreciéndose en posición de sometidos y no de futuros sometedores a través de los media) solapan la violencia del Estado -que no deja nunca de ser una constante- y ocultan el cuerpo de lo colectivo tras el intumentaria (uniformei) social que es el electorado. Es muy difícil comportarse como un pueblo cuando el Otro te desposee de toda posibilidad de señalar (de capturar en un significante) su falta, su fundamento en el goce, porque lo ha desplazado a los candidatos en tanto aún sin poder. Por ello, el odio de conciencia al Estado y sus Aparatos Represivos se desplaza a los inermes candidatos y por eso existe esa extraña categoría politológica que es el llamado voto de castigo.
En esas circunstancias sería una magnífica noticia para la democracia que el pueblo de Catalunya encontrara una fórmula para seguir comportándose como tal ante unas elecciones estandarizadas y convocadas por el establishment como lo hizo ante un referéndum prohibido. Una buena señal de ello sería que el castigo al puigdemontismo, esto es, a la vertiente irresponsable del catalanismo se contuviera no votando nadie a Cs por despecho, habiendo otras opciones, como las hay. El sadismo vengativo, única causa que concibo para votar a Cs en Catalunya, es un masoquismo suicida aplazado.Sería una buena noticia para todos que el catalanismo no fuera víctima de los desengañados con JxSí, porque el catalanismo es muy bueno para Catalunya y muy bueno para España, tanto como el españolismo neoliberal que encarna Cs es pésimo para ambas. Es una petición razonable pero rara. Rara, porque la hace un catalanófilo desde fuera de Catalunya y un español antiespañolista (i.e., antifascista y anticapitalista). Eso es, esencialmente, creo yo, un valencianista de izquierdas. El más preso en todos los dilemas. 7 de diciembre.
𒋬"Tener un DNI español es lo que les ha permitido ir allí a manifestarse" dice la vicepresidenta. Claro y a los negritos de América que sus abuelos acabaran en un barco negrero les permite disfrutar de la primera democracia del mundo. Bueno, igual ellos no están contentos con el KKK y con Trump. Igual muchos catalanes no lo están con este gobierno y el partido que lo sustenta. Es de un colonialista bárbaro. Los catalanes tienen derechos porque se los ha concedido el benefactor Estado Español. Además, de derechos humanos nada si no eres europeo. Los no europeos no tienen derecho a manifestarse ni a nada. Esta idea neoliberal de que se domina y oprime para impartir democracia a los salvajes debería haber tenido un recorrido más cortito. Pero ya ves. Yo creo que si Quintilano hubiera conocido a Soraya se hubiera dedicado a la agricultura full time. No conozco a nadie más insultantemente torpe argumentando que ella. Es ramplona, vulgar, simple, de un talante manifiestamente estúpido. A mí me ofende cada vez que habla, sólo de suponer que piensa que se la escucha. Concibe a todos sus oyentes como palurdos irrecuperables si esgrime esos argumentos de mecanismo de botijo. Me cae peor que Cospedal. Hala. 7 de diciembre.
𒋬 La palabra es siempre en el tiempo. Y la palabra política más que ninguna. Un filósofo o un poeta pueden tener una pretensión de eternidad para su palabra, sea por la vía de la abstracción o de la proyección estética. Ambas liberan a la letra del contexto. Pero hablando de política, jamás. Quien crea que puede mezclar el universalismo atemporal -el imperativo categórico es su mejor ejemplo- con la acción política concreta sin una gran provisión de mecanismos y dispositivos de adaptación es un iluso (si bien intencionado), un fundamentalista o un malvado (vale para todas las alternativas femeninas, obviamente). La ética y los valores atemporales pueden ejercer la función de vigilantes o tutores externos de la palabra política, pero no encarnarse en ella sin resto. Por eso, creo que puede ser importante y conveniente defender los derechos de los no independentistas en Catalunya y también de los castellano-parlantes. Pero, sin duda, éste no es el momento. Cuando llegue, lo haré. Seguro. Ahora sería, literalmente, "perder el tiempo". 9 de diciembre.
𒋬 Dado que se ha desarticulado "legalmente" cualquier estructura política legítima que pueda facilitar el control ciudadano del proceso de votación es imprescindible que el Estado Español sea controlado por instancias internacionales imparciales y fiables. 11 de diciembre.
𒋬 O sea que, gran descubrimiento, lo único que podría desatascar la situación en Catalunya y, por ende, en España es un Referéndum legal y vinculante, es decir, concluyente. Punto. Ni una DUI ni unas elecciones ordinarias. El problema es que Catalunya quiere saber quién es. No digo los catalanes, sino Catalunya que es mucho más real que los cinco millones de votantes que están convocados el jueves. Catalunya quiere convertirse en verdad, esto es, en sujeto que responde frente a ese real. Y mientras no haya un referéndum, una posibilidad de respuesta verdadera, Catalunya que es lo real de España y de los catalanes, seguirá in-sistiendo, pugnando por ex-sistir. A Rajoy le gusta la Cosa (Das Ding) como está: ni sujeto ni objeto. Es un inmoral y se maneja bien en estas circunstancias y condiciones. Qué peso para España este individuo. 18 de diciembre.
𒋬 Yo entiendo perfectamente que no quieras la independencia de tu país frente al Estado Español. En serio. Y me parece legitimísimo, sea por las razones que sea. Por razones de identificación con España como nación, por razones pragmáticas, por lo que sea. Puede que yo, si viviera en Catalunya no estuviera totalmente alejado de esa posición, o al menos no viera la misma urgencia en la independencia que ven los propiamente independentistas. El problema es que en las sociedades neoliberales mediatizadas, en las que no hay más campo enunciativo que la comunicación, la cuestión no es nunca el ideario, sino el argumentario. No se discute de ideas sino que se confrontan argumentos. Y el camino más fácil para todo argumentador, que no tiene nada que ver con un interlocutor, sino que es más bien un monologuista que habla para la galería, es deslegitimar la postura contraria. Hablo como demócrata español, esto es, súbdito (acepto cautelarmente ciudadano) del Reino de España y sujeto al poder del Estado Español. Y, como tal, lo que no puedo perdonar a los españolistas, que son los que me oprimen a mí, es que hayan pretendido deslegitimar el soberanismo de raíz y lo hayan hecho con una fuerza brutal y desmedida, tanto política (es decir, reservándose el monopolio de la violencia como privilegio institucional) como mediática y que hayan mentido y manipulado, engañado e intoxicado, demonizando el catalanismo pollítico, el soberanismo catalán, como opción política perfectamente legítima. No dudo que algunos no independentistas en Catalunya habrán sentido justo lo contrario. Lo siento mucho por ellos, de verdad. Pero no es mi guerra. Mis enemigos como demócrata y progresista -quiera o no, que nadie me ha preguntado- ciudadano de España son los que han utilizado y siguen utilizando recursos fascistas para perpetuar privilegios oligárquicos y reproducir la ideología que los sustenta y legitima. De ahí que mis simpatías en las elecciones de mañana, como ciudadano español sin derecho a voto en Catalunya, vaya mucho más con quienes se han enfrentado a los poderes que a mí me oprimen. Y esas son, sin duda, fuerzas que se definen como independentistas o, al menos, soberanistas. El derecho a decidir de los catalanes es mi opción como español de izquierdas. Y las CUP tienen buena parte de mi corazón ganado, como español que quiere lo mejor para su pueblo. Si viviera en Catalunya, insisto, tal vez mis opciones variaran, pero viviendo en el País Valenciano tengo claro que mis enemigos en lo político, lo económico, lo social y lo cultural son los mismos que los de las fuerzas de izquierda e independentistas. Lo siento mucho pero a mí los Pujol no me han robado nunca. El PP, millones. Es simple.
Catalans vos desitge el millor demà: que resten el pitjor possible les opcions del 155 que us varen furtar els vostres drets nacionals. Molta sort i molta foça. Que guanye l'esquerra i que guanye el país. 20 de diciembre.
𒋬 Va uno hojeando a los juligans a sueldo de El País (Rubén Amón, El Roto, todos los columnistas en general) y la cosa tiene delito. Evidentemente, sería menos grave si quisieran manipular e incitar a la confrontación para influir en un electorado, pero saben a ciencia cierta que en Catalunya tienen poca tela que cortar, que allí su poder de influir en la opinión es limitadísimo. O sea, que lo único que pueden pretender es mantener en el resto de España la incitación al odio y la catalanofobia. ¿Para qué, para justificar un golpe de estado o un posible baño de sangre si los resultados no son los que quiere la oligarquía española, el IBEX35 y el PP con la connivencia de una masa social mayoritaria? No se me ocurre otra explicación, sin no van tener peso sobre el comortamiento de los electores. La cosa me parece gravísima. Es pura incitación fascista al odio. Es Goebbels en su más íntima esencia. 21 de diciembre.
Tras las elecciones Catalanas en España.
𒋬 Em retire per avui amb l'estrany pensament de que, si reordenem les porcions del formatge d'una manera menys populista i més ortodoxament neoliberal, qui ha guanyat amb 73 diputats les eleccions catalanes és la dreta. El retrocés de ERC i de les CUP, així com el de CeC no em sembla una bona notícia. L'independentisme liderat per l'esquerra i amb les CUP amb força decisòria m'hagués semblat un bon resultat. L'empat encapçalant els resultats de Cs y JxCat, no. Jo entenia l'independentisme català com una opció d'avantguarda republicana i fins i tot tendencialment anti-capitalista. Aquests resultats no semblen en cap manera apuntar en eixa direcció. Una llàstima. 21 de diciembre.
𒋬 Ha ganado el candidato que podía salir por la tele. Ha perdido el que estaba en la cárcel y tenía vedado el acceso a los medios. Lectura parcial, sí, pero no improcedente, creo yo. No olvidemos estas cosas porque para la comprensión de los procesos políticos contemporáneos son imprescindibles. Después de estar meses defendiendo al independentismo como opción popular -cosa que espero que quien me lea no olvide- y al soberanismo como opción política e ideológica, creo que es el momento de volver a contemplar estos reduccionismos parciales: izquierda-derecha, mediaticismo-populismo, etc. Creo que este abanico de incoherencias analíticas (los paradigmas no son congruentes entre sí) es lo que hay que hacer ahora. La axiomática capitalista y la recodificación de los flujos erráticos por el poder están ahí. No las perdamos ahora de vista tampoco. Soy poco deleuziano y poco mcluhiano, pero a veces toca. No podemos olvidar estas refracciones en cualquier planteamiento emancipador. Esta vez ha ganado la opinión pública catalana, no el pueblo catalán. Si no deshacemos esa confusión harán de nosotros lo que quieran. Pueden. 22 de diciembre.
𒋬 El yahorquévaapasar está muy bien. Pero si olvidamos el yayerquésloquepasó, mal lo llevamos. Ayer los catalanes estaban contestando a una pregunta cuando se les había formulado otra. Los que votaron a CiU creían que estaban votando a JxSí, que simplemente ya no existe. Un candidato exiliado y unas siglas con reiminiscencias, JxCat, crearon la ilusión de que el 21D era una especie de segunda ronda del 1-O. Y votar JxSí en 2015 era votar por la república. Ayer, creyendo que hacían lo mismo, votaron por la derecha catalana. El PP de Albiol, sí, pero el de Rajoy no tengo motivos para pensar que deba sentirse totalmente derrotado.
La obsesión neoliberal por imponer al decir el predecir, el calcular al escuchar, la techné a la frónesis, la gobernanza a la democracia, la opinión pública al demos, la escopia al pensamiento, es la fuente de muchos males porque es la fuente de su inmenso poder. Si nos gana la incertidumbre por el futuro a la curiosidad por saber qué deseamos siempre preferiremos ser opinión pública clientelista y pasiva a pueblo activo. Las CUP, de nuevo, presas de su eticismo auto-suficiente. CeC fuera de onda. 22 de diciembre.
Un aparte sobre Podemos.
𒋬 Declaraciones a ABC de José Manuel Calvo de Unid@s Podemos:
"—¿Por qué Julio Rodríguez?
—Es la garantía de no tener un radical en Madrid, un Albano Dante como en Barcelona. Es la alternativa a la izquierda anticapitalista y ya hemos visto que allí donde va la izquierda capitalista te puede montar un lío en cualquier momento, te puede reconocer la república catalana, la democrática y la revolucionaria o te puede plantear cualquier cosa. Creo que la garantía es Julio Rodríguez, una persona solvente, con los pies en la tierra"
Si vuelve a mandar el cecupismo, el viejo estilo de Claro Que Podemos con el machialfismo, las listas plancha, y los paracaidistas puestos a dedazo por una pétrea élite interna, (que ha vuelto para intentarlo ya es completamente obvio, no era más que cuestión de tiempro que los dos próceres se dieran cuenta de que tenían un peligroso enmigo COMÚN), Podemos no será un partido madrileño o un partido del régimen más, será un partido castellanote, brutote, caposo que hará revolverse en su tumba a Larra (y a Clarín, y a Unamuno, y a Valle...), de cerriles proto-hidalgos decadentes que hará parecer rojo púrpura al Psoe. Podemos en Movimiento no son los anticapis. De anticapis coge la capacidad estratégica, el arraigo, la experiencia en la unión y en la lucha. Pero es mucha más gente. Todos los que quieren una herramienta nueva para otra España, plurinacional, común, popular. El principal frente común de los que queremos una superación del Régimen del 78 es Podemos, sin duda. O se convierte en un partido radical, plurinacional, del común y de la gente o se convierte en un partido de orden. No sé si, incluso, en la versión española de los Frentes Nacionales de otros países de Europa. Lepenitas de alma y mesa camilla hay dentro suficientes para que pueda acabar así, como el sujeto que firma esas declaraciones. El sentido común lo habremos de poner otros. Estos sólo ponen el viejo sentido tradicional decimonónico de los castellanos viejos y del vuelva usted mañana. 2 de diciembre.
𒋬Digan lo que digan, deseen lo que deseen algunos, no veo posibilidad ninguna de que Podemos, por su composición interna y por lo que leo entre sus bases, llegue a ser nunca una fuerza política "de orden". O se cuaja como una fuerza radical -esto es, anticapitalista- o deriva en una fuerza extremista, es decir, autoritaria e hispanofascista, homologable a las fuerzas de la nueva ultraderecha europea, espacio que en España no llenan ni el PP ni los partidos fascistas que tienen su origen en la tradición franquista, ni engendros puramente pijoides como Vox o Cs. O una cosa o la otra. No hay más. Es un efecto secundario del virus peronista inoculado en su origen, mucho más determinante que el chavista, y es lo que se juega en cada proceso interno. Es serio. Si no hubiera valido para otra cosa, al menos el procés ha servido para dejar esto palmariamente claro. 2 de diciembre.
𒋬El procés es Puigdemont. Podemos es Pablo Iglesias y su cúpula. Falso. Una política emancipatoria en el siglo XXI no puede ser esclava del perspectivismo "realista" moderno. Es una óptica falaz y fallida que lleva a identificar la realidad política o bien con la esfera pública o bien con la más banal experiencia personal incomunicada. Así somos los prisioneros del dilema, apostando contra el otro en nuestro solipsismo y reforzando al poder continuamente con nuestras apuestas, equivocando al enemigo, que no es nuestro semejante. Tampoco todos los líderes son iguales. Unos son totalitarios (si nos impiden validar nuestra experiencia poliédrica, postulándose como interfaz única con la acción política) y otros ofreciéndose como simples compañeros de camino, como condensadores transitorios del impulso multitudinario. El núcleo promotor de Podemos se ofrece como lo primero, la gente de Anticapitalistas se suele ofrecer como lo segundo. Por eso, unos insisten en la unidad (y sus falacias, la claridad y la ilusión, a veces fusionadas, otras enfrentadas entre sí) y los segundos hablan de "movimiento".
Ya dije con el procés que se desenvolvía por tres vías irreductibles entre sí: el espectáculo de las élites, la eclosión popular y la disputa por el sentido común. Con Podemos me suele pasar igual. Una cosa es lo que se ve en los medios, otra la gente a pie de calle, otra los juligans en las redes, etc. Quedarse con una implica una reducción totalitaria. Entre la experiencia personal (los juligans, los debates o los independentistas irracionales e intransigentes) y la versión manipulada por los medios no hay puentes ni puntos de contacto, son experiencias sin un denominador común: siempre hay un resto en la operación más allá del cociente político, lo que imposibilita una certidumbre y suele acabar en el funesto recurso a la ontología (populista u obrerista) en la que siempre gana la derecha, como se ha visto en las tristes posturas de mucha izquierda castellana monolingüe en el procés y de muchos izquierdistas biempensantes respecto a Podemos. La multitud necesita de una subjetividad cubista o puntiliista. En el presente hiperinformado la perspectiva artificialis deja demasiados puntos ciegos. No hay sujeto de la certidumbre. Reflexionar no es garantía de ser. El presente exige un pensar distinto del simple cogito bidimensional. El Dasein no se contenta con un cuerpo en la época de la biopolítica. 3 de diciembre.
𒋬 O sea, que para PIT y JCM la política puede llegar justo hasta donde les parezca conveniente a los fascistas. Seductor, transversal e irradiante. Qué necesario parece Podemos cuando oyes a sus líderes "nacionales". Susana Díaz y Borrell no se hubieran atrevido a decirlo tan claro, los muy cobardes. Qué buenos son lo líderes de Podemos, qué buenos son que nos llevan de excursión. Estamos recuperando la ilusión por narices, oye. Y cada vez más unidos. 6 de diciembre.
𒋬 La política está compuesta de microimpulsos y microdecisiones. Ésa es su verdad, más allá de los grandes discursos de vocación eterna y universalista. Qué curioso que aquellos que apoyan a Carmena contra Sánchez Mato -que vienen a ser los mismos que la denostaban hace dos años en nombre del paulo-errejonismo y que ahora son felices con la jueza y el general- en la coyuntura actual tengan sus muros llenos de chistes de El Roto y comentarios catalanófobos. Cecupé está de vuelta, no hay duda. El componente hispano-fascista revive en el Podemos de la Villa y Corte, y tan víctimas serán los madrileños de este rebrote como los catalanes. Me repito: contemporizar con el humor actual de El Roto o que éste te repugne como nos pasa a todos los que estamos con la democracia en Catalunya es una gran prueba del algodón para el pedigrí democrático de los madrileños que se autodenominan de izquierdas. Y no falla. 21 de diciembre.
Y dos o tres cosas sobre un sujeto que para mí es muy representativo de los trepas que se adhirieron al llamado "núcleo promotor" de Podemos y ejercieron sin piedad de juligans para el mismo con una crueldad y una bajeza moral tan incendiarias como absolutamente innecesaria, con el fin simple de colocarse en la vida. No es el único, pero es muy representativo de esa categoría de sujetos.
𒋬Me da mucha pena este hombre. En serio. De ser el hater cecupista en Vistalegre I más acérrimo, cruel y amoral ha pasado a ser un extraño híbrido de bufon y alma en pena. Me lo imagino por los pasillos del Congreso deambulando por las noches y haciendo sonar a la vez los cascabeles de su gorro y las cadenas que arrastra con su bola emblemática en un extremo. Y parándose ante cada espejo, incluidos los de los servicios, a aullar su lamento infinito porque ninguno de ellos le devuelve su imagen de vampiro mellado al que sólo le queda un colmillo romo y embotado en el que se mezclan cuajos de sangre de izquierdista y grumos del veneno que segrega su lengua.😥 25 de diciembre
𒋬 Raimundo Viejo Viñas fue la primera persona identificada con Podemos a la que me dirigí en 2014. Le dije que después de años desentendido de la política volvía a sentir entusiasmo. Ésta fue su miserable respuesta, por supuesto indirecta. Lo escribió en su muro (que borró cobardemente nada más salir elegido diputado) pero no hay duda de que se refería a mí, a quien no conocía de nada. Pego:
"El problema de la edad en política es que a medida que pasan los años te forjas unos marcos de interpretación a los que les pueden pasar, entre muchas otras, estas dos: 1) que se queden en el pasado por no haber seguido implicado en política y, cuando te reactivas, resulta que estás realizando un viaje en el tiempo desde 1982 a 2014; 2) que hayas sobrevivido contra viento y marea, viendo como se retiraban generaciones enteras detrás de ti y alcances una sabiduría forjada en la ironía. En mi experiencia la proporción debe ser uno de estos últimos por mil de los primeros (los he seleccionado por ser casos extremos). Por eso creo que de la misma manera en que hay que escuchar a los maestros que nos superan en edad, hay también que saber prescindir de los plastas que se creen que pueden volver al ruedo a vengarse de sus fracasos pasados, de sus renuncias y de sus dogmatismos de otrora. Por eso en las sociedades más diversas fueron creados consejos senatoriales (por eso los romanos o los berlineses le llamaron y llaman Senado). Y por eso mismo todo el mundo considera un plasta al Abuelo Cebolleta. El momento populista, decía ayer en tuiter, "es un desgarro necesario, la urgencia de un duelo por el daño sufrido bajo el mando: aprovéchese para sanarse el cuerpo" (social, habría añadido de disponer de caracteres). Parte de ese desgarro es ese hablar desde el dolor del pasado, el gemido plañidero de la verdadera izquierda, obrera y combativa con el que algunos se aferran al micro como a la vida misma. Temen, seguramente, que si interrumpen sus alocuciones caerán de vuelta en el silencio de un anonimato (al que paradójicamente quizá contribuyeron cuando las cosas les iban bien y sus sindicatos y partidos de izquierda nos metieron en este berenjenal de ahora).
No es hora de escuchar pesados, como tampoco es hora de creerte que porque descubres algo ese algo es completamente nuevo. El discurso político tiene su tiempo y su "edad" (no biológica, sino histórica), su momento oportuno, su kairós. Ni las epifanías del descubrimiento de la participación democrática ni la vuelta a la verdadera izquierda hacen hoy la decisión política y la estrategia acertada. Aprender y enseñar es cosa de otra propedéutica que la asamblearia, de otros saberes que los de las alocuciones; a menudo es el diálogo íntimo con un autor al que se lee, de la conversación con un amigo al que se escucha y que te escucha. Si algo he aprendido de ser docente y discente es que hay que saber aprender a quien escuchar y saber a quien enseñar. No todo el mundo está en condiciones de realizar ambas cosas. No hay mito más falaz que creer en la universalidad de los iguales, cuando el acierto político pasa por la afinidad de los singulares. Y que nadie se me ofenda, que ninguno estamos a salvo de errores, ni defectos. Si acaso necesitadxs de realizar reflexiones (acertadas o no) como esta misma que aquí os dejo.
Bom dia, simbiontes!"
"—¿Por qué Julio Rodríguez?
—Es la garantía de no tener un radical en Madrid, un Albano Dante como en Barcelona. Es la alternativa a la izquierda anticapitalista y ya hemos visto que allí donde va la izquierda capitalista te puede montar un lío en cualquier momento, te puede reconocer la república catalana, la democrática y la revolucionaria o te puede plantear cualquier cosa. Creo que la garantía es Julio Rodríguez, una persona solvente, con los pies en la tierra"
Si vuelve a mandar el cecupismo, el viejo estilo de Claro Que Podemos con el machialfismo, las listas plancha, y los paracaidistas puestos a dedazo por una pétrea élite interna, (que ha vuelto para intentarlo ya es completamente obvio, no era más que cuestión de tiempro que los dos próceres se dieran cuenta de que tenían un peligroso enmigo COMÚN), Podemos no será un partido madrileño o un partido del régimen más, será un partido castellanote, brutote, caposo que hará revolverse en su tumba a Larra (y a Clarín, y a Unamuno, y a Valle...), de cerriles proto-hidalgos decadentes que hará parecer rojo púrpura al Psoe. Podemos en Movimiento no son los anticapis. De anticapis coge la capacidad estratégica, el arraigo, la experiencia en la unión y en la lucha. Pero es mucha más gente. Todos los que quieren una herramienta nueva para otra España, plurinacional, común, popular. El principal frente común de los que queremos una superación del Régimen del 78 es Podemos, sin duda. O se convierte en un partido radical, plurinacional, del común y de la gente o se convierte en un partido de orden. No sé si, incluso, en la versión española de los Frentes Nacionales de otros países de Europa. Lepenitas de alma y mesa camilla hay dentro suficientes para que pueda acabar así, como el sujeto que firma esas declaraciones. El sentido común lo habremos de poner otros. Estos sólo ponen el viejo sentido tradicional decimonónico de los castellanos viejos y del vuelva usted mañana. 2 de diciembre.
𒋬Digan lo que digan, deseen lo que deseen algunos, no veo posibilidad ninguna de que Podemos, por su composición interna y por lo que leo entre sus bases, llegue a ser nunca una fuerza política "de orden". O se cuaja como una fuerza radical -esto es, anticapitalista- o deriva en una fuerza extremista, es decir, autoritaria e hispanofascista, homologable a las fuerzas de la nueva ultraderecha europea, espacio que en España no llenan ni el PP ni los partidos fascistas que tienen su origen en la tradición franquista, ni engendros puramente pijoides como Vox o Cs. O una cosa o la otra. No hay más. Es un efecto secundario del virus peronista inoculado en su origen, mucho más determinante que el chavista, y es lo que se juega en cada proceso interno. Es serio. Si no hubiera valido para otra cosa, al menos el procés ha servido para dejar esto palmariamente claro. 2 de diciembre.
𒋬El procés es Puigdemont. Podemos es Pablo Iglesias y su cúpula. Falso. Una política emancipatoria en el siglo XXI no puede ser esclava del perspectivismo "realista" moderno. Es una óptica falaz y fallida que lleva a identificar la realidad política o bien con la esfera pública o bien con la más banal experiencia personal incomunicada. Así somos los prisioneros del dilema, apostando contra el otro en nuestro solipsismo y reforzando al poder continuamente con nuestras apuestas, equivocando al enemigo, que no es nuestro semejante. Tampoco todos los líderes son iguales. Unos son totalitarios (si nos impiden validar nuestra experiencia poliédrica, postulándose como interfaz única con la acción política) y otros ofreciéndose como simples compañeros de camino, como condensadores transitorios del impulso multitudinario. El núcleo promotor de Podemos se ofrece como lo primero, la gente de Anticapitalistas se suele ofrecer como lo segundo. Por eso, unos insisten en la unidad (y sus falacias, la claridad y la ilusión, a veces fusionadas, otras enfrentadas entre sí) y los segundos hablan de "movimiento".
Ya dije con el procés que se desenvolvía por tres vías irreductibles entre sí: el espectáculo de las élites, la eclosión popular y la disputa por el sentido común. Con Podemos me suele pasar igual. Una cosa es lo que se ve en los medios, otra la gente a pie de calle, otra los juligans en las redes, etc. Quedarse con una implica una reducción totalitaria. Entre la experiencia personal (los juligans, los debates o los independentistas irracionales e intransigentes) y la versión manipulada por los medios no hay puentes ni puntos de contacto, son experiencias sin un denominador común: siempre hay un resto en la operación más allá del cociente político, lo que imposibilita una certidumbre y suele acabar en el funesto recurso a la ontología (populista u obrerista) en la que siempre gana la derecha, como se ha visto en las tristes posturas de mucha izquierda castellana monolingüe en el procés y de muchos izquierdistas biempensantes respecto a Podemos. La multitud necesita de una subjetividad cubista o puntiliista. En el presente hiperinformado la perspectiva artificialis deja demasiados puntos ciegos. No hay sujeto de la certidumbre. Reflexionar no es garantía de ser. El presente exige un pensar distinto del simple cogito bidimensional. El Dasein no se contenta con un cuerpo en la época de la biopolítica. 3 de diciembre.
𒋬 O sea, que para PIT y JCM la política puede llegar justo hasta donde les parezca conveniente a los fascistas. Seductor, transversal e irradiante. Qué necesario parece Podemos cuando oyes a sus líderes "nacionales". Susana Díaz y Borrell no se hubieran atrevido a decirlo tan claro, los muy cobardes. Qué buenos son lo líderes de Podemos, qué buenos son que nos llevan de excursión. Estamos recuperando la ilusión por narices, oye. Y cada vez más unidos. 6 de diciembre.
𒋬 La política está compuesta de microimpulsos y microdecisiones. Ésa es su verdad, más allá de los grandes discursos de vocación eterna y universalista. Qué curioso que aquellos que apoyan a Carmena contra Sánchez Mato -que vienen a ser los mismos que la denostaban hace dos años en nombre del paulo-errejonismo y que ahora son felices con la jueza y el general- en la coyuntura actual tengan sus muros llenos de chistes de El Roto y comentarios catalanófobos. Cecupé está de vuelta, no hay duda. El componente hispano-fascista revive en el Podemos de la Villa y Corte, y tan víctimas serán los madrileños de este rebrote como los catalanes. Me repito: contemporizar con el humor actual de El Roto o que éste te repugne como nos pasa a todos los que estamos con la democracia en Catalunya es una gran prueba del algodón para el pedigrí democrático de los madrileños que se autodenominan de izquierdas. Y no falla. 21 de diciembre.
Y dos o tres cosas sobre un sujeto que para mí es muy representativo de los trepas que se adhirieron al llamado "núcleo promotor" de Podemos y ejercieron sin piedad de juligans para el mismo con una crueldad y una bajeza moral tan incendiarias como absolutamente innecesaria, con el fin simple de colocarse en la vida. No es el único, pero es muy representativo de esa categoría de sujetos.
𒋬Me da mucha pena este hombre. En serio. De ser el hater cecupista en Vistalegre I más acérrimo, cruel y amoral ha pasado a ser un extraño híbrido de bufon y alma en pena. Me lo imagino por los pasillos del Congreso deambulando por las noches y haciendo sonar a la vez los cascabeles de su gorro y las cadenas que arrastra con su bola emblemática en un extremo. Y parándose ante cada espejo, incluidos los de los servicios, a aullar su lamento infinito porque ninguno de ellos le devuelve su imagen de vampiro mellado al que sólo le queda un colmillo romo y embotado en el que se mezclan cuajos de sangre de izquierdista y grumos del veneno que segrega su lengua.😥 25 de diciembre
𒋬 Raimundo Viejo Viñas fue la primera persona identificada con Podemos a la que me dirigí en 2014. Le dije que después de años desentendido de la política volvía a sentir entusiasmo. Ésta fue su miserable respuesta, por supuesto indirecta. Lo escribió en su muro (que borró cobardemente nada más salir elegido diputado) pero no hay duda de que se refería a mí, a quien no conocía de nada. Pego:
"El problema de la edad en política es que a medida que pasan los años te forjas unos marcos de interpretación a los que les pueden pasar, entre muchas otras, estas dos: 1) que se queden en el pasado por no haber seguido implicado en política y, cuando te reactivas, resulta que estás realizando un viaje en el tiempo desde 1982 a 2014; 2) que hayas sobrevivido contra viento y marea, viendo como se retiraban generaciones enteras detrás de ti y alcances una sabiduría forjada en la ironía. En mi experiencia la proporción debe ser uno de estos últimos por mil de los primeros (los he seleccionado por ser casos extremos). Por eso creo que de la misma manera en que hay que escuchar a los maestros que nos superan en edad, hay también que saber prescindir de los plastas que se creen que pueden volver al ruedo a vengarse de sus fracasos pasados, de sus renuncias y de sus dogmatismos de otrora. Por eso en las sociedades más diversas fueron creados consejos senatoriales (por eso los romanos o los berlineses le llamaron y llaman Senado). Y por eso mismo todo el mundo considera un plasta al Abuelo Cebolleta. El momento populista, decía ayer en tuiter, "es un desgarro necesario, la urgencia de un duelo por el daño sufrido bajo el mando: aprovéchese para sanarse el cuerpo" (social, habría añadido de disponer de caracteres). Parte de ese desgarro es ese hablar desde el dolor del pasado, el gemido plañidero de la verdadera izquierda, obrera y combativa con el que algunos se aferran al micro como a la vida misma. Temen, seguramente, que si interrumpen sus alocuciones caerán de vuelta en el silencio de un anonimato (al que paradójicamente quizá contribuyeron cuando las cosas les iban bien y sus sindicatos y partidos de izquierda nos metieron en este berenjenal de ahora).
No es hora de escuchar pesados, como tampoco es hora de creerte que porque descubres algo ese algo es completamente nuevo. El discurso político tiene su tiempo y su "edad" (no biológica, sino histórica), su momento oportuno, su kairós. Ni las epifanías del descubrimiento de la participación democrática ni la vuelta a la verdadera izquierda hacen hoy la decisión política y la estrategia acertada. Aprender y enseñar es cosa de otra propedéutica que la asamblearia, de otros saberes que los de las alocuciones; a menudo es el diálogo íntimo con un autor al que se lee, de la conversación con un amigo al que se escucha y que te escucha. Si algo he aprendido de ser docente y discente es que hay que saber aprender a quien escuchar y saber a quien enseñar. No todo el mundo está en condiciones de realizar ambas cosas. No hay mito más falaz que creer en la universalidad de los iguales, cuando el acierto político pasa por la afinidad de los singulares. Y que nadie se me ofenda, que ninguno estamos a salvo de errores, ni defectos. Si acaso necesitadxs de realizar reflexiones (acertadas o no) como esta misma que aquí os dejo.
Bom dia, simbiontes!"
Era para mí, sin duda. Lo escribió cinco minutos después de que yo le
dejara un comentario de auténtica alma cándida, alegrándome por la
existencia de Podemos. Me quedé de piedra. Desgraciadamente, sus
comentarios descalificatorios contra Echenique de aquella época,
echándole en cara su pasado neoliberal, no me dio tiempo a guardarlos.
Pero, vamos, cualquiera que estuviera por Podemos en aquella época
recuerda al personaje y su obsceno goce de víbora al servicio de sus
jefes, que hoy, seguro, miran para otro lado cuando se cruzan con él. Yo
creo, simplemente, que en Podemos no se fía de él ni su sombra. 25 de diciembre.
En otro tono.
Una de las muchas argucias desde la derecha española contra el independentismo fue culparlo de la denegación a Barcelona de su aspiración a ser sede de la Agencia Europea del Medicamento. He aquí algún comentario jocoso sobre este argumentario.Y otras cosas, de aquí y de allá....
𒋬 El País y RTVE, urgente:
EL MADRID GANA EL CLÁSICO. LA FIFA NO RECONOCE LA DECLARACIÓN UNILATERAL DE VICTORIA DEL BARÇA. SI PERSISTE EN SU ACTITUD, ADVIERTEN, QUEDARÁ FUERA DE LA CHAMPIONS Y EXPULSADA DE LA UEFA.
No como la Selección Española, añaden, que jugará el Mundial gracias al buen hacer del Gobierno.
-Los catalanes, engañados por sus políticos una vez más, se echan a la calle a celebrar un 3-0 anticonstitucional y sin validez legal alguna.
-Sabina y Serrat prometen un concierto benéfico a favor de los culés, sin techo porque sus familias no dejan entrar en casa.
-"Es una tragedia para las familias catalanas esa proclamación de un 3 a 0 sin fundamento alguno", han declarado.
-Información sobre el Español-Atletic, en páginas interiores (ya, si eso) 23 de diciembre.
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